Armas, tráfico de
drogas y "propiedades"
Los negocios de Pinochet & familia
Arnaldo Pérez Guerra (publicado en El Siglo -
14/junio/2001)
Aún no se esclarece totalmente la "misión" que cumplía Pinochet en
Londres, cuando fue detenido por orden del juez español Baltasar Garzón. El gobierno,
que le otorgó pasaporte diplomático, ha escondido hasta ahora ese "secreto",
que lo compromete. Sin embargo, existen ciertas luces. Alan Sherman, general de división
del Ejército de Su Majestad Británica, declaró en Excelsior de México, poco después
de la detención de Pinochet, que éste había viajado "al frente de una misión
militar con el conocimiento del gobierno", para coordinar los detalles de un
importante negocio de armamentos con las empresas británicas Royal Ordnance y British
Aerospace.
Pocos recuerdan su bochornoso viaje
a Checoslovaquia -donde ingresó con "nombre falso"- en una misión similar.
Un artículo de Punto Final (PF)
Nº435 de enero de 1999, destaca: "No era su primer viaje ni era el primer negocio de
esta naturaleza. Los gastos militares chilenos son cuantiosos y superiores a los niveles
promedio de América Latina. Eso convierte a nuestro país en un cliente apetitoso dentro
de un mercado plagado de comisionistas, intermediarios y agentes con influencia que
determinan las adquisiciones de armamento. (...) El impulso dado por la dictadura a la
industria militar, permitió que a principios de la década de los 80 Chile se convirtiera
en el primer exportador de armas de Latinoamerica hacia países del Tercer Mundo".
Se recordaba, además, que en ese
momento FAMAE (Fábricas y Maestranzas del Ejército), mantenía y desarrollaba
"contratos de coproducción con empresas privadas de Gran Bretaña, Suiza, China,
Malasia y España, con las que comparte, entre otras, licencia de producción de material,
destacándose la fabricación de fusiles SIG y de carros blindados Mowag". Proyectaba
"coproducir" el cohete Rayo con la Royal Ordnance, que ese año se destinó a
unidades del Ejército.
La "misión" de Pinochet
ciertamente tenía que ver con ese proyecto, además de analizar otras posibles
colaboraciones y "negocios" con empresas de armas. Su "asesoría"
incluía también jugosas ganancias, reforzadas por la actitud de los gobiernos
concertacionistas que han privilegiado el desarrollo de la industria militar como parte de
"las metas de desarrollo y modernización de las FF.AA." PF recordaba que
"el Estado ha hecho importantes esfuerzos tendientes a buscar clientes en el
extranjero, así como socios para la producción del material bélico, y ha promovido
tales manufacturas a nivel de sus relaciones internacionales. De este modo, se han
suscrito numerosos acuerdos, y negociado patentes, estrechando vínculos con empresas
extranjeras entre las que destacan las suizas SIG, Mowag, y Oerlikon; las francesas GIAT,
Creusot Loire, Thomson Brandt; la inglesa Royal Ordnance; y la belga Cockerill
Mechanical".
CHILE EN EL NEGOCIO DE LAS ARMAS
Nuestro país mantiene, desde la
dictadura, estrechos vínculos con la industria militar mundial, que le han servido no
sólo para "negocios" legales, como la compra de material bélico en áreas en
que no cuenta con capacidad para fabricar.
El descubrimiento del tráfico de
armas a Croacia en enero de 1992 reveló la punta del iceberg de una práctica de antigua
data. En esos días, en un terminal aéreo de Hungría se descubrieron 2 containers con
decenas de toneladas de armas que salieron de FAMAE. Yves Marzialle, representante de la
empresa francesa IVI Finance Management contrató un avión de Florida West para el
traslado. Tanto él como FAMAE violaban así el embargo de la ONU. Su "contacto"
era el general (r) de la FACH Vicente Rodríguez, ex jefe de inteligencia y representante
de ENAER (Empresa Nacional de Aeronáutica) para América Latina, socio del coronel de la
FACH, Edgard Ceballos Jones, torturador del SIFA y Comando Conjunto. Rodríguez era parte
de lo que se llamó "La Cofradía", la continuación de la "Operación
Cóndor", esta vez destinada a dar protección a los ex agentes de los organismos de
seguridad que estaban siendo requeridos por la justicia en distintos países. La venta de
armas era una forma fácil de financiar sus millonarias operaciones de encubrimiento.
En el tráfico a Croacia
aparecieron involucrados el general Carlos Krumm, el coronel Gerardo Huber -encargado de
exportaciones e importaciones del Ejército y 3er jefe de la División Logística. El
ministro Juica estableció la conexión entre la Operación Cóndor y el tráfico de
armas, sin embargo el general Rodríguez fue liberado por la Corte Suprema. El coronel
Huber, fue asesinado en el Cajón del Maipo, queriéndose hacer aparecer el crimen como un
"suicidio".
Pinochet en Londres actuaba en el
filo de la legalidad, haciendo gestiones como comisionista debido a su influencia para
determinar las adquisiciones de material bélico. El periodista argentino Rogelio García
Lupo afirma que Pinochet "buscaba cobrar su comisión por la adquisición de 3 barcos
ingleses para la Armada", gestión que "se traducía en gastos por US$443
millones, con una comisión personal de US$4.43 millones", entre otras. Había sido
"invitado" por la Royal Ordnance y la British Aerospace. Pinochet ya había
logrado el contrato de coproducción (FAMAE-Royal Ordnance) del cohete Rayo, "primera
actividad conjunta que, según los programas de desarrollo, serviría de punto de partida
para un proyecto de comercialización de armas a nivel mundial", afirma PF. Pinochet
mantenía lazos con la British Aerospace desde la Guerra de las Malvinas. Se recuerda que
"uno de los principales accionistas de la British Aerospace es la propia familia real
británica, y habría sido Pinochet quien, por intermedio de Margaret Thatcher, asesoró y
sirvió de agente para que esa empresa adquiriera el 35% de las acciones de la compañía
sueca Grippen, fabricante del avión de combate JAS 39. Estos contactos y asesorías,
sumadas al apoyo soterrado que Chile brindó a Gran Bretaña durante la Guerra de las
Malvinas, fueron razón suficiente para que Chile recibiera en compensación 14 cazas de
combate ingleses Hunter en junio de 1982, los que fueron a reforzar la base aérea de
Cerro Moreno".
Por sus negocios como
"comisionista" y "asesor", Pinochet habría recibido millonarias
sumas, que engrosaron la fortuna de su familia.
Uno de los procedimientos
reconocidos que se utilizaron para "desaparecer" la pista de cuentas y otros
negocios, es el llamado "senda verde". Consiste en efectuar depósitos,
utilizando a un tercero o nombre falso, en una cuenta de un banco internacional. Luego,
los dineros se transfieren a una cuenta de concentración en la casa matriz del banco, por
ejemplo en Nueva York, y enviados a cuentas de una "empresa" de pantalla
registrada en Islas Caimán, Panamá, Bermudas, Islas Vírgenes, etc. Protegidas por el
secreto bancario, se traspasan, en acciones, bonos o títulos de inversión, a cuentas
privadas en Luxemburgo, Suiza y otros países.
LA CUENTA DE PINOCHET
En marzo de 1999 quedó en
evidencia, gracias a la investigación del diario mexicano El Universal, la primera cuenta
bancaria de Pinochet en el extranjero, en el Banco Riggs de EE.UU. Garzón pidió congelar
las cuentas de Pinochet en Suiza y Luxemburgo, lo que fue denegado por la Corte Suprema.
Nuevos antecedentes dan cuenta que Pinochet mantenía además una póliza de seguro de
vida en la empresa Standard Life de Bermudas.
La cuenta bipersonal que mantenía
con su esposa, Lucía Hiriart, en el Riggs, se habría mantenido por varios meses en 1997,
con el manejo de un millón de dólares en marzo de 1997, siendo el primer indicio de que
Pinochet mantiene cuentas en el extranjero. Según el Universal de México, "no fue
posible confirmar que la cuenta del banco Riggs aún exista. Oficialmente el banco
declinó confirmar que la cuenta exista o haya existido, alegando las leyes de privacidad
en EE.UU. De acuerdo con una fuente familiarizada con la operación, que pidió no ser
identificada, se trata de una cuestión clásica de 'banca privada', una práctica de
bancos estadounidenses que garantiza máxima privacidad a sus clientes. 'No hay duda',
dijo la fuente, al revisar la fotocopia del estado de cuentas y asegurar que no sería la
única que la familia Pinochet tuviera, aunque también advirtió que otras cuentas han
sido establecidas a través de empresas con registro en Europa o naciones en el mar
Caribe. 'Estoy seguro que no es la única', comentó, haciendo notar la instrucción de
retener correo, lo que evitaría incluso el estado de cuentas por ruta postal".
Hasta enero de 1999 no existían
evidencias de que Pinochet hubiese enviado dinero al extranjero. El Universal agrega:
"El ex presidente siempre procuró mantener una imagen de austeridad. Hay, sin
embargo, reportes verificados sobre propiedades en Chile. (...) Versiones sobre el
enriquecimiento de sus hijos han sido frecuentes, especialmente en conexión con
operaciones financieras internacionales, incluso de compra de armas en Europa. (...) Entre
1973 y 1989 los militares controlaron gran parte de las actividades de importación y
exportación de Chile".
AUGUSTO HIJO
El 4 de enero de 1989, Augusto
Pinochet Hiriart recibió el pago de 971.940.401 pesos, equivalentes a US$3 millones.
Jamás se aclaró el porqué el Ejército le entregó ese dinero en "cheques".
Se inició una investigación, demandada por 51 diputados, pero debido a "presiones
militares" ejercidas sobre los presidentes Aylwin y Frei Ruiz-Tagle, el gobierno
solicitó al Consejo de Defensa del Estado el cierre de la investigación, argumentando
razones de Estado.
Los negocios de Augusto hijo
comenzaron cuando, siendo oficial del cuerpo de Blindados, fue enviado a EE.UU. para
recuperarse de un accidente. En Los Angeles adquirió una propiedad en US$300.000 (El
Siglo/octubre de 1997). En ese momento tenía un "sueldo" otorgado por Lan
Chile, empresa aérea que fue utilizada por la DINA para sus operaciones. "Agustín
del Pino", como se hacía llamar, figuraba "asignado a la oficina de Sacramento,
a pesar de que residía en Los Angeles". También aparece "asociado" a la
empresa de pantalla Pedro Diet Lobos, filial de la DINA.
Otro de sus "negocios"
fue adquirir 2 terrenos (1.600 hás.) en Dalcahue, Chiloé, por US$80.000, en 1979,
pagando en efectivo 2.000 dólares. Las letras de cambio y cheques del Banco Santander
fueron protestados, sin embargo pudo continuar participando de empresas. Figura como socio
de la compañía Minera Saint Etiene Ltda. y Mario Vargas y Cía., según investigación
de Análisis (septiembre/1990), además de Alberto Collarle y Cía. Ltda., y la firma
norteamericana Union Resources Corporation (URC).
Esta compañía, que estuvo
envuelta en "transacción irregulares" de cobre en Argentina, según denuncia de
American Metal Market, revista de EE.UU., tenía negocios con Westinghouse Electric
Corporation para quien debía entregar grandes cantidades de cobre. Pinochet Hiriart
viajó a Chile para "hacer efectiva la operación", solicitando a CODELCO
120.000 toneladas métricas de cátodos, en los que obtendría jugosas comisiones (11
dólares por tonelada más 50% de los beneficios de la venta). Ante la negativa de los
directores de CODELCO, el general Pinochet los citó. Finalmente, "accedieron al
negocio", en el que también se involucró a ENAMI. Este es sólo uno de los
"afortunados" negocios de los hijos del dictador.
Por lo menos dos de sus hermanos
han seguido los mismos pasos. Marco Antonio era representante en Chile de las lanchas
Chaparral, que eran comercializadas a través de Bathich Motoren, quien además era su
socio. Su hermana Lucía incursionó en la venta de seguros a través de las empresas
Storil Ltda. y Metrópoli Ltda., que realizaron oscuras transacciones con el Instituto de
Seguros del Estado (ISE).
El comando de Industria Militar e
Ingeniería del Ejército "pagó" a Pinochet hijo tres cheques (cuenta
Nº9007334), equivalentes a US$3 millones. Según el diario La Nación (septiembre/1990),
estos dineros correspondía al pago del porcentaje de acciones que Pinochet hijo tenía en
la fabrica de armas Proyectos Integrados a la Producción S.A. (PSP), la que había sido
"comprada" en esa fecha por el Comando de Industria Militar e Ingeniería del
Ejército. PSP estuvo integrada por altos oficiales del Ejército, siendo sucesora de
Valmoval, que se declaró en quiebra en 1982.
En octubre de 1990 se constituyó
una comisión de la Cámara de Diputados. Contraloría entregó los antecedentes al CDE,
que presentó en abril de 1993 una denuncia por "pérdida de patrimonio del
Fisco", en el 5º Juzgado. El Ejército respondió con el "boinazo", un
levantamiento militar el 28 de mayo. Según algunos especialistas en el tema, la familia
Pinochet se encuentra entre las diez de mayor fortuna de Latinoamérica.
"PROPIEDADES"
El "empleado público"
Augusto Pinochet Ugarte y el comerciante Sergio Ternicier realizaron en abril de 1978,
ante el notario José Valdivieso, una transacción. Pinochet compraba a Ternicier la
Quinta Croce (12.000 mts. cuadrados), por 400.000 pesos. Un mes después, ante un nuevo
notario, se realizaba una operación similar. Carmela Suárez vendía 140 mts. cuadrados,
adyacentes al sitio anterior, por $30.000. El precio pagado por los terrenos era
irrisorio, tomando en cuenta que se encontraban en sitios urbanos.
En octubre de 1980, ante el notario
Jaime Morandé, Sergio Cadenasso Ferroggiario "compraba el predio" de Limache
por 3 millones de pesos. Cardenazo era general de Ejército y vicepresidente de la Caja de
Previsión de la Defensa Nacional (CAPREDENA). Las utilidades del "negocio"
superaron el 230% de la "inversión original". Se produjo un escándalo incluso
internacional cuando se supo lo que había ocurrido. Se presentó una denuncia ante la
Contraloría. La Secretaría General de Gobierno respondió que: "La propiedad
adquirida por S.E. para su descanso y el de su familia, carecía de la privacidad que se
buscaba, por lo que fue vendida a la CAPREDENA, que requería terrenos en Limache para la
construcción de una población destinada a sus afiliados".
La revista Cauce encabezó las
denuncias en los medios de prensa. En febrero de 1984 dio con graves antecedentes: el
terreno fue tasado en 9.030.560 pesos en enero de 1984 por CAPREDENA, mientras que el SII
al mes siguiente otorgó un avalúo por sólo $485.307. Además, la Quinta Croce no era
apta para instalar edificios, pues el terreno estaba anegado por un canal colector de
lluvia, cubierto de fango. CAPREDENA "compró" a Pinochet sin evaluación
técnica previa ni licitación, supuestamente para el Conjunto Habitacional Huamachuco. Se
ejecutaron costosas obras, como el abovedamiento de un canal y la construcción de un
sumidero, antes de la "edificación" 64 casas. El escándalo fue mayúsculo.
Pinochet buscó un nuevo terreno
donde construir su casa de descanso. El teniente coronel de Ejército Ramón Castro
Ivanovic se encargó de la "misión". A través de la corredora Fritz
Propiedades, encontró una parcela de 7 hás. en el Melocotón Alto. En enero de 1979,
Castro Ivanovic "compró" el predio a Jorge Alvaray y Luis Saavedra por
$240.000, quedando inscrita a nombre del "empleado público". El dictador
quería edificar su casa de descanso de 606 mts. cuadrados, 3 edificaciones anexas,
hectáreas de almendros y nogales, piscinas y parques. La casa principal debía contar con
3 niveles y terrazas. En varias oportunidades se detuvo la obra, deshaciendo lo avanzado
para dar en el gusto a Lucía Hiriart, lo que significó exceder el presupuesto inicial
previsto por Del Pozo, Montes y Cía. Ltda. Augusto Pinochet solicitó un
"préstamo" a la Caja de Defensa Nacional. El propio general Sergio Cadenasso
aprobó $1.800.000, "a plazo", pero de 24 años.
Los encargados de seguridad
evaluaron que el sitio no brindaba garantías, por la cantidad de predios colindantes y
"vecinos". Se presionó a los propietarios para que "vendieran".
Autorizado por Pinochet, el teniente coronel Castro Ivanovic adquirió predios vecinos por
$3.154.945 pesos. Poco después, Pinochet compró otro por $1.600.000, y en enero de 1982
otro por $2.700.000. Los dineros fueron "pagados" por el Ministerio de Obras
Públicas, autorizado por Decreto Supremo Nº1.319 (diciembre/1981), con las firmas del
propio Pinochet, el ministro general Patricio Torres, y el ministro de Bienes Nacionales
general de carabineros René Peri Fagerstrom.
Según ese decreto, la "compra
fiscal" respondía al plan del Estado de construir un camino entre las localidades de
San Joaquín y San Alfonso, camino que no se construyó. En junio de 1982, un nuevo
Decreto Supremo autorizó la venta del "terreno fiscal" al teniente coronel
Castro Ivanovic por $240.000. Del mismo modo, el Fisco adquirió 1.240 mts. cuadrados en
$1.000.000 a Elena González, que fueron "revendidos", al teniente coronel, en
$85.000.
En marzo, Castro Ivanovic adquirió
por $260.640, autorizado por el Ministerio de Hacienda mediante decreto supremo, 6.516
mts. cuadrados de "terrenos fiscales" de la línea de ferrocarril entre Puente
Alto y el Volcán.
Finalmente, en diciembre, ante el
notario José Valdivieso, Augusto Pinochet "compró" al teniente coronel Castro
Ivanovic "todos los predios" por $1.500.000. En abril de 1984, Pinochet y su
esposa, ante el notario Sergio Carmona, ex oficial de Ejército y académico de la Escuela
Militar, firmaban una escritura para "donar" al Fisco los terrenos "para el
sólo efecto de la seguridad requerida (pues en ellos) podría destacarse una guardia, y
establecer las instalaciones de seguridad requeridas".
La obra gruesa tuvo un costo de un
millón de dólares. En la zona no había red de agua potable, electricidad, ni señal de
TV. En tiempo record, tanto Chilectra como EMOS dotaron de aquellos dos servicios básicos
al sector. TVN, dirigida por el yerno de Pinochet, Hernán García Barzelatto, instaló
una antena repetidora. Las obras viales excedieron los 216 millones de pesos de la época,
financiadas por el Fisco.
En abril de 1984, los periodistas
Mónica González y Edwin Harrington investigaron el "caso de la mansión de Pinochet
en El Melocotón". El informe destinado a ser incluido en la edición Nº11 de Cauce,
llegó a manos del gobierno antes. Se decretó de inmediato el Estado de Emergencia, se
censuró a Cauce y otros medios y se dictó una nueva Ley de Abusos de Publicidad. Un
grupo de civiles golpeó a Jorge Lavanderos, quien guardaba documentos que certificaban
las irregularidades.
En mayo de 1984, un grupo de
profesionales (entre ellos Patricio Aylwin, Ricardo Lagos, Andrés Zaldívar, Gabriel
Valdés, Enrique Silva Cimma, etc.), presentaron una denuncia ante la justicia, contra el
general Pinochet por "fraude al Fisco y utilización de alto cargo público en
beneficio de su propio interés personal". No hubo ninguna investigación.
Cauce, en enero de 1984, dio a
conocer nuevos detalles de la construcción de otra casa, "el bunker de
Pinochet", en Lo Curro, zona oriente de Santiago. La construcción fue ordenada por
el comandante en Jefe del Ejército. La casa de Lo Curro había sido programada para
servir de domicilio a la familia Pinochet. Después de las denuncias, fue declarada
"construcción destinada para el uso de los presidentes de la República de
Chile". Se encuentra en los faldeos del cerro Manquehue, y requirió dinamitar
laderas y desplazar "volúmenes de tierra y piedras equivalentes al movimiento
necesario para la edificación de miles de viviendas".
El gasto estatal para construir esa
mansión fue de un 5% del presupuesto para Obras Públicas de 1984 (que ascendía a
$35.400.000.000). Se erigió sobre un terreno de 80.000 mts. cuadrados, y la construcción
de 6.000 mts. cuadrados costó US$20.000.000. Los jardines y parques significaron un costo
de $15.000.000. Cuenta con canchas de tenis, gimnasio, 250 estacionamientos, sala de cine,
saunas, central telefónica, estanques de agua, central eléctrica subterránea y una
clínica. Debido a los "gustos" de la señora Lucía Hiriart y a requerimientos
de "seguridad", el SERVIU debió hacer continuos desembolsos por "gastos
extraordinarios", por '$5.000.000 semanales. La propiedad de la familia Pinochet
significó la construcción de un puente y de una carretera urbana de 8 pistas por la
ribera del Mapocho, desde la Av. Santa María hasta Lo Curro.
La señora Lucía incorporó
"detalles" en la suit presidencial encargados a Pavez Decoraciones Ltda., por
$11.000.000. La casa cuenta con "refugio antiaéreo", "túnel de salida
secreta", "área de contra-ataque" y "zona de guardia" (con salas
de juego, comedores, dormitorios, etc., para decenas de comandos especiales).
Aylwin intentó "recuperar la
propiedad para el Fisco", pero el Ejército que aún era dirigido por Pinochet -y lo
sería hasta que asumió como senador vitalicio durante el gobierno de Frei-, se opuso.
Hoy es el Club Militar de Lo Curro.
HISTORIAS DE LA
"NARCODICTADURA"
Las investigaciones periodísticas
"Pinochet. The Politics of Torture" (1999) de Hugh O'Shaughnessy,
"Traficantes & Lavadores" (1996) de Manuel Salazar, y "La Delgada
Línea Blanca. Narcoterrorismo en Chile y Argentina" (2000) de Rodrigo De Castro y
Juan Gasparini, revelan las conexiones entre la dictadura, la familia Pinochet y el
tráfico de drogas. Una estrecha relación que ya era bien conocida. En "Asesinato en
Washington" (1980) los periodistas Dinges y Landau, utilizando fuentes del FBI,
informan que Manuel Contreras, director de la DINA, "dio protección a
narcotraficantes, recibiendo por ellos pagos que fueron a la DINA y al lobby cubano
anticastrista", lo que demuestra que las "conexiones y negocios"
involucraron a alto nivel a la dictadura, las FF.AA. y los servicios de seguridad. Una
forma de "financiar" las operaciones exteriores de la DINA fue el comercio
clandestino de drogas y el tráfico de armas.
Los negocios entre Marco Antonio
Pinochet, hijo del ex dictador, y Yamal Edgardo Bathich, un conocido narcotraficante,
fueron investigadas por la revista Análisis (enero/1993) y son parte de la investigación
de De Castro y Gasparini. Marco Antonio y Bathich eran accionistas en la empresa Chile
Motores.
Posteriormente, Jesús Ochoa Galvis
-narcotraficante colombiano- se vinculó a la compañía que cambió a Focus Chile
Motores. Bathich, además, mantenía "negocios" con su primo, Monzer Al Kassar,
traficante de armas sirio condenado en Londres por tráfico de drogas. Todos los negocios,
incluyendo sociedades en Panamá, estaban a cargo de Héctor Novoa (hermano del actual
senador UDI, Jovino Novoa).
Según O'Shaughnessy, nuevos
antecedentes entregan un convincente panorama de la larga vinculación entre la dictadura
y la droga, que Dinges y Landau denunciaron: "Pinochet envió a la DEA de EE.UU. un
avión cargado de narcotraficantes detenidos después del golpe (...) luego la mano
derecha de Pinochet, Manuel Contreras, puso sus propios hombres bajo protección de la
DINA, en las mismas plantas de elaboración y puntos de embarque. Los cubanos
anticastristas llevaban una parte en la operación. Las enormes ganancias fueron a
suplementar el presupuesto clandestino de la DINA. Pinochet sostuvo a menudo que él
controlaba a la DINA y en realidad lo hacía respecto de todo lo que sucedía en Chile.
(...) A la luz de sus propias declaraciones y de las hechas por Manuel Contreras, sería
imposible imaginar que el dictador ignoraba el tráfico de drogas".
LA CNI, BATHICH Y BARAMDYKA
Hugh O'Shaughnessy relata otras
vinculaciones. Frankell "Trinidad Moreno" Baramdyka, infante de marina
norteamericano, traficó droga y dinero en Centroamérica y el Caribe bajo órdenes de
oficiales norteamericanos, en beneficio de los "contras". Su esposa chilena era
accionista de la empresa pesquera Redes del Pacífico. Otro accionista, Federico Silva,
figuraba como funcionario del Consulado chileno en Los Angeles, mientras su padre,
Fernando Silva, era director del Departamento de Fronteras del ministerio de RR.EE., en
1985. Baramdyka trabajó como gerente general de Redes del Pacífico, que era ocupada como
empresa pantalla para "exportar" cocaína.
En marzo de 1987, EE.UU. pidió a
la dictadura su arresto y extradición. En diciembre de 1987, la Corte Suprema decidió
que podía ser extraditado, sin embargo Pinochet no lo dejó salir. Permaneció detenido
por giro doloso de cheques. Sabía mucho.
Sus "contactos"
colombianos habían sido abastecidos de materias primas para la elaboración de cocaína
por el Complejo Químico Industrial de Talagante del Ejército. Declaró que había
entregado 2 millones de dólares a un directivo del consulado de parte de los colombianos,
como pago.
Reconoció su relación con Bathich
y otros: "Bathich decía tener buenos contactos en los más altos niveles del
gobierno de Pinochet y con los servicios de inteligencia. Se jactaba de importar cocaína
desde Brasil oculta en motores de segunda mano y a través de camionetas y helicópteros
desde Bolivia. Una cierta cantidad era reexportada a EE.UU. con la ayuda de personal de
una aerolínea".
Según Baramdyka, en diciembre de
1985 fue llamado "al cuartel general de las FF.AA. en la Alameda para una entrevista
con el 'coronel Gutiérrez', jefe de las operaciones de narcotráfico. Respondía
directamente al general Humberto Gordon, entonces jefe de la CNI", que fue sucedido
por el general Hugo Salas Wenzel. Le confirmó lo que le había comentado Bathich.
"Un problema serio, agregó el 'coronel Gutiérrez', era que las cosas estaban
saliendo mal en Estocolmo", base principal de las operaciones terroristas y
relacionadas con narcotráfico de la DINA y la CNI.
Relató su participación en los
negocios de la CNI en Madrid, organizando una nueva red de venta de cocaína para
sustituir al centro que funcionaba en Estocolmo. Uno de sus contactos fue un oficial
chileno destinado antes a la capital sueca. Agregó que en 1986 (marzo/junio/octubre) y
1987 (marzo/junio), organizó "numerosos vuelos desde Chile con embarques de cocaína
por un peso total de 12 toneladas disimuladas en envíos de bombas de racimo para Irán e
Irak".
Los despachos se hacían en la
Fábrica de Material de Guerra del Ejército (FAMAE) en Santiago y eran llevados en
vehículos militares al Aeropuerto Pudahuel. La droga se destinaba a Europa y puntos
intermedios, a menudo el Aeropuerto de Port au Prince (Haití) o en Islas Canarias. Uno de
los aviones utilizados para los embarques había sido "charteado" por una
compañía británica registrada como Quinn Freight, y fue el mismo que usaron Robert Mc
Farlane y el coronel Oliver North para viajar a Irán a negociar el plan Irán-Contras.
-------------------------------------------Tomado
de Rebelión-------------- |