27 abril 2005
EX PERITO DE INVESTIGACIONES AFIRMA QUE JOSÉ TOHÁ
FUE ASESINADO
Las convicciones del doctor Chelén en la pieza 303 del Hospital MilitarEl doctor
Alfonso Chelén fue el primero en llegar a la habitación 303 del Hospital Militar, para
realizar su peritaje a la muerte del ministro de Allende José Tohá. Lo que vio, lo
convenció de que estaba ante un homicidio y no ante un suicidio, como fue la versión
oficial.
por Jorge Escalante - La Nación
El 15 de marzo de 1974 el médico cirujano y perito criminalista de la Brigada de
Homicidios (BH) de Investigaciones, Alfonso Chelén Araya, tomó el cuerpo sin vida de
José Tohá y lo regresó a la cama de la pieza 303 del Hospital Militar. Había tantas
cosas extrañas que se convenció de que no se ahorcó voluntariamente sino que fue
estrangulado. Incluso verificó torturas por quemaduras de cigarrillos en los brazos. La
pérdida de los medios de prueba le confirmó su certeza. Por ello, aunque arriesgaba la
vida, se negó a firmar un informe falso.
-¿Por qué se convenció de que el ministro Tohá no se suicidó?
-El estaba en un estado de desnutrición en grado máximo y no tenía fuerza para
levantarse. Permanecía en cama. Incluso trató de levantarse un par de días antes y
cayó al suelo. Tuvieron que recogerlo. Una persona en esas condiciones no tiene la
capacidad física para suicidarse colgándose.
-¿Qué vio cuando concurrió al Hospital Militar a estudiar el sitio del suceso?
-Un cuerpo acomodado en un closet, sin tocar el suelo, con las piernas y pies
flectados, apoyándose en el piso. Era claro que el cuerpo había sido instalado por
alguien, para simular un suicidio.
-¿Qué elementos le llamaron la atención?
-El nudo con que el cinturón estaba atado a la cañería que pasaba al interior del
closet, era tan frágil que cuando le di un leve tirón se desató. Era imposible que el
señor Tohá se hubiese ahorcado con ese corto cinturón porque -a pesar que pesaba 45 ó
47 kilos- el nudo no habría resistido.
-La ex agente Luz Arce, que estuvo internada en la misma pieza, dijo en el proceso
que esa cañería a ella, con una estatura media, le llegaba a los ojos...
-Y el señor Tohá medía más de un metro noventa centímetros, por eso era imposible
que el cuerpo hubiese podido colgar sin apoyo en el suelo.
-¿Cómo quedó marcado el cinturón en el cuello del ministro?
-En medicina legal se sabe que en el cuello de quien se ahorca queda un surco
incompleto, pues la soga o cinturón nunca puede marcarse totalmente alrededor del cuello.
Y él tenía un surco completo. Además, me llamó la atención que un quiste sebáceo en
la región cervical estaba roto. Y jamás pudo romperse si él se hubiese colgando. El
quiste se rompió porque una fuerza lo reventó.
-¿Notó algo más?
-Que tenía quemaduras de cigarrillos en los brazos.
-¿No pudo ser otro tipo de marcas?
-No, eran quemaduras de cigarrillos. El fue torturado, física y sicológicamente.
-¿De qué forma fijó esos detalles para complementar el informe que se esperaba
que redactara?
-Pedí al fotógrafo de Investigaciones que tomara todos esos detalles que le relato,
pero las fotos se perdieron. Esperé diez días que me llegaran para hacer el informe,
pero nunca me las entregaron. Incluso desapareció el dibujo que hizo el planimetrista
para fijar el lugar y los detalles del cuerpo. Entonces no tenía nada para acompañar al
fiscal.
-¿Cómo hizo el informe?
- Después de unos quince días apareció una hoja con cuatro fotos del lugar en
general que no decían nada. Fotos anodinas, sin lectura explicativa. En la hoja estaba
escrito: conclusión suicidio. Al pie estaba mi nombre para que yo firmara. No firmé.
-¿Quién redactó ese informe?
-Nunca lo supe.
-¿Quiénes eran sus jefes en la BH?
-Un señor Cancino y el segundo un señor Araya.
-¿El nuevo director de Investigaciones, el general Ernesto Baeza, pudo ordenar
falsear el informe?
-No sé. Pero además había un coronel de Ejército que era el interventor de
Investigaciones, pero no recuerdo su nombre.
-¿Es imposible que el ministro Tohá se ahorcara?
-Imposible. Hay muchos elementos que impiden un suicidio de esa manera. Si no hubiese
tenido ese convencimiento, nunca me habría arriesgado a no aceptar la idea del suicidio y
a no firmar el informe que ya venía hecho. Estábamos en 1974 y ese día no sabía si iba
a salir del hospital.
-¿Está convencido de que lo estrangularon?
-Absolutamente, por todo lo que pude examinar. Si no, no habrían ocultado tantas
pruebas, incluyendo el propio expediente del proceso que instruyó el fiscal (de Ejército
de la Segunda Fiscalía, Rolando Melo Silva). Ocultaron verdades fundamentales y medios de
prueba muy importantes.
-¿Por qué estima que lo mataron?
-Porque creían que se transformaría en un peligro. Como sucedió con Orlando
Letelier, Bernardo Leighton, el general Prats y después el mismo ex Presidente Eduardo
Frei Montalva. Un peligro para lo que podía suceder más adelante.
-¿Cuál fue la consecuencia de no firmar el informe?
-A los pocos días me echaron. Un decreto firmado por la Junta Militar estableció que
yo no era un hombre de confianza.
|