Nuestra razón de ser
El 11 de septiembre de 1973 los torturadores y
exterminadores en uniforme militar asaltaron el edificio donde funcionaban las oficinas
del diario Puro Chile después de someterlo a intenso ataque con ametralladoras de grueso
calibre. Una vez en las oficinas de Puro Chile, los bandoleros en uniforme destruyeron los
muebles, los archivos y el trabajo de los periodistas, para después amontonar los
escombros y prenderle fuego. Así, los torturadores y exterminadores en uniforme
pretendieron extirpar de la tierra chilena la presencia física de Puro Chile. Redujeron a
escombros nuestras oficinas, pero no nuestro sueño de justicia social y de un mejor
futuro para el género humano.
Ahora, de las cenizas dejadas por los bandoleros en uniforme, casi treinta años después,
renace Puro Chile, como homenaje a los caídos, a los torturados, a los desaparecidos, a
los asesinados, a los humillados y ofendidos por la garra monstruosa de los asesinos en
uniforme.
Como un símbolo de todo eso, declaro que Puro Chile renace para mantener también la
memoria de mis otros dos compañeros que mantuvieron viva la llama del sueño que
defendía Puro Chile: Eugenio Lira, muerto en Paris en el exilio, y José Gómez López,
muerto en Santiago, años después de ser asesinado sicológicamente por los torturadores
y exterminadores en uniforme. El "Paco" y el "Pepe" son probablemente
los mejores periodistas que produjo nuestra tierra en el siglo veinte. Me toca a mí, como
el único de los "tres mosqueteros" que sobrevive, la tarea de llevar nuestro
sueño adelante, más allá del alcance de la carroña humana que se apoderó de Chile
desde 1973. Y en esta tarea no estoy solo.
¿Por qué estamos aquí? Porque queremos impedir que la deshonestidad, la brutalidad y la
ignorancia borren de la mente de nuestro pueblo la historia, nuestra historia, una
historia que es la historia de un grupo de bandidos con el poder del gran dinero, apoyados
por los bandidos del norte, viviendo del trabajo, sudor y lagrimas de nuestros
trabajadores -hombres y mujeres, niños y ancianos-. Y que es también la historia de
nuestros trabajadores -niños y ancianos, mujeres y hombres- luchando por derrocar el
poder del gran dinero para formar una sociedad justa, una sociedad para todos los
chilenos.
¿Por qué estamos aquí? Porque queremos ser la memoria de nuestro pueblo para que nadie
olvide los crímenes de los generales traidores, deshonestos y asesinos. Para que nadie
olvide que los bandidos de Washington han sido los amos de los generales traidores, y que
los bandidos en uniforme o en ropas civiles protegen los intereses del gran capital, del
mismo gran capital que está envenenando nuestro planeta y condenándolo a muerte.
¿Por qué estamos aquí? Por que queremos facilitar a todo nuestro pueblo el poder
entender lo que pasa a su alrededor y, por lo tanto, con ese conocimiento, poder ganar
opinión pública, la fuerza de la gente trabajadora, y arrinconar a los bandidos y
quitarles el poder, para que nuestro pueblo pueda crear una nueva sociedad, justa, humana,
donde nuestros niños sean los amos, donde, como alguien dijo, el paisaje no tendrá
dueño. Y cuando el paisaje no tenga dueño, el hombre será libre.
Quiero agradecer la solidaridad de quienes sueñan el mismo sueño que soñaban Pepe
y Paco, y que sueño yo, y que sueñan millones de seres humanos en este planeta, la
solidaridad de los que contribuyen a la creación de un mundo mejor, más hermoso y más
dulce para nuestros niños, los niños de todos nosotros, en todos los rincones del mundo.
Por eso nuestro sueño seguirá vivo "a pesar de todo y para siempre".
Róbinson Rojas
Septiembre del año 2000
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