"El golpe militar no sólo se produjo para enfrentar una crisis
institucional en el país, sino que los mentores del mismo buscaron imponer un determinado
modelo de sociedad, y en ese sentido tuvo un carácter refundacional para la sociedad
chilena... El modelo se nos impuso a sangre y fuego, y eso explica el porqué el gobierno
de las FF.AA. llevó adelante políticas represivas de carácter institucional,
sistemáticas y masivas que claramente tuvieron por objeto exterminar, hacer pedazos toda
estructura real o potencial de los partidos políticos de izquierda, de los sindicatos,
organizaciones estudiantiles y sociales."
MESA de DIALOGO por
los DERECHOS HUMANOS
Un diálogo para la verdad y la justicia
Intervención de Pamela Pereira el 31 de agosto de 1999
Nosotros y el país nos preguntamos por qué dialogar,
respecto de que dialogar, y con qué finalidad.
I. A mi entender después del golpe militar, durante toda
la dictadura, a lo menos se produjeron dos realidades que importan identificar, a los
efectos de contestarnos por qué dialogar.
a) El golpe militar no sólo se produjo para enfrentar una
crisis institucional en el país, sino que los mentores del mismo buscaron imponer un
determinado modelo de sociedad, y en ese sentido tuvo un carácter refundacional para la
sociedad chilena.
b) El modelo se nos impuso a sangre y fuego, y eso explica
el porqué el gobierno de las FF.AA. llevó adelante políticas represivas de carácter
institucional, sistemáticas y masivas que claramente tuvieron por objeto exterminar,
hacer pedazos toda estructura real o potencial de los partidos políticos de izquierda, de
los sindicatos, organizaciones estudiantiles y sociales.
- Estas políticas tuvieron un carácter institucional, por
cuanto en su diseño e implementación se involucró a todas las instituciones del Estado
que fue necesario.
- Tuvieron un carácter sistemático, que se expuso en su
lógica y coherencia según sus objetivos.
- Tuvieron un carácter masivo, por cuanto afectaron a cientos
de miles de personas, que perdieron su libertad, fueron a dar a campamentos de prisioneros
sin derecho a juicio, miles fueron torturados en cárceles clandestinas, miles afectados
por allanamientos violentos - basta recordar los allanamientos nocturnos a poblaciones en
que los hombres eran llevados a las canchas de fútbol y sus brazos timbrados, miles los
exiliados, miles los asesinados, y sólo estoy hablando de las garantías individuales
afectadas relativas a la vida, a la libertad, a la integridad física y síquica.
- Cuando hoy hablamos de violaciones a los Derechos Humanos,
se simboliza el tema en los detenidos desaparecidos, los ausentes siempre presentes. Pero
en realidad, cuando se habla del tema de los Derechos Humanos tenemos que tener presente
cuantos cientos de miles se sienten directamente involucrados.
- Esta realidad, de los casos concretos de violaciones a los
Derechos Humanos, es una realidad cierta, incontrovertible, y produjo tina consecuencia
muy profunda en la sociedad que yo llamo, "la fractura del alma nacional". Chile
desde entonces es una sociedad profundamente dividida, se perdió el sentido de unidad
nacional.
- La doctrina de la seguridad nacional que se entronizó en
Chile, al igual que en casi toda América Latina, introdujo el concepto de "enemigo
interno". Esta doctrina ajena a la historia doctrinal de nuestras instituciones
armadas, efectivamente produjo el efecto nacional de chilenos contra chilenos, en una
supuesta realidad de guerra interna. Así por ej.: el profesor universitario que enseñaba
"democracia", era un "enemigo", también lo era el dirigente sindical
que convocaba a la huelga. Así una conducta sindical pasaba a tener el carácter de
"conducta enemiga", ¡cuántos desaparecieron por conductas de esta naturaleza!.
Por qué dialogar: para enfrentar
civilizadamente por la vía de la conversación, los costos dramáticos de esta realidad,
como dije cierta e incontrovertible, cualquiera sea la explicación de los porqué de la
misma, que nunca podrán justificarse y que a mi juicio respecto de la cual todos tienen
derecho a expresar su opinión más allá de esta mesa de diálogo.
II. En cuanto a que dialogar
De lo que ocurrió, que es lo que he señalado.
Pero específicamente de los casos de los detenidos
desaparecidos.
A mi entender la política represiva de la desaparición
forzada de personas llevada adelante entre 1973 a 1977, sin perjuicio de los demás casos
que se presentaron con posterioridad tuvo objetivos muy claros:
a) El principal: sustraer, sacar de la sociedad al
"enemigo", sin tener que asumir ante la sociedad que sustraer al enemigo de la
misma, era, secuestrarlo, llevarlo a una cárcel clandestina, torturarlo, mantenerlo vivo
por algún tiempo que a veces se prolongó por bastante tiempo, y luego hacerlo
"desaparecer". Todo este actuar clandestino de las fuerzas represivas era al
amparo de la institucionalidad visible, la que se expresaba a través del Ministerio del
Interior. No solo entonces se negaba la detención de la víctima, sino que además le
imputaba a la víctima conducta tales como que se había ido fuera del país. Un caso
extremo de información falsa sobre sus víctimas fue cuando los funcionarios de la
dictadura en Naciones Unidas dieron a conocer una lista de detenidos desaparecidos
diciendo que no tenían existencia legal, es decir, que nunca habían nacido. Así con
esta conducta oficial se cerraba el circulo de la impunidad para los secuestros quedando
la víctima en la absoluta indefensión.
b) Un 2º objetivo - de esta política represiva, era
paralizar por el terror a las organizaciones a las cuales las víctimas pertenecían. Yo
recuerdo el impacto que producía, cuando pasaban los días y la detención no era
reconocida por las autoridades de entonces. Un escalofrío recorría a todos. Si a la
víctima le era reconocida su detención, entonces la lucha contra el tiempo era sacarlo
de la incomunicación y la tortura. Eso era soportable, por que hasta el dolor el ser
humano lo asume desde pequeño, pero la desaparición es algo muy difícil de asumir en la
conducta humana.
- La política de la desaparición forzada de personas fue
planificada y tuvo estos objetivos. Y en esta política se comprometió a la
institucionalidad de las FF.AA..
Veamos, el principal organismo represor la Dina, dependa
directamente del Comandante en Jefe del Ejército. El Comando Conjunto y sus actos fueron
decididos institucionalmente. Las cárceles secretas estaban a cargo de oficiales de la
FF.AA.. Ejercían funciones de custodios, de torturadores, analistas etc., los miembros de
las FF.AA.. Incluso los civiles incorporados a estos quehaceres eran asimilados a la
estructura militar. Los vehículos, los elementos de tortura, la infraestructura general
se compraron con recursos del Estado. Como no hablar de terrorismo de Estado. En fin este
tema, espero desarrollarlo en toda su potencialidad más adelante.
Esta política. que transformó a sus víctimas en
ausentes, la conciencia de la sociedad los transformó en siempre presentes, que
simbolizan el conflicto, la división de Chile. De ahí, que mientras ellos no estén,
estaremos ineludiblemente siempre confrontados.
a) Que las FF.AA.. reconozcan que estos hechos existieron,
que estos fueron malos hechos, que los mismos constituyeron violaciones a los derechos
humanos fundamentales de la persona humana, que tales actuaciones se fundaron en una
doctrina -de seguridad nacional- ajena a la doctrina histórica de las FF.AA.. chilenas.
b) La otra finalidad de porque sentarse a esta mesa, es
para conversar respecto de cada caso de detenidos desaparecidos. Caso a caso. Nosotros
tenemos un caudal informativo que estoy en condiciones de demostrar, he traído material
suficiente, pero puedo traer todo lo específico que se requiera. De esas informaciones
solo cabe concluir que las FF.AA.., según sea la voluntad de sus respectivos mandos
institucionales, pueden entregar la información que permita conocer el destino de los
detenidos desaparecidos. En mi opinión deben hacerlo.
- Con mucha claridad preciso, que cualquier información que
se refiera a casos concretos, necesariamente debe ser puesta a disposición de los
tribunales de justicia.
En otra oportunidad profundizaré el tema de la
responsabilidad de los tribunales, y el porqué sólo es posible resolver este tema si los
casos se resuelven en los tribunales.
Nadie siquiera imagine en esta mesa la posibilidad de una
fórmula mágica que resolvería todo sería; verdad condicionada por el requisito sin
a qua non de la impunidad garantizada para los responsables de estas conductas
criminales. Que los tribunales de acuerdo a la ley, den a cada cual lo suyo.
Los derechos a la vida, a la libertad, a la integridad
física y síquica, al igual que todos los derechos humanos, son irrenunciables e
inalienables según categorías jurídicas reconocidas universalmente en múltiples
instrumentos jurídicos firmados por Chile, las que a su vez se fundan en categorías
éticas asentadas en la conciencia universal.
Nadie puede pretender poner en un plano de negociación las
vidas de los detenidos desaparecidos. Nadie que de buena fe quiera superar la división de
Chile puede poner en un plano de chantaje moral a la sociedad, diciéndole doy cuotas de
verdad a cambio de impunidad.
Si esto no se entiende, no sólo no habremos cumplido con
las aspiraciones de la sociedad nacional, restañando heridas, sino que nos habremos
hundido un poco más, en la división en el subdesarrollo, y por que no decirlo en la
indignidad. Por cuanto tiempo más, no lo sé.
Lo que sí sé es que si hablamos con franqueza,
construimos el camino de la verdad para que los tribunales determinen lo que corresponda,
y las FF.AA.. reconocen con valor el mal que nos hicieron, todos reconoceremos el valor de
quienes son capaces de enfrentar los hechos en su justa dimensión. |