Columna Semanal
de Amy Goodman, presentadora de Democracy Now!
Las
bajas no contabilizadas de la guerra
Por Amy Goodman - 9
agosto 2007
Al Infante de la Marina de EE.UU. cabo
primero Jeffrey Lucey no se lo contabiliza entre los muertos
de la guerra de Irak. Pero murió; luego de haber regresado
a casa. Se suicidó. Sus padres han demandado al
Departamento de Asuntos de los Veteranos y a R. James
Nicholson, el secretario de Asuntos de los Veteranos, por
homicidio culposo, mala praxis médica y otros perjuicios.
Kevin y Joyce Lucey fueron testigos del rápido declive de
su hijo tras haber vuelto de combatir en Irak en Junio de
2003. Kevin dijo: "las alucinaciones empezaron siendo
visuales, auditivas, táctiles. Hablaba de cómo oía a las
arañas-camello en su habitación por la noche, y de hecho
tenía una linterna bajo su cama, lista para usarla para
buscar las arañas-camello. Toda su vida se estaba
desmoronando".
Jeffrey le dijo a
su familia que se le ordenó ejecutar a dos prisioneros de
guerra iraquíes. Después de que matara a los dos hombres,
Jeffrey cogió sus cédulas de identificación y las llevó
puestas hasta la Nochebuena de 2003, cuando se las arrojó a
su hermana, llamándose a sí mismo asesino. Una investigación
militar concluyó que la historia carece de credibilidad,
pero Kevin Lucey afirma: "Una agencia que se investiga
a sí misma... me resulta bastante cuestionable eso. Le
creemos por completo a nuestro hijo". Joyce Lucey añadió:
"En realidad, para nosotros no importa qué fue lo que
causó el DEPT [desorden de estrés post-traumático] de
Jeffrey. Sabemos que volvió cambiado, así que algo le
ocurrió allí".
Jeffrey empeoró. Se quedaba encerrado en su habitación,
viendo la televisión y bebiendo abundantemente. Jeffrey era
reticente a buscar ayuda, temiendo el estigma que creía
acompaña a los tratamientos de salud mental. Finalmente, el
28 de Mayo de 2004, la familia Lucey consiguió que Jeffrey
ingresara, contra su voluntad, al hospital. El hospital del
Departamento de Asuntos de los Veteranos le dio el alta tres
días más tarde.
El 5 de Junio de 2004, Jeffrey había empeorado de forma
significativa. Sus hermanas y su abuelo le volvieron a
llevar a VA (Veterans Affairs – Servicio de Asuntos de los
Veteranos). Joyce afirma que el VA "decidió que no
estaba diciendo lo que debía decir para ser internado
contra su voluntad. Más tarde descubrimos que en ningún
momento llamaron a un psiquiatra o alguien que pudiera haber
evaluado su estado. Y tienen todo esto en sus registros. En
ellos se dice que el abuelo rogó que su nieto fuera
admitido".
La familia Lucey descubrió más tarde, por notas del
personal, que Jeffrey habló sobre tres formas de cometer
suicidio. Su padre lo explicó: "Les dijo que se
asfixiaría, tomaría una sobredosis o se ahorcaría. También
le confió al psiquiatra que había comprado una
manguera. Y, por supuesto, el 5 de Junio, cuando intentamos
internarlo por segunda vez y el VA se negó, Joyce y yo
recorrimos toda la casa y quitamos todo aquello con lo que
pudiera provocarse daño, pero nunca pensamos en una
manguera".
Rechazado por el
Centro Médico de Asuntos de los Veteranos, Jeffrey pasó
sus últimas dos semanas de vida en casa. Kevin Lucey
describe la noche previa al suicidio de su hijo: "Eran
más o menos las 11:30 de la noche, y tanto Jeff como yo estábamos
agotados. Me preguntó si podría sentarse en mi regazo. Así,
durante 45 minutos nos mecimos en silencio, y el
terapeuta nos dijo tras la muerte de Jeff que sin duda ese
era su último lugar de refugio, el último puerto seguro al
que sentía que podía acudir".
La noche siguiente, tras regresar a casa del trabajo, Kevin
entró apresuradamente en la casa: "Fui a su habitación,
y lo primero que noté fue que las cédulas de identificación
estaban sobre su cama". Bajó hasta el sótano, donde
encontró a su hijo Jeffrey muerto, con una manguera atada
dos veces alrededor de su cuello.
Tres años después, sus padres han presentado una demanda.
No están solos. Una demanda colectiva aparte fue presentada
por Veterans for Common Sense (Veteranos por el Sentido Común)
y Veterans United for Truth (Veteranos Unidos por la Verdad)
en nombre de cientos de miles de veteranos a los que se les
han negado servicios médicos.
La nota de suicidio de Jeffrey Lucey comienza así: "Queridos
Mamá y Papá, no hay palabras con las que pueda expresar
mis disculpas por el dolor que les he causado pero les ruego
que me perdonen. Quiero que sepan que los he querido a los
dos y aún los quiero, pero el dolor de la vida ha sido
demasiado para mí como para soportarlo".
Apoyar a los soldados significa cuidar de ellos y ellas
cuando regresan a casa.
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Amy
Goodman es la presentadora de Democracy Now!, noticias
diarias de televisión y radio transmitidas en 500
estaciones en Norteamérica y el mundo.
©
2007 Amy Goodman
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