Bolivia
LA
DEMOCRACIA GANÓ EL PRIMER ROUND
Frida
Modak
Desde
que ocho países reunidos en los Grupos de Contadora y de Apoyo a
Contadora se impusieron a la guerrerista administración Reagan
en los años ochenta e impidieron la guerra generalizada en América
Central, la región no había vuelto a levantar cabeza,más bien
la había enterrado,dominada por el neoliberalismo globalizador.
La reunión realizada en Chile por los doce países que conforman
la Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR, para tratar la
agresión de que está siendo objeto Bolivia rescató la vigencia
de los principios de autodeterminación de los pueblos,de no
intervención y de respeto a la soberanía nacional,escribiendo
así lo que se espera sea el primer capítulo
de una nueva etapa en la historia de la región.
La
administración Bush, con la colaboración de los prefectos o
gobernadores que se apodan autonomistas, con los recursos económicos
inyectados a través de la USAID y la coordinación de su
embajador, había creado una situación que debía conducir a un
golpe de estado en Bolivia, similar al que Nixon promovió en
Chile contra el gobierno de Salvador Allende. Los mismos
procedimientos, las mismas intrigas, el financiamiento a los
aliados internos y una diferencias: en Bolivia no lograban
el apoyo de los militares.
Los
prefectos intensificaron su accionar y el de sus milicias
facistoides,la violencia alcanzó niveles intolerables y el
Presidente Evo Morales declaró persona no grata al embajador
estadunidense.El Presidente venezolano Hugo Chávez hizo otro
tanto en solidaridad con Bolivia,la administración Bush expulsó
a los embajadores de esos dos países y América Latina se
encontró frente a una situación grave que no podía ignorar.La
Presidenta chilena Michelle Bachelet,talvez por la experiencia
vivida,realizó las consultas del caso y como Presidenta Pro
Tempore de UNASUR convocó a la reunión efectuada el lunes de la
semana que termina.
De
inmediato surgieron las reacciones de los que buscaban el fracaso
de una reunión ya aceptada por los gobiernos miembros.Para
confirmar su dependencia de Washington,las derechas ponían de
relieve que Chávez había dado a conocer la convocatoria antes
que Bachelet y lo consideraban una presión.Unos señalaban que
se atacaría a Estados Unidos y otros se regocijaban diciendo que
de ser así el Presidente de Brasil se enfrentaría con su homólogo
venezolano y la reunión fracasaría.La derecha chilena advirtió
que no daría su aprobación en el parlamento al proyecto de
Unasur si la declaración final no la satisfacía y,en un
arranque histérico, dos de sus parlamentarios fueron a la
cancillería a pedir que el mandatario de Venezuela,invitado por
el gobierno,fuera declarado persona no grata.
Como
si ya no se hubieran puesto en evidencia, esos mismos sectores
reclamaban que la Organización de Estados Americanos,OEA,debía
hacerse cargo de la situación boliviana.Les hacía falta la
presencia de Estados Unidos y criticaban acremente al Secretario
General de esa entidad porque estaba en la reunión de Unasur
como invitado de los gobiernos que la integran.
EL
AISLAMIENTO ESTADUNIDENSE
Las
reacciones y actitudes de la derecha latinoamericana
buscaban obstaculizar una reunión que mostró el aislamiento en
que se encuentra el gobierno estadunidense en la región.
No
se trata, como dicen en el norte, de que hayan descuidado a América
Latina, sino de que ya no tienen que cuidarla,como ellos
piensan.Las guerras de Estados Unidos contra Irak y Afganistán
nos han dado un respiro similar al que tuvimos durante la guerra
de Vietnam.Si miramos hacia atrás veremos que en ese período se
fortalecieron los movimientos populares,algunos accedieron al
gobierno,surgió un nuevo pensamiento militar y se estrecharon
las relaciones entre los países aunque sus presidentes
representaran fuerzas políticas distintas.
Al
firmarse en Paris los acuerdos de paz de Vietnam en enero de
1973,estableciendo que las tropas estadunidenses se retirarían
en marzo de ese mismo año,Salvador Allende comentó:Me alegro
por Vietnam,ahora nos toca a nosotros. Cuando Vietnam se unificó
en 1976 como República Socialista de Vietnam,no sólo se había
producido el golpe militar en Chile,también en Uruguay y en
Argentina.Esto no implica abogar por la continuación de las
guerras actuales, sino admitir que no necesitamos tutores ni
ayuda,tenemos los recursos y la capacidad necesaria para
desarrollarnos.
En
los años transcurridos desde las invasiones a Irak y Afganistán,han
surgido situaciones nuevas en
América Latina.Hay un cierto renacer del concepto de
pluralismo ideológico en las relaciones entre gobiernos,de otra
manera no habría sido posible que en la reunión del Grupo de Río
efectuada en República Dominicana se limaran algunas diferencias
después de la incursión militar de Colombia en Ecuador y de las
fuertes discrepancias entre Colombia,Venezuela y
Nicaragua.Tampoco Colombia estaría en Unasur ni habría dado su
aprobación al establecimiento del Consejo de Defensa
Sudamericano,que procurará una política estratégica común.
La
amenaza golpista contra el gobierno del Presidente Evo Morales
movilizó a todos los organismos latinoamericanos.El Grupo de Río,presidido
por México,respaldó también la integridad territorial del país
andino y reafirmó la legitimidad de su presidente.La Comunidad
Andina de Naciones,el Parlamento Andino y el
parlamento del MERCOSUR apoyaron igualmente a Bolivia.Fue
un mensaje importante,que el destinatario no aceptó.
LA
RESPUESTA DE WASHINGTON
Ignorando
al conjunto de América Latina,la administración Bush reaccionó
con nuevas amenazas.El departamento de Estado anunció que ponía
a disposición de sus ciudadanos residentes en Bolivia uno o dos
vuelos a Perú,la evacuación de sus connacionales ha sido
utilizada incontables veces para justificar la invasión de algún
país con el pretexto de salvar vidas de
estadunidenses.Anunciaron,además,que ponían a Bolivia en
la lista negra,junto a Venezuela y Birmania, por no
cumplir los objetivos internacionales de lucha contra la producción
y tráfico de drogas.
Era
obvio que la Casa Blanca no lograba digerir lo ocurrido y
apostaba al fracaso del diálogo entre el gobierno y los
prefectos que debía realizarse en Cochabamba, pero eso tampoco
le daría a Estados Unidos la posibilidad de definir el conflicto
porque ya estaba afuera, a menos que provocara un confrontación
de gran envergadura, en la que tampoco tendría el triunfo
asegurado y recibiría el rechazo de la región.
Peter
Hakim, miembro de Diálogo Interamericano, admitió que la OEA
sufre las consecuencias de divisiones y tensiones entre países
del hemisferio y que por eso Unasur intenta solucionar la crisis
boliviana y agregó:
Quizás
es el camino correcto, dado que Estados Unidos probablemente no
sería una presencia que ayude a resolver el problema, e incluso
podría agravarlo.