LAS
VERDADES QUE SE ESCUCHARON EN LA ONU
Frida
Modak
En
la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas
que se está desarrollando en la sede de
esa entidad en Nueva York se dijeron muchas verdades
en la etapa correspondiente a las intervenciones
de los presidentes de los distintos países, las que
ponen de relieve tanto la necesidad de reestructurarla como
las dificultades que enfrenta el proceso que habría que
iniciar para lograrlo. Talvez lo más descriptivo de la
situación sea lo planteado por el presidente nicaragüense
Daniel Ortega al recordar que dieciocho años atrás, también
como presidente de su país, había estado en otra Asamblea
y ahora, al escuchar a George Bush ”no
encuentro-dijo-ninguna diferencia entre lo que era el
pensamiento, la palabra, la acción de quienes estaban al
frente de esta potencia imperial, con el discurso que he
escuchado esta mañana”.
Y
así es, razón por la cual podría pensarse que todo lo que
cuestionaron numerosos mandatarios no pasará de ser un
ejercicio retórico. Sin embargo, están sucediendo muchas
cosas en forma paralela, que fijan una enorme
responsabilidad sobre los sectores políticos que hablan del
cambio, en especial
aquellos que no traducen las palabras en acción, y
sobre los sectores populares que son los que tienen que
impulsarlo. De ahí que sea tan importante, en todas partes,
el rol que juegan los medios de comunicación e información.
EL
EJEMPLO DE MYANMAR
Los
fuegos los inició el mandatario estadunidense en un intento
de juzgar a los gobiernos que no concuerdan o no se someten
a sus dictados. Pero en esta oportunidad hubo algo nuevo,
atacó duramente al régimen militar que gobierna en
Myanmar, país más conocido como Birmania, por sus
violaciones a los derechos humanos. Efectivamente se violan
allí esos derechos, pero desde hace 45 años y no se había
escuchado a un mandatario estadunidense referirse así al
tema y anunciar toda clase de sanciones. Y es que en la
obsesión petrolera de Bush ahora necesita meterse en
Myanmar y nada mejor que un pretexto “democratizador” en
el que lo
acompaña su nuevo socio, el presidente francés Nicolas
Sarkozy.
En
relacion a Myanmar, que además de tener petróleo y gas
limita con India y China, dos de las nuevas amenazas al
poderío estadunidense, se está desarrollando en Bélgica
un juicio contra la empresa francesa Total, que asociada con
la estadunidense Chevron explotan la riqueza petrolera
birmana y están acusadas de haber dado apoyo logístico y
financiero al régimen, el que a su vez recurrió al trabajo
forzado en la construcción de un gasoducto en sociedad con
esas empresas. La querella se pudo presentar porque en Bélgica
existía la “ley de competencia universal” que permitía
que los tribunales belgas juzgaran a extranjeros acusados de
crímenes de guerra o de lesa humanidad. Por presiones de
los que se sentían afectados por esa ley, en particular
Estados Unidos, se hicieron
modificaciones para limitar sus alcances y la
denuncia presentada por cuatro refugiados birmanos fue
rechazada, pero ahora que uno de ellos obtuvo la
nacionalidad belga, el proceso se reabre.
Esto
es lo que motivó las palabras de Bush,recuérdese que su
secretaria de Estado Condoleeza Rice fue alta ejecutiva de
la Chevron-Texaco. Sarkozy, por su parte, le ha pedido a
Total que pare sus negocios en Myanmar, pero la empresa
seguirá allí y ni Estados Unidos ni Francia pueden tener
la certeza de un resultado afín a sus intereses, aún
cuando hayan estimulado las manifestaciones de protesta,
porque es China el país con mayor influencia en Myanmar. Y
para completar el cuadro,hay que recordar que Total es una
de las empresas petroleras nacionalizadas en Bolivia.
DICHOS
PRESIDENCIALES
El
mandatario estadounidense llegó al podio de la ONU como el
jefe de un imperio basado en la fuerza que se está
desmoronando y lanzó amenazas, pero nunca habló con la
verdad. En esta páginas dijimos hace algunas semanas que
Estados Unidos no se iría de Irak y ahora resulta que está
afinando un plan para firmar
un pacto con el gobierno iraquí, dependiente de
Washington, para seguir ocupando ese país cuando se vayan
las tropas de la llamada coalición.
A eso, que era de interés general, no se refirió, como así
tampoco a sus reales objetivos en Myanmar.
Lo
que seguramente no esperó fueron las respuestas a sus
bravuconadas. El Presidente boliviano Evo Norales, dio
cuenta de los resultados de la nacionalización petrolera:
los ingresos el país subieron de 300 millones de dólares
anuales a más de dos mil millones y seguirán subiendo.
Anunció la descolonización interna y externa de su país,
no más recetas del Fondo Monetario y el Banco Mundial y ya
los embajadores estadunidenses no cambian ni nombran
ministros de Estado.
El
presidente ecuatoriano Rafael Correa criticó los llamados
Objetivos del Milenio, que buscan paliar la pobreza, porque
“tener la meta de vivir con un dólar más un centavo al día
para, supuestamente, superar la pobreza extrema o evitar
morir prematuramente no significa llevar una vida digna” y
descalificó a los que persiguiendo la máxima rentabilidad
promueven la libre circulación de mercancías y capitales y
penalizan la libre circulación de personas que
buscan un trabajo digno. Los presidentes
centroamericanos también criticaron la situación de los
migrantes.
El
canciller cubano Felipe Pérez Roque denunció las
desigualdades en nombre de los Países No Alineados, a los
que preside y reclamó ”Un Consejo de Seguridad con una
membresía ampliada, a tono con la composición actual de la
ONU, donde los países subdesarrollados somos mayoría”.
Hablando en nombre de su país, Pérez Roque dio durísima
respuesta a Bush y a las frases que más se han reproducido
cabe agregar su conclusión ”El presidente Bush no tiene
autoridad moral ni credibilidad para juzgar a nadie. Debería
responder ante el mundo por sus crímenes”.
Para
que no se piense que sólo los presidentes
izquierdistas o sus representantes fueron críticos
de Estados Unidos y los países desarrollados, cabe destacar
que el presidente de Paraguay, Nicanor Duarte, del Partido
Colorado, el mismo del ex dictador Alfredo Stroessner,
anunció que esa colectividad asumía el “socialismo
humanista” como ideología y así esperaba seguir
gobernando 50 años más, lleva 53 en el poder, pero a
Washington eso no le inquieta, le preocuparía si los próximos
comicios los gana el ex obispo Lugo, como sugieren las
encuestas.
El
brasileño Lula dijo al regresar de la ONU que le había
dicho a Bush y a su gobierno que “Estados Unidos debe
entender que la guerra fría terminó” y cambiar su política
hacia América Latina. Y terminemos este recuento con el
presidente iraní Mahmoud Ahmadineyhad, a quien presentaron
como el villano invitado en la Universidad de Columbia y le
respondió al rector diciendo que su texto era”un insulto
al conocimiento” del auditorio. Tras declarar en la ONU
cerrada la polémica sobre los programas de energía nuclear
de su país, se fue a Bolivia y Venezuela, donde suscribió
millonarios convenios con ambas naciones. Hay que agregar
que la brasileña Petrobras tiene inversiones en Irán y
seguirá allí según ha declarado Lula.
¿Estamos
en los prolegómenos de una real medición de fuerzas entre
el norte europeo-estadunidense rico y el resto de los países,
pobres pero dueños de la riqueza?