De
Puro Chile - 31 marzo 2008
OBJETIVO
DE WASHINGTON:
LA
“FLEXIBILIZACIÓN”DE LAS FRONTERAS
Frida
Modak
Los
hechos están demostrando que la incursión militar colombiana a
territorio ecuatoriano dista mucho de haber sido un hecho
circunstancial. Detrás de ese episodio hay toda una estrategia,
no de Colombia sino del gobierno de Estados Unidos, el que además
de poner toda su tecnología en apoyo del operativo militar ha
desplegado una ofensiva diplomática,
si así se le puede llamar, para ampliar su capacidad de maniobra
en América Latina.
Mientras
la OEA preparaba la reunión de consulta de cancilleres convocada
por el Consejo Permanente de la organización, la secretaria de
Estado Condoleeza Rice realizaba una visita relámpago y no
programada a Brasil y Chile. El motivo del viaje era plantearle a
los gobiernos de esos países la nueva ocurrencia
imperial: flexibilizar las fronteras a pretexto de
combatir al terrorismo. En declaraciones a la prensa brasileña
Rice dijo “Quizá llegó el momento de examinar en la región
como se puede garantizar la seguridad en todas las fronteras,
cubriendo todos los países. Estados Unidos será aliado de esa
iniciativa”.
Aunque
el gobierno brasileño no hizo comentarios, un colaborador del
canciller dijo que el Presidente Lula había rechazado la idea en
su entrevista con la funcionaria estadunidense. El diario O
Estado de Sao Paulo estimó que esa propuesta era un respaldo más
de Estados Unidos a Colombia y diplomáticos locales anticiparon
que esa iniciativa no tendría apoyo en la OEA. En Chile la
información sobre la visita de la secretaria de Estado fue una
derivación de lo publicado en Brasil. La pretensión
estadunidense fue la causante del largo debate de los cancilleres
en la OEA y estuvo a punto de hacer fracasar la reunión.
La
resolución aprobada tras muchas horas de discusión compendia y
reitera las aprobadas por el Consejo Permanente de la OEA y por
los presidentes latinoamericanos en la reunión del Grupo de Río.
Resultaba inaceptable que los cancilleres le enmendaran la plana
a los presidentes de sus países que, en definitiva, era lo que
buscaba la delegación estadunidense y es lo que reafirma la
importancia de que América Latina trate y resuelva sus asuntos
en un organismo en el que no participe Estados Unidos, país que
aprobó la resolución con reservas al verse aislado.
LA
“RESERVA” ESTADUNIDENSE
Desde
luego que en estos debates no todas las cosas se dicen
abiertamente, menos aún cuando se trata de algo tan grave como
la exigencia de que se abran las fronteras a pretexto de combatir
o eliminar a quien quiera que sea, en territorio ajeno. La
reserva planteada por Estados Unidos dice: ”Apoyamos los
esfuerzos de esta resolución para crear un consenso entre
Colombia y Ecuador con el fin de hacer frente a esta crisis.
Estados Unidos no está preparado para aceptar la conclusión
contenida en el párrafo operativo 4 dado que es muy específica
en cuanto a los hechos y no toma en cuenta las disposiciones de
las Cartas de la OEA y de las Naciones Unidas; de cualquier
manera ni esta resolución ni la resolución CP/RES.930(1632/08)
afecta el derecho de autodefensa consagrado en el artículo 22 de
la Carta de la OEA y el artículo 51 de la Carta de las Naciones
Unidas”.
El
artículo 22 de la Carta de la OEA dice: “Los Estados
Americanos se obligan en sus relaciones internacionales a no
recurrir al uso de la fuerza, salvo el caso de legítima defensa,
de conformidad con los tratados vigentes o en cumplimiento de
dichos tratados”.
El
artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas señala:
”Ninguna disposición de este tratado menoscabará el derecho
inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso
de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta
tanto el Consejo de Seguridad haya tomado las
medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad
internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en
ejercicio del derecho de legitima defensa serán comunicadas
inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán en manera
alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la
presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción que
estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y
seguridad internacionales”.
Como
se puede apreciar, ninguno de esos artículos es aplicable a este
conflicto, Colombia no ha señalado que actuó en cumplimiento de
algún tratado y tampoco informó al Consejo de Seguridad de lo
ocurrido porque no hubo ataque armado en su contra desde
territorio ecuatoriano, requisito que el artículo 51 establece
para el ejercicio del derecho de legítima defensa. Según el
diario El Tiempo(18-03.08), que se edita en Colombia y ahora
pertenece al grupo español Planeta, en lo que respecta a la
posición colombiana en la OEA: ”La orden pues era suavizar Río
y asegurarse que de la cita de Cancilleres saliera el
establecimiento de un mecanismo de verificación que garantizara
la cooperación ecuatoriana en zona de fronteras. Y buena parte
creía que algo podía lograr: la OEA con el todo poderoso
Estados Unidos en el asiento grande y con ‘otros aliados’como
México y algunos centroamericanos era un escenario más ideal
que Río”.
Creían
también, dijo El Tiempo, que surtirían efecto los
“hallazgos” del computador de Raúl Reyes y que no se haría
mención de los artículos 19 y 21 de la Carta de la OEA sobre
inviolabilidad de las fronteras y por eso la delegación
“amenazó toda la noche” con exigir que si se incluían esos
artículos también había que incluir el 22. Agrega el diario
respecto a la resolución que: “Suavizarla también era
eliminar el ‘rechazo’, pues eso implicaba un juicio de valor
que no reconoce que pudo haber una causa justa. En ambos puntos
tenía a E.U. de su lado. El corazón de la política de
seguridad de la administración Bush, y que legitimó las
invasiones de Irak y Afganistán -al
igual que otras pasadas o futuras- se basa en estas
premisas”.
LA
“BOMBA COLOMBIANA”
Con
posterioridad a la reunión de cancilleres han sucedido otros
hechos que llaman la atención. En Chile estalló una bomba en la
sucursal de un banco, hecho reivindicado por un grupo desconocido
hasta ese entonces, que dijo apoyar a los indígenas mapuche y
que se autodenomina “Columna Armada y Desalmada Jean Marc
Rouillan”, nombre que desconcertó a muchos y que corresponde,
según se dijo, a un escritor francés
de extrema izquierda, fundador del grupo Action Directe,
considerado terrorista. Curiosamente, la bomba fue señalada como
bomba tipo “colombiana”, por tratarse de un explosivo
comprimido dentro de un contenedor o cilindro metálico “a la
usanza de las FARC”, señaló la policía.
Mientras,
en Ecuador se denuncia que un farmacéutico fue confundido con un
guerrillero y muerto en el lado colombiano y se ha identificado
como ecuatoriano también a uno de los muertos en
el campamento de las FARC lo que vuelve a aumentar la
tensión. Mientras el secretario General de la OEA busca un
mecanismo para monitorear la situación fronteriza, académicos
como el venezolano Sergio Rodríguez advierten que
a raíz de los hechos de septiembre de 2001 Estados Unidos
impuso al mundo su agenda de seguridad y “Así,las fronteras se
han criminalizado”.
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