LISANDRO
OTERO
EL
REVOLUCIONARIO INCONFORME
Frida
Modak
El
pasado jueves 3 de enero murió en La Habana el escritor y
periodista Lisandro Otero, una de las figuras más importantes
de la literatura cubana en la segunda mitad del siglo XX y también
de América Latina. Su obra tuvo reconocimiento internacional y
fue traducida a 15 idiomas. Como periodista, su trabajo fue
igualmente destacado y sus artículos aparecieron en los
periódicos más importantes del mundo, como el francés
Le Monde Diplomatique, el español ABC, The Washington Post o El
Nacional de Caracas. Vivió varios años en México a fines de
la última década del siglo XX y comienzos de los años dos
mil. Fue director editorial de Excelsior, donde creó Arena, el
mejor suplemento cultural en muchos años, que lamentablemente
desapareció con el cambio producido en ese medio.
También
allí le dio nueva vida a la páginas dominicales Tiempo y Mundo
que, igualmente, dejaron de aparecer. Renunció a Excelsior
cuando se produjo el cambio de director y desde entonces hasta
el primero de enero recién pasado sus articulos, enviados en
los últimos años desde La Habana, se publicaron en El Sol de México
y fueron reproducidos en los medios electrónicos más
importantes en el plano internacional.
Si
quisiéramos referirnos solamente al enorme campo que cubrieron
sus actividades no nos alcanzaría este espacio, porque
paralelamente fue Consejero Cultural de Cuba en Rusia, Chile y
Gran Bretaña, miembro correspondiente de la Real Academia Española
de la Lengua y de la Academia
norteamericana de la Lengua Española, fundador de la Unión de
Escritores y Artistas de Cuba, Uneac, y, al momento de su muerte,
director de la Academia de la Lengua de Cuba. Recibió muchas
distinciones en el plano internacional y en 2002, al cumplir 70
años le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura de Cuba.
Entre
sus libros destaca la trilogía compuesta por La Situación, que
recibió el premio Casa de las Américas, En Ciudad Semejante y
Árbol de la vida. Su novela Temporada de Ángeles se considera
una de las mejores novelas históricas de Cuba.
Lisandro
fue también un revolucionario desde los tiempos de la
clandestinidad. Graduado en 1954 en Periodismo y Filosofía y
Letras en la Universidad de La Habana, carrera que completó con
dos años de estudio en La Sorbona entre
1954 y 1956. Era Jefe de Información del Canal 12, que
funcionaba en el entonces hotel
Habana Hilton, hoy Habana Libre,y la noche del 31 de diciembre
de 1958 cumplía la consigna de las tres C: cero cine, cero
compras y cero cabaret, establecida por la resistencia a la
dictadura de Batista.
Como
él mismo lo contó, se encontraba entonces en su casa cuando lo
llamaron de madrugada para avisarle que el dictador había huido
del país. Se fue al canal convocó a todo el personal y poco
después, siendo ya primero de enero de 1959 dieron la buena
noticia : la Revolución había triunfado. Los colaboradores de
Batista que festejaban el año nuevo en el Hilton fueron a
corroborar la información y de ahí, en smoking y trajes
largos, se fueron al aeropuerto y huyeron también.
Lisandro
criticó en algunas ocasiones cuestiones coyunturales de la
revolución, pero en una perspectiva positiva, nunca en contra
de la revolución. Cuando lo entrevistaron para Cuba Literaria,
durante su estadía en México, se refirió a esas críticas que
planteó en un artículo en Le Monde Diplomatique diciendo
“fue la expresión honesta y diáfana sobre algunos escollos
que debían ser evadidos para que el proceso social pudiese
continuar su rumbo con menos lastre”. Contó que a veces le
preguntaban si se consideraba un exiliado y apuntó “Siempre
les respondo que soy un revolucionario inconforme, si no fuera
inconforme no sería revolucionario”.
Consideraba
al presidente Fidel Castro como “uno de los talentos políticos
más lúcidos del siglo XX” y justamente cuando en el Palacio
de la Revolución se celebraban los 80 años del mandatario
cubano, Lisandro sufrió un desvanecimiento y por primera vez se
vio debilitado a ese hombre alto y fuerte, como su propia
personalidad, cuya presencia extrañaremos todos sus amigos.