De La Nación - 28 agosto 2005
Ricardo Ffrench-Davis y las correcciones al modelo económico
Si se mantiene la desigualdad, todo puede
explotar
Mucho mejor que antes, pero con mucho pendiente. Así podría resumirse el balance de la
política económica concertacionista que hace el galardonado académico, para quien
hay muchísimas y escandalosas filtraciones de impuestos en los sectores de mayores
ingresos, que están en el corazón de la falta de equidad. Y también ilumina sobre
la olla a presión que se esconde tras el sistema de AFP.
Por Mirko Macari
Si algo destaca en el currículo del recientemente elegido Premio
Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2005, es que estudió Economía en la
Universidad Católica y realizó su PhD en Chicago. Una conjunción de factores que
habitualmente arroja como resultado un sumo sacerdote del neoliberalismo, de esos que
repiten como mantram la fórmula de más mercado y menos Estado.
-Tiene ideas poco ortodoxas, pese a ser Chicago boy.
-Así es, es que aprendí bien la economía. No copio, sino que innovo.
Soy muy independiente mentalmente.
-¿Qué tan independiente? Usted es militante democratacristiano.
-Sí, desde el año 58. Desde que perdimos una elección, no
necesariamente me guío por los ganadores, sino por lo que creo justo.
Y hasta ahí no más llega Ffrench-Davis a la hora de hablar de
política. Es que este profesor universitario, ex Cieplan y actual asesor de Cepal y
profesor de la Universidad de Chile, ex director de estudios del Banco Central y derrotado
candidato a presidente del instituto emisor cuando Lagos nominó a Vittorio Corbo, no le
gusta ser opinólogo de lo que no es su especialidad. La política se la
dejo a los políticos, a quienes respeto, dice.
-Hay una tensión al interior de la candidatura de la Concertación
entre los más liberales y los que hablan de fuertes correcciones al modelo económico.
-Mi experiencia fue en el grupo de los 15, y los 15 apoyamos la idea de
que debíamos seguir haciendo correcciones al modelo, y se han hecho correcciones
importantes: Chile Solidario no es neoliberal, Chile Barrio no es neoliberal, subir el
salario mínimo en más del ciento por ciento en 10 ó 15 años no es neoliberal; es la
antítesis de Pinochet. Con Pinochet cayó, en 16 años, el salario mínimo en un 7%, con
la política de la Concertación en 15 años el salario mínimo se duplicó. Subir los
impuestos el año 90 no fue neoliberal, es la antítesis. Pero necesitamos muchas más
correcciones muy fuertes, y una síntesis de ellas está presente en el manifiesto.
-Carlos Huneeus planteaba que había algunos liberales cercanos a la
candidatura de Michelle Bachelet que, en políticas sociales y económicas, eran más
papistas que el Papa.
-Comparto con Carlos muchas cosas, creo que es un gran analista. Yo
diría que el manifiesto recoge muy bien la valorización de los grandes avances que ha
tenido Chile, porque los 15 años de la Concertación son radicalmente distintos, en
términos de distribución del ingreso y de lo que pasa con el salario mínimo, y en
términos de muchas acciones significativas en materia económica, que hoy día le dan
prestigio a Chile, como por ejemplo la regulación de los mercados de capitales. Muchas
veces se menciona en inglés el término the Chilean style, el estilo chileno de la
regulación de la cuenta de capitales golondrina, que fue tan positivo en los 90. El
manifiesto de los partidos de la Concertación ha sido un muy buen balance de los
numerosos logros alcanzados, y de las falencias, antiguas y nuevas, que tenemos que seguir
corrigiendo al modelo neoliberal. Fue discutido con la candidata, en dos instancias con
ella, en un diálogo muy positivo con el grupo. Me impresionó la enorme capacidad de
Michelle Bachelet para captar los puntos estratégicos y las interrelaciones entre ellos.
-¿Se puede entender que esta línea es la misma planteada por
Adolfo Zaldívar cuando hablaba de las injusticias del modelo y las necesarias
correcciones?
-Sin duda que sí. Pero también refleja un interés profundo de la
Concertación de avanzar más en reducir la desigualdad en Chile. Lo que tratamos, desde
la perspectiva económica, es cómo hacer las correcciones al modelo para combinar más
crecimiento y más equidad. Para hacer correcciones tenemos que meterle sustancia, hechos
concretos: cómo manejar la política monetaria, la cambiaria, la cuenta de capitales, la
fiscal; si no lo hacemos, nos quedamos en puras palabras. El manifiesto plantea
corrección del modelo, textual, con esas palabras; eso lo defendimos, y tuvimos el apoyo
de los 15 miembros del equipo de trabajo, que representan a la totalidad de los partidos
de la Concertación. Reitero que la Concertación tiene una mejor distribución del
ingreso que la que dejó Pinochet; ahora, hay una línea suave, demasiado suave, de
mejoramiento.
-Parte de la crítica era a la condición de la pequeña y mediana
empresa. ¿Cuál es la situación de ese sector?
-Que están en varios ámbitos arrinconadas por la gran empresa, y un
país para que tenga desarrollo necesita una buena armonía entre la pequeña, la mediana
y la gran empresa, y para eso se necesita corregir el modelo.
-¿Eso no lo resuelve la mano invisible?
-Obviamente que no. La mano invisible favorece siempre a los poderosos,
es inevitable. Entonces, se necesita la mano muy visible del Estado que ayude a mejorar
las oportunidades para los que están en los sectores medios y bajos. Por eso necesitamos
apoyo a la clase media y los sectores populares, y eso tiene mucho que ver con el empleo
productivo, y el empleo productivo no se da en la gran empresa, se da en la pequeña y
mediana empresa, en cifras entre un 70 y 80%.
-¿Qué se ha hecho mal para que las pymes estén tan arrinconadas?
-Hay que hacer varias cosas. Una, tiene que ver con la capacitación
empresarial y laboral, ayudar a mejorar su productividad. Si las pequeñas y medianas
empresas producen más, ayudan más a los sectores medios y bajos, porque están ubicadas
en esos sectores, y con eso estamos teniendo crecimiento y equidad al mismo tiempo. Si
solamente crece un 20% del país, no se obtiene equidad, ni tampoco crecimiento; porque
cuando sólo el 20% crece, hay un 80% que no crece, y por lo tanto, la suma total de
crecimiento del período va a ser más limitada. Es lo que pasó en la dictadura de
Pinochet: el 10% más rico creció mucho y el total creció menos del 3%; por lo tanto, se
concentró toda la acumulación en ese 10, y el 90% de los chilenos retrocedió en los 15
años. Recuerde que el salario promedio era menor el año 89 que en 1970.
-¿Usted cree que el BancoEstado ha cumplido su rol en este tema?
-Ha ido mejorando. Pero requiere más fuerza en su rol, y también un
rol mucho más fuerte de la Corfo en innovación. Acordémonos que cuando llegamos a la
democracia estaba prohibido que el sector público se metiera al tema de la innovación.
Se decía: Eso lo resuelve la mano invisible. Uno hablaba de innovación y
políticas de desarrollo productivo y algunos extremistas de derecha creían que uno
estaba en contra de la empresa privada. Nos demoramos varios años en lograr que el tema
se empezara a abordar sin sufrir una descalificación de la prensa derechista.
-Como parte de la ortodoxia neoliberal.
-La receta neoliberal se basa mucho en los movimientos de capitales
golondrinas, en las platas que se mueven durante la noche, y eso no es desarrollo
productivo. Esa plata le crea graves problemas al desarrollo productivo por las frecuentes
crisis financieras, porque esas platas líquidas vuelan. Entonces, dejan un faltante
después de acostumbrar al mercado a la abundancia, y esas son las crisis financieras que
Chile sufrió en 1975, 1982 y, más suavemente, en 1999. Argentina la sufrió muy
intensamente; México y Corea la sufrieron. Entonces, ¿qué es lo que necesitamos?
Fortalecer el segmento de largo plazo del mercado de capitales, o sea crear
institucionalidad, crear instrumentos que proveen fondos a cinco, diez o veinte años a
gente que tiene ideas para desarrollar producción en pequeñas y medianas empresas.
-Parte de las posibilidades de éxito de la candidatura de la
Concertación es que estamos en la parte alta de un ciclo. ¿Está Chile más preparado
que el 98 para enfrentar la parte baja del ciclo?
-El mundo tiene altibajos. La volatilidad financiera se ha globalizado
y ha llegado a todas partes del mundo, y es uno de los males de la globalización; pero
hay muchos bienes en la globalización, entre ellos los valores democráticos y los
espacios para exportar mejor.
-Cosa que no se hizo y que nos repercutió en la crisis del
98.
-Lo que pasó el 98 y el 99 fueron pifias que se sembraron
el 96 y 97, y que criticamos cuando se estaban sembrando. Pero se decía:
Chile está inmune, le fue tan bien con el tequilazo que no lo tocan. Pero
Chile no fue tocado por el tequilazo, porque tuvo unas políticas antitequilazos
deliberadas; de nuevo recordemos el eficaz encaje sobre los flujos de capitales
golondrina. Hoy día tenemos algunas herramientas muy positivas, y otras negativas frente
a esos riesgos. Entre las positivas está el balance estructural fiscal: el principio de
guardar en las vacas gordas para tener en las vacas flacas. ¿Qué es lo que tenemos de
peligro? Que el dólar se nos abarate más que hoy día y con ello el déficit externo
empiece a agrandarse.
-Y el precio del cobre no se va a mantener siempre alto.
-Es evidente que el precio del cobre va a bajar. Recuerdo que hace tres
años se decía: Estamos jodidos, se acabó el cobre, vamos a llegar a precio
cero, y hoy día muchos de esos mismos dicen: Vamos a tener precios para
siempre en alza. Son mentes muy cortoplacistas, que se ponen muy optimistas o muy
pesimistas con gran facilidad, y eso es una trampa contra el desarrollo y la equidad. Este
es un debate en esta profesión: los que se van por la vía neoliberal y los que se van
por la vía de crecimiento con equidad, y los dos son caminos divergentes.
LA CRISIS DE LAS AFP
-¿Los impuestos deberán aumentarse para dar cabida a las demandas
sociales en el próximo Gobierno?
-El país está cerrando la brecha de financiamiento. Están los
avances con la anterior ley contra la evasión, el royalty y la supresión del artículo
57 bis, y hay que cerrar varias brechas más de evasión y elusión tributarias. Tenemos
un buen espacio para más equidad tributaria; no tenemos que subirle la tasa a los que
pagan correctamente, tenemos que aplicarle la tasa efectiva a los que están evadiendo o
eludiendo.
-Chile es uno de los países con menor índice de evasión. ¿O no
es tan así?
-En comparación con América Latina estamos muy bien, pero comparado
con Europa Occidental, Estados Unidos y Japón, tenemos evasiones mucho mayores. Ello es
muy regresivo e injusto contra los honestos. Hay muchas filtraciones escandalosas. Así
como la desigualdad es escandalosa, las evasiones y elusiones también son escandalosas,
están en el corazón de la falta de equidad. Hay que captar esos recursos de los altos
ingresos y destinarlos a los sectores medios y bajos.
-¿Esta es una práctica sistémica en las grandes empresas?
-No, yo diría que muchos son vacíos tributarios que nos dejó la
dictadura. El artículo 57 bis era una herencia de la dictadura, y la Concertación trató
de eliminarla desde hace 15 años, pero no tenía mayoría para eso. Con todo el revuelo
alrededor de combatir la desigualdad, la derecha no se atrevió a votar en contra, lo cual
resultó muy positivo con la eliminación de ese privilegio injustificado.
-El programa de Bachelet contempla un cambio en el sistema de
pensiones. Se dice que se está incubando una crisis de proporciones que se manifestaría
a partir del 2010.
-Es muy clave anticiparse a los problemas. Algunos de los rasgos
esenciales del sistema van a seguir, que tiene que ver con cuánto capitaliza cada
persona. Pero, ¿qué es lo que pasa con la capitalización? Hay un 40% que está fuera
del sistema, pues mes a mes está cotizando apenas cerca del 60% de la gente. Con los
gobiernos de la Concertación ha ido mejorando, pero vemos que es muy insuficiente.
-¿Cuál es la magnitud del problema social que se puede venir
encima?
-Primero, los que no cotizan. Hay una parte, que son los sectores ricos
que no necesitan cotizar, que escogieron trabajos por cuenta propia. Pero están también
los que fueron lanzados a independientes, los echaron de sus trabajos y cayeron a un
mercado muy precario. ¿Cuándo se caen las cotizaciones? Cuando se produce más
volatilidad en los empleos, cada vez que tenemos los bajones económicos. Cuando tenemos
auges económicos, normalmente los aprovecha el 10% más rico, cuando hay recesiones las
sufre el 80% del país. Cuando tú sumas esto a través del tiempo, si tenemos cada cinco
o diez años una acelerada y una frenada, deja una huella regresiva profunda.
-¿Por dónde van las correcciones al sistema previsional?
-La corrección importante no es que las AFP se lleven las platas para
afuera de Chile, como lo leí en la prensa, con una ingenuidad infantil tratando de decir
que esa es una solución para el tipo de cambio o para los jubilados futuros. No, a los
jubilados futuros, ¿qué es lo que les conviene? Que tengan empleos productivos durante
45 años, no pasen 10 o 15 años de sus 45 años cesantes o con trabajos precarios; a los
hombres y mujeres que ponen su plata en las AFP, les conviene que los fondos de las AFP se
usen en desarrollo productivo en Chile y no estén en un banco en Estados Unidos. Esa es
una perversión profundamente neoliberal, y que se le ha vendido a mucha gente de buena
voluntad, honesta y transparente, que ha caído en la trampa. Al final, si lo seguimos
haciendo bien en democracia, los fondos rinden más en Chile que en los paraísos fiscales
o en Estados Unidos. ¿Creemos en el futuro de Chile o no? LND
|