De La Nación - 20 marzo 2008
El
reino de la especulación en quiebra
Jorge
Palacios C
Warren Buffet, ha sido evaluado por la revista Forbes en
2008, como el hombre más rico del mundo. Posee una fortuna de 62
mil millones de dólares. Bill Gates, pasó al tercer lugar con
apenas 58 mil millones. ¡Pobrecito!... Lo increíble es que
Buffet ha hecho su fortuna, no en actividades productivas y
empresariales, sino especulando en la bolsa. Y ha llegado a top
ten en los momentos mismos en que EE.UU., -debido a la especulación
inmobiliaria y al endeudamiento- pasa por una gigantesca crisis,
al parecer tan grave o más, que la de 1933.
Buffet, hasta ahora ha defendido y aumentado sus riquezas,
aprovechando hábilmente la caída del dólar. Él ha conservando
un buen puñado de acciones de empresas, que venden en grande sus
productos fuera de EE.UU.: American Express, Coca-Cola, Gillette
y otras.
No obstante, tiene también intereses en aseguradoras como
el American International Group, contra la cual el Fiscal General
de Nueva York,
presentó una demanda por fraude, así como en otras
tambaleantes corporaciones de seguros debido a la crisis.
El hecho de que EE.UU., pasa por una recesión que afectará
al mundo entero, es un secreto a voces. Tan sólo en las tres
primeras semanas de este año, el mercado bursátil –en el que
reina Buffet- perdió más de 5 billones de dólares en el mundo.
El equivalente al 40% de PIB de EE.UU.
¿Qué
desencadenó esta vez la crisis? Los culpables principales son
los especuladores en viviendas e hipotecas. Ellos, gracias a la
muy eficaz publicidad norteamericana, vendieron sus productos a
destajo, incluso a personas que no ofrecían ninguna garantía de
poder pagarlos. Si no pagan –razonaban- vendemos la casa y nos
retribuimos. La Reserva Federal (Banco Central de EE.UU.), ayudó
al frenesí inmobiliario, bajando entre el 2001 y el 2003, del 6%
al 1% las tasas de interés. Se incitó así, a millones de
consumados consumistas norteamericanos a endeudarse con créditos
inmobiliarios y de otro tipo. Ante la fuerte demanda estimulada
artificialmente, los precios de los bienes inmuebles tuvieron
alzas continuas y crecientes. Como las viviendas comenzaron a
valer más que las hipotecas, los norteamericanos pidieron
ampliación de sus créditos para comprar otras cosas: autos,
aparatos electrónicos, etc.
El jolgorio del consumismo, tocó techo en el 2005. A esas
alturas el volumen de las hipotecas de alto riesgo, casi alcanzó
los 600 mil millones de euros. Cerca del 10% del mercado
hipotecario de EE.UU. Las tasas de interés aumentaron y comenzó
una escalada masiva de embargos de viviendas. En los
primeros 11 meses del 2007, alrededor de 2 millones de familias
perdieron sus casas. Un aumento de 73% respecto a 2005. Y ni
siquiera eso les permitió saldar sus deudas, porque la mayoría
–como hemos dicho- debían mucho más que el valor de la
hipoteca.
Al ponerse en venta millones de casas embargadas, el
precio de las viviendas se vino al suelo. Se cotizaron por un
valor inferior al de sus hipotecas y así, no sólo aumentó el
endeudamiento de las víctimas de embargos, sino que se ha
producido una quiebra en serie de sus victimarios: las
hipotecarias de alto riesgo.
Y así, alegremente, todos seremos víctimas del “sueño
americano”, que se ha basado en un crédito cada vez más
artificial y en un aumento monstruoso de la deuda externa de
dicho país. Esa deuda crece cada día en unos 1.640 millones de
dólares y se acerca ya a unos 40 billones de esa moneda. Imaginémonos
si a los chinos se les ocurriera cobrar los casi 1,5 billones que
EE.UU., les debe. La NASA tendría que llevarse a sus habitantes
a otro planeta: a un paraíso fiscal intergaláctico. Cabe
preguntarse: ¿cuánto tiempo le durará el baile especulativo al
hasta ahora exitoso Mr. Warren Buffet?
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