CHINA,POTENCIA
EN ASCENSO; ESTADOS
UNIDOS, EN CAIDA
Frida
Modak
Nunca
se imaginaron las Barbies, las Polly-pockets, Batman
Barney y muchos otros personajes del mundo infantil que
se iban a ver envueltos en una confrontación entre dos
potencias, una que va perdiendo su poderío y otra que
lo va ganando. Ese es el verdadero motivo de la recogida
de millones de juguetes que ha tenido que hacer la
empresa Mattel y su división Fischer Price, debido a que
las autoridades sanitarias estadunidenses dijeron que la
pintura con la que estaban revestidos contenía plomo en
cantidades superiores a las permitidas en el país del
norte, lo que ponía en peligro la salud de los niños.
Aparte,
y por su cuenta, Mattel anunció que también serían
recogidos otros juguetes que contenían imanes pequeños
que podían desprenderse, por lo que modificarían sus
normas de producción. Más de 18 millones de juguetes
fueron recogidos en todo el mundo. El asunto recibió una
extraordinaria publicidad, la salud de los niños estaba
amenazada por aquellos que habían sido fabricados en
China por una empresa contratada por Mattel, la que a su
vez había subcontratado con otra empresa la pintura de
algunas partes de los juguetes. Esa tercera empresa, en
lugar de usar la pintura entregada por la contratada por
Mattel, había utilizado pintura proveniente de una
cuarta empresa, un proveedor no autorizado.
Es
interesante consignar estos detalles porque todo el
proceso de fabricación se ciñó a las leyes del modelo
neoliberal que se aplican en todos los rubros: las
grandes empresas contratan a otras
de menor tamaño que les hacen el trabajo a menor
costo y éstas a su vez subcontratan a otras
que le producen los artículos de que se trate a
menor costo también. Así, los distintos niveles de
empresas ganan en cada una de esas instancias. Los que
siempre pierden son los obreros y empleados, que en
estas contrataciones y subcontrataciones ganan salarios
más bajos, no tienen ninguna prestación y tampoco
pueden organizarse para defender sus derechos.
LA
GUERRA COMERCIAL
Nadie
puede poner en duda que es un deber proteger la salud de
los niños, como así también sus derechos, pero hay
muchos omisos, en especial las grandes empresas que los
utilizan como mano de obra barata, con la ventaja de que
los menores no saben de derechos sociales. Es difícil
saber qué va a ganar Mattel para compensar las
supuestas pérdidas, pero lo que está claro es que
todo el despliegue publicitario tenía un
objetivo, seguir poniendo en duda la calidad de
los productos hechos en China, que es lo que se ha venido
señalando a lo largo de este año en particular. Las
razones son igualmente claras: China es una potencia en
ascenso, ya es la cuarta economía mundial, y Estados
Unidos una en descenso, su pérdida de hegemonía es un
hecho admitido en el plano internacional.
No
se trata solamente de que la economía china crece a un
10 por ciento anual, sino que además el país invierte
en otros continentes y compra lo que contribuye a
producir porque la nación asiática es varias cosas a
la vez: productor, inversor y comprador, con lo que amplía
su influencia en áreas que Estados Unidos consideraba
dentro de su zona de influencia, América Latina en
particular. Por otra parte, los productos chinos son
más baratos y los estadunidenses los prefieren,
con lo que la superpotencia tiene ya un déficit
comercial multimillonario con China que en 2005 ascendía
a 233 mil millones de dólares.
En
el primer semestre de este año
ese déficit alcanzó los 96 mil millones de dólares,
15
por ciento más que el año pasado, en el marco de una
disminución del déficit total del país del norte
debido a la devaluación del dólar, lo que hace más
competitivas su exportaciones, y a una pequeña
apreciación de la moneda china. Este intento de
desprestigiar los productos chinos choca con la realidad.
Las normas internas sobre su elaboración son
rigurosas y la tasa de aceptación de las exportaciones
realizadas entre enero y junio de este año
fue del 99.1 por ciento en Estados Unidos y del
99.8 por ciento en la Unión Europea. Dicho de otra
manera, los productos rechazados fueron menos del 0.9 por
ciento de las 55 mil partidas enviadas al país del
norte y del 0.2 por ciento de las
62 mil partidas que enviaron
a Europa. Pero hay también otros motivos.
LOS
JUEGOS OLIMPICOS
A
partir del 8 de agosto del próximo año, y durante dos
semanas, China será la sede de los Juegos Olímpicos de
Beijing y los preparativos señalan que se pretende
mostrarle al mundo que a la grandeza de la civilización
y la cultura china milenaria, hoy se agrega la de un
país que ha alcanzado niveles inimaginables en
su desarrollo económico, industrial, científico y
militar, que ahora enfoca sus preocupaciones en el
bienestar social de sus mil 300 millones de habitantes.
El éxito de estos juegos tiene para China
tanta importancia como la que tiene para sus adversarios
un eventual fracaso. Crear desconfianza respecto a sus
productos no sería una casualidad.
Desde
hace meses las autoridades chinas han estado
implementando diversos proyectos que van desde
señalar normas de cortesía hacia los visitantes,
incluyendo la modificación de algunos hábitos, hasta
cambiar fenómenos naturales. De acuerdo a las estadísticas,
hay un 50 por ciento de probabilidades de que llueva
durante los juegos, pero los metereólogos chinos estiman
que pueden revertir esa situación sembrando lluvias
para que éstas caigan en los días previos y tener
cielos limpios durante
el desarrollo de la competencia. Hay controversia
respecto a la siembra de lluvias, pero la Oficina de
Modificación del Clima de Beijing ya hizo una prueba el
año pasado para reducir la contaminación de la ciudad
y logró provocar una lluvia de 10 milímetros.
Mientras
tanto, el fin de semana pasado se puso en práctica un
programa de restricción vehicular, parecido al Hoy no
Circula, para medir sus efectos tanto en la contaminación
como en el tráfico, estableciendo servicios de taxi y
autobuses para el transporte de los forzados peatones,
sistema que también se pretende aplicar durante los
juegos. Por de pronto, durante cuatro días salieron de
la circulación un millón 300 mil automóviles, de los
mas de tres millones de vehículos con que cuenta la
ciudad.
También
está en construcción una Villa Olímpica, donde los
atletas tendrán agua caliente producida por una placa
solar de 6 mil metros cuadrados, cuya construcción se
financia en parte con un aporte de Italia, placa que
permitirá después ahorrar 2 mil toneladas de carbón
al año. Y se construye además un megaedificio que usará
agua reciclada. El objetivo es que los Juegos Olímpicos
de Beijing sean limpios, si factores externos no los
enturbian.