De La Tercera - 13 diciembre 2004
Estudio elaborado en Chile por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), según
cruce de datos de la encuesta Casen y del Sernam
Sólo 15% de las personas con empleo estable tiene
buena calidad de vida
Por Ana María Morales
Tener un empleo bien remunerado no garantiza un buen nivel de vida y
tampoco óptimas relaciones familiares. En el país sólo un tercio de los chilenos cuenta
con un trabajo de calidad, pero de éstos apenas un 15% tiene acceso a bienes considerados
básicos en un hogar y tiempo disponible para disfrutar con su familia y, de ellos, un 8%
tiene lazos afectivos estables.
Así lo indica un estudio realizado por la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) bajo el título "Chile: trabajo decente y
calidad de vida familiar (1990-2000)", elaborado -a través del cruce de cifras
de la encuesta Casen y del Sernam- por el ex director para el cono sur de América Latina,
Ricardo Infante, y el consultor externo de la institución Guillermo Sunkel.
"Esto es muy duro de reconocer. Esas cifras pasan por la vista de
la gente, pero no se asimilan o no las asocian", señaló Infante.
Para definir un empleo de calidad se consideraron tres factores: un
ingreso superior a los US$ 820 (equivalentes a $ 450.000), que el trabajador tenga
contrato y que cotice en el sistema previsional.
Según este parámetro, un 32% de los chilenos (un millón 700 mil
personas), tiene un empleo que cumple con esos estándares, mientras que un 51% tiene una
ocupación regular y un 17% una situación precaria.
Pero lo que llama la atención de los autores del estudio es que cuando
este factor se cruza con el nivel de vida de las personas, se detecta que sólo un 15% de
ese grupo de los trabajadores privilegiados tiene un buen pasar.
La calidad de vida se midió de dos maneras. La primera por el acceso
que el trabajador tiene a determinados bienes materiales, como refrigerador, lavadora
automática, teléfono fijo y móvil, videograbadora, computador, microondas y conexión a
internet.
Aquellas personas que contaban con todos estos bienes se ubicaron en el
nivel alto, los que tenían todos estos elementos, excepto el computador, estaban dentro
del rango medio, y los que sólo poseían refrigerador y/o teléfono fijo, quedaron en el
nivel básico.
La segunda medición consideró la disponibilidad de tiempo y acceso a
espacio físico en el hogar. Aquí se percibió que los ocupados en puestos de buena
calidad trabajan más de 48 horas semanales, por lo cual no quedan con tiempo suficiente
para disfrutar con su familia. Es así como sólo un 15% estaba en el nivel óptimo,
mientras que un 52% tenía un pasar regular y un 33% bajo.
Esta situación es más evidente, cuando estas mismas cifras se cruzan
con otras encuestas de violencia intrafamiliar elaboradas por el Sernam y la Universidad
de Chile, donde un 8% de la población empleada y con buena calidad de vida tiene
relaciones familiares.
Desafíos
"En general, el empleo decente está asociado a un número de
horas de trabajo superior a las 45 semanales en todos los grupos de trabajadores. Eso,
indudablemente, afecta a las familias, las que están muy tensionadas por las limitaciones
de tiempo, lo que actúa en forma diferente a los trabajadores, según su nivel
socioeconómico", explicó Infante.
Dentro de ese contexto, el experto sostiene que lo que se necesita es
generar puestos de trabajo de buena calidad: "En la medida que la gente tenga un
empleo decente, mejora su condición y calidad de vida básica y afectiva. Ahora, ¿cómo
se hace eso? Aquello tiene que ver con el crecimiento económico del país, la
productividad, la distribución del ingreso y las relaciones contractuales".
A juicio de Infante este es un proceso relativamente lento.
"¿Cómo apurar el tranco? A través de un pacto social entre empleadores,
trabajadores y gobierno. Acuerdos que en esencia permitan distribuir mejor la
productividad general y asegurar más a los trabajadores", concluyó.
Un ejemplo que da es que del 14% de las personas con empleo precario,
5,5% tiene condiciones de vida regular y eso se debe al apoyo de las políticas sociales.
"La vía rápida sería a través de las políticas de gobierno dirigidas a los
sectores más vulnerables". |