Introducción


Si miras hacia la noche, 
Hacia el fin de las estrellas. 
Verás en ellas los rastros 
De tantas perdidas eras. 
 
Y en el cenit de lo oscuro 
El mecanismo del tiempo…. 
Los andamios de la noche, 
armazón de horas eternas. 
La historia de muchos hombres, 
borrada sin huella, ni señas…. 

Y si escuchas con atención 
El rumor de las galaxias 
Oirás como un murmullo 
El secreto que cuentan ellas: 
El martillar de la noche 
El resollar de la tierra 
Las cadenas de las jaulas
Y las jaulas sin cadenas. 
Amortajada en silencio
Las horas yertas…..  

Y si te  dejas llevar por los susurros abyectos, 
Verás renacer en ellos  pueblos de cal y tierra…..
 
Son la voz de la  memoria. 
Que te cuenta como en sueños 
El cuento del sordo-mudo
Tan mudo como su historia, 
Tan sordo como su tiempo. 
               

I

Chile, fértil provincia y ultrajada

Soterrado por el talón del tiempo. 
No es más  piedra el mineral que otras piedras 
La mina sale del hombre. De sus manos la materia. 
Es el valor, sin embargo, el que trae las cadenas; 
Vuelve la piedra más dulce en hiel amarga, y duras piedras. 

Se llamaba madre tierra, el mapa entonces. 
Que usted ahora  llama Latinoamérica:
Aborto de hombres, vientre de Piedras. 

Así comienza la historia de la zona del carbón; 
frotada sobre el mapa de estas tierras negras. 
Negra como la noche, como la muerte tan negra, 
Oscura como las sombras que vuelan sus osamentas. 

II

Desde un río hasta otro río. 
En el fondo del planeta, dicen.
Se expandía el territorio…. 
Pero no había fronteras  entonces
Sólo hombres y elementos. 
Naturaleza entera. 

Entonces llegaron ellos. 
Mas prosélitos al oro que al Rey de España. 
Más leales a la codicia que a Dios,y su iglesia. 
Con sus guerras, cepos, mitas y encomiendas; 
insigne muerte apelmazada, y espesa.  
Buscaban el Paraíso en la sangre y en la muerte la riqueza… 

No encontraron oro los invasores, 
ni plata como en tierras Incas, 
ni tesoros como en las aztecas 
Sino un pueblo libre, indómito, 
sin  propiedad , ni cadenas.

Acostumbrada la mano invasora 
a la razón de los mataderos proclamaron  
a los cuatro vientos su sentencia: 


" Si no lo hiciereis, o en ello dilatación maliciosamente pusiereis, certificoos
que con la ayuda de Dios yo entrare poderosamente contra vosotros y vos hare guerra
por todas las partes y manera que yo pudiese, y os sujetare al yugo y obediencia de
la iglesia y de Su Majestad y tomare vuestras mujeres y hijos y los are esclavos, 
y como tales los venderé, y dispondré de ellos como Su Majestad mandare, y os tomare 
vuestros bienes y os are todos los males y danos que pudiere…."

Amenazaba el   Real  Requerimiento.


!Exterminar!  
La ‘indolente bestia!
‘Contumaz y porfiada’, 
‘Rabiosa y obstinada’
‘Encarnizada fiera’…. 

Felipe II los declaro prisioneros a esclavitud eterna. 
La iglesia  a sus  demonios, 
al descuartizamiento la soldadesca…..  

Arauco, tierra inventada, 
rebelde, 
‘enemiga’, 
‘guerrera’, 
Escarnio y muerte. 
Y de los libres guerra! 
NUKE MAPU!
MADRE TIERRA!

III

La Barbarie de la Civilización


Tres siglos resistió el cóndor  negro en los picos de los cerros. 
Tres siglos el puma los montes orilleros. 
Tres siglos retumbaron los cultrunes en los bosques.  
Tres siglos las trutrucas bajo los truenos. 
El águila imperial se abrazaba a su merma.  

Pronunciar derrota ante los mapuches no era su modo. 
Que dirían los imperios si claudicaban ante los salvajes. 

Así llego el Parlamento de Quilin (1641) implantando
falsa paz, falsas fronteras, extraña independencia.
 
Y después, mucho después, vinieron los otros extranjeros
El criollaje… Nuestra orgullosa raza chilena.

Primero borraron los mapuches del escudo patrio, en la patria vieja.
Después el jefe supremo acogió a la legislación sus derechos 
y los declaro chilenos en sus propias tierras. 
Era la patria nueva. 

Había que 'Pacificar' al mapuche, 'Domesticarlo'.
Eran los años de la exclusión, la patria libre, 
el dólar forastero,  la fiebre del oro, 
el cobre, el carbón, la plata, 
la ambición de la tierra, la limpieza étnica…. 
 

“….Colocolo, Lautaro y Caupolican, no distante los ropajes nobles 
y civilizados con que los reviste Ercilla, no son mas que indios asquerosos, 
a quienes habríamos colgado ahora..” 

Proclamaba Sarmiento, 
Y así fueron cayendo nuevamente, 
uno a uno, por decreto o indolencia
los abyectos de la opulencia.

Primeros fueron sus dioses
Luego su identidad, su lengua, sus tierras
Después fueron sus hombres, 
sus familias, su estirpe, 
usanza y sabiduría
                    

Había que modernizar la patria, 
fiscalizar sus tierras, 
rematarlas, regalarlas, 
dividirla entre los nuevos alguaciles,  
la historia lo demandaba, 
el progreso lo pedía:

Zurrones y fanegas de trigo para los señoritos del Perú. 
Para los esclavos del Brasil carne seca. 
Inquilinos, y peones para el arado.
Indios  para las minas
Sus mujeres para sirvientas 
Estibadores y esclavos para cargar los vapores, 
carboneros para alimentar las calderas, 
Mierda de pájaros se exportaba entonces..
Eran los años de Joaquín Murieta.  

A golpe de látigo, 
a tiro de Rémington, 
a fuerza de ley y muerte, 
y hados de guerra 
se modernizaba el país 
Tierra y mierda, fundaban la patria. 
Llegaba la era moderna.   

Ya no eran Españoles, los invasores de antes, 
sino Ingleses, Suizos, Franceses, 
Yanquis y Alemanes. 
Y el criollaje, en fin,  el mestizaje. 
La patria chilena:

Puelches, 
Wetenches, 
Nagches
Tewuenches
Lafkenches
Pewenches
Makewes
Llaimas
Choll-Cholles
Boroas
Wilios
Tewelches
Chonos
Alacalufes
Yaghanes
Onas y 
Huilliches….

Poco a poco fuero desapareciendo
Hasta el rincón de las sombras;
Murmullo sordo
Exterminio sin quejas.

Pueblos perdidos, perdida memoria. 
Memoria de miel y yesca……… 
Rincón de tantas sombras, 
murmullos de historia negra. 
Cuantas silencio, cuanta muerte. 
Cuanta silenciosa miseria.
 

La exposición Universal de Paris de 1889 recordaba el primer centenari
de la Revolución Francesa. Una familia Ona el espectáculo: Padres hijos,
hermanos, nietos abuelos y abuelas en una jaula, a precio de diez sous 
eran expuestos. Eran los años de Darwin. Deben gruñir como bestias, comer
carne cruda frente a los visitantes para que de su barbarica estirpe no 
quede ninguna duda. 


En 1540 las tierras mapuches declaraban 31 millones de hectáreas. 
A fines de siglo 19, no estaban autorizados a ocupar mas que un
6 por ciento de sus  originales tierras.    

Cuesta imaginarse cuando miramos una empalizada en cualquier lugar
de la ‘patria’ que en el siglo quince había 90 millones
de indígenas viviendo en toda América. Y 40 millones un siglo después,
y 4 millones 100 anos mas tarde. Ciento de miles han perecido después
de enfermedades, hambre, explotación y miseria, o simplemente de
cansancio en las minas, las plantaciones, las fabricas y  moledoras
étnicas. Pero esas muertes, como la de los perros, ya no se archivan
ni se cuentan.  

Disperso o muerto el indio en su cuna nueva. 
Volvía a vivir el imperio sobre su lomo de greda.  
El águila Imperial había muerto 
Pero como un fénix otra proyectaba su sombra negra sobre la tierra
                    

IV


La Modernización de la  Barbarie



La historia del carbón, cuenta más de lo que dice  y dice más  de lo que cuenta. 
Es la historia del tiempo, del poder, y la riqueza. Carne de tanta lucha, huesos de tantas gestas. 

1
Corrían los años de la independencia, dicen. 
Pero nada había cambiado. 
Otro dueño para el yugo. 
El mismo yugo para el arado….
2
En el norte, mineral y cepo eran inseparables. 
En el centro, la expansión, con el pobre inexorable. 
En el sur,  carbón,  grama, y miseria, entrañables.  
Muerte y desolación en  la Araucania. 
Heces , Civilización. Y Barbarie.  

3
La zona hullera, era entonces una soledad completa. 
Ni un rostro se encontraba en sus playas.
Y en las lomas yertas, a veces, una choza mortecina. 
Un fogón mustio y la noche escarchada. 
Y en los barrancos, al borde de las olas desoladas, 
negro como la noche petrificada, 
el carbón, milenario y silencioso  
sobre la arena gris y volcánica.

4
Entonces llegaron ellos. 
Hombres de empresa, 
poderosos consorcios, 
comerciantes y banqueros. 
Acaudalados señores. 
Rojas, Cousino,
Schwager, Delano, 
Alemparte, y Edwards 
Entre otros tantos que llegaron mas tarde. 

5
Había que explotar la hulla - decían. 
Lo demandaban los vapores ingleses, y norteamericanos, 
fundiciones de cobre, y otras empresas. 
Eran los fines de 1840
6
Se abrían nuevos trabajos, 
nuevas industrias, 
nuevos piques en mar y tierra. 
Se improvisaban mineros de campesinos, 
peones, temporeros, 
indígenas y desertores. 
De sus proles, sirvientas. 
De los inmorales sayones. 
De solo dos yacimientos a fines de 1840, 
casi 30 existían en 1860. 

Pero el crecimiento de las riquezas no se reflejaba en la vida de los mineros. 

7
Muchos hombres se fueron y no regresaron. 
A muchos también se llevo la guerra. 
Libre como los pájaros el peón de campo
 rumbeaba cada verano a las cosechas. 
Juntar unos pesos era la idea. 
Comprarse una chacra, escapar la miseria…..

8
Los señores de la compañía no estaban contentos. 
La demanda carbonífera aumentaba 
La escasez de mano de obra proliferaba 
El costo productivo subía. 

Y los excesos?…. 
Que alevosía! 

Por que no se asimilan? - se preguntaban. 
¿Cómo es posible que festejen los casamientos? 
Que deserten la faena por un entierro?  
Que celebran los cumpleaños, los santorales, 
las fiestas religiosas y nacionales?  
Que terminado el invierno trashumen como las bestias?
Que desagradecidos - se convencían.
NO SE PUEDE TRABAJAR CON TANTA ANARQUIA!

Que son flojos, decían. Que son violentos.  
Propensos a la miseria y la bebida. 
Había que bajarles el moño, disciplinarlos, 
domarlos como a las bestias, hacerlos siervos.

9
Procuraron endeudarlos para retenerlos. 
Asignarles pabellones y lotes de tierra. 
Quitarles los salarios, imponerles fichas. 
Hacerlos dependientes de las pulperías.  
La vida fue mermando 
El descontento medrando, 
El yugo recrudeciendo 

En lugar de pan, sayones!
En lugar de vida, esbirros; 
crueles piques centinelas, 
cerberos de sus  señores, 
perros de cuanta guerra. 

10
Normalizar era la regla, obedecer, la amarga jurisprudencia. 

A palos cada madrugada a la mina salían. 
A palos sus mujeres las cuadras barrían. 
A rebenque y gritos la disciplina. 
A humillación y chicote el carbón salía. 

Sábados y domingos enterrados en las minas. 
Había que producir sin rezongo. 
Si no, A la calle! 
SIN NADA SE IBAN!

11
La pobreza brotaba como mala hierba. 
El esplendor grosero crecía. 
Eran los anos de los palacios, 
Faraónicas tumbas autoeregidas
Parques exóticos,  
exclusivamente diseñados.
 
12
Urbanistas de franceses para sus jardines,
Arquitectos ingleses, para sus palacios.
De china, sedas y porcelanas,
De europa taraceas  Luis Felipe,
caobas, mármoles, espejos y cuadros. 

Por obras, Alfieri, Dumas, y Zorrilla. 
Por líricas Semiramis, o el Barbero de Sevilla.

13
No lejos, en los pabellones, los mineros,
como perros en pocilgas hacinados. 

Por muebles una mesa y un par de sillas, si afortunados. 
Por cama, un jergón de trapos 
Por obra, su miseria. 
Por música, el murmullo mortecino de la mina; 
llanto amargo de su prole; 
rumor eterno de tripas vacías. 

14
Se había acumulado mucha rabia. 
No había paciencia que aguantara tanta perfidia.                    

15
Hasta cuándo? - comentaban las mujeres, en los lavaderos 
Hasta cuándo? el hambre, la injusticia 
Hasta cuándo? el terror insoportable que los guardias imponían  
Había que hacer algo. 
No tenia perdón tanta tropelía.

16
Quién habló de echarnos un yugo? 
Se preguntaban los mineros. 
Ni yugo ni trabas! - se respondían. 
Los patrones no aflojaban, 
los mineros no cedían. 

17
Los tiempos habían cambiado. 
La sangre se enardecía.

18
Eran los años de las mutuales,  
sociedades obreras, y femeninas
grupos de resistencia, y mancomunales. 
Uniones de gráficos, zapateros y sastres

Salud , derechos, educación, y justicia!
Por primera vez pedían. Eran los años de 1880, 
años de rebeldía.

                    

19
Les hace falta un escarmiento al roto y su insolencia, 
aconsejaban los patrones. 
Los gobiernos ciegos, obedecían.  
Pero se había perdido el miedo. 
El hambre había sido su veneno:

“Nada quedara de vuestra suciedad,
nada de vuestra economía
Nada de vuestra sodomita burguesía!”
La Tromba , amenazaba

“Nos  limpiaremos el culo
con en papel donde escriban   
sus mandatos y sus  leyes! ”
El Rebelde, enardecía

Eran tiempos peligrosos para los obreros. 
 
Si pedían plata, plomo les daban. 
Sí pan, calabozo y milicia
Si derechos ,
sepultura y gusanos.

20 
     La metralla de los soldados hacia estragos en los mataderos de la oligarquía:

               En Iquique, en 1890, 100 obreros del salitre eran ejecutados 

               La revolución del 91 veía 20,000 masacrados 

              Valparaíso, 1903, 50 mas asesinados. 

              1905, en Santiago, la Semana Roja de Octubre, 200 fusilados.  

               En Iquique del 1907, 2,500 obreros ejecutados, 

              500 mas en 1921

              70 muertos en las oficinas salitreras de San Gregorio, en el mismo año.

              En 1925, 800 en Marusia acribillados. 

              Pedían mejores sueldos. Mejores vidas….. Que descaro!                     

21
Muchos mas murieron entonces y después. 
Muchos desaparecieron y fueron torturados. 
La mayoría de ellos jamás en la prensa reportados

22
En las minas, noche a noche y día a día, 
Los mineros se organizaban en las galerías.  

“Motines” se llamaban entonces las huelgas. 
“Traición a la patria” las acciones colectivas. 
Las reuniones laborales, “simple y llana anarquía”.  

23
Un 15 de Agosto, el día del Transito,  
el Orfeón de Lota, Malaquias Concha, nacía
“para alegrar las fiestas” - fue la excusa
“para endulzar la vida”…..  

Había que cubrirse para engañar la policía.

Lota, Coronel, Curanilahue, 
Puchoco, Cólico, Plegarias
Dichato y Retiro

Sábados y Domingos, y Todos los Santos 
al compás de la música reunidos.

Proliferaron los clubes deportivos. 
Y los campeonatos de dominós, 
tejos, damas y brisca. 
La gran huelga veía sus primeros días.

El primero de Septiembre de 1919, se presento el pliego de peticiones. 
Quince días de plazo fueron dados a las gerencias y administraciones. 
Si no, TODO EL MUNDO A LA HUELGA SALIA!. 

24
La patronal sé reunió en los Rotarios. 
Los obreros en sus clubes y mancomúnales. 
De regreso llego el pliego. 
DIEZ DIAS MAS TARDE:
 
"Nada les daremos" - fue la respuesta. 
"Es mejor que nada pidan."

Como reguero de pólvora, de mina en mina,  
corrió la noticia.

Se designaron comités de huelga, 
comisiones de obreras 
Comunicaciones de claves y senas. 
Las mujeres a logística, 
las Guardias Rojas a la defensa, 
los letrados la prensa:  
LA HUELGA IBA!

25
Como escarmiento esa noche, 
de los pabellones los desalojaron. 
Rodeados de soldados, matones, 
policías a los muelles los llevaron. 

26
Se podía oler la muerte en el aire espeso y agrio. 
Quien se atreva a romper el cerco, 
amenazo el jefe de plaza 
SERA FUSILADO! 

"El frió, el hambre los hará cambiar de parecer” 
“Ya verán como regresaran, humildes y humillados" 
-  decía la patronal.

27
Pero la rabia era mucha. 
Mucho el resentimiento. 
A toque de trompeta, se organizaron 
y rompieron el cerco: 

                            2 puntos largos en cuatro tiempos: concentración colectiva.
                            Un toque corto, y otro largo y vibrado; para detener el krumiraje.
                            Un toque largo a tres puntos  y un silencio; reunión de directiva.
                            Otro largo, pausado y dos mas cortos: Todos a la calle!

28
Poco a poco, y de todos lados fueron bajando. 
A  la cabeza, bandas de músicos, 
pancartas y banderas. 

29
Las columnas eran una fiesta. 
Un triunfo laboral aquella gesta, 
rodeada de sables y bayonetas. 

“Que se vaya el gringo del mineral!” - gritaban
“Que se acaben los esbirros de la compañía”- pedían
"Que se acaben las 12 horas de faena!” - exigían
"Que se pague en dinero el salario del obrero!” - reclamaban
"Que se terminen las fichas!” - solicitaban

30
La incertidumbre crecía. 
La solidaridad mas fuerte, y más altiva. 
Las amenazas más despiadadas y frías: 

                                    LOS VAMOS A MATAR A TODOS COMO A LOS PERROS! 
                                    Los amenazaron.
                                    NADA YA TENEMOS QUE PERDER! 
                                    Los mineros respondían.
 
31
El 19 de Diciembre, a la una de la tarde, llamo la trompeta nuevamente a las multitudes  reunidas.  

De los 21 puntos pedidos en el pliego de Septiembre, 
12 habían sido aprobados por la compañía: 

La jornada de 12 horas desaparecía.
Ocho solamente, al día, se trabajarían  
Ni sábados ni domingo encerrados en las minas
En moneda corriente los sueldos se pagarían.
Las fichas veían sus últimos días.

32
A modo de extraña ironía, 
O irónico monumento merecido, 
el 22 de Marzo de 1920, 
al calor de delegados sindicales de todo el país.
En la calle Cousino, nombre de muchas penas, 
La Federación Obrera de Chile, 
en Lota quedaba constituida. 

Era el triunfo de la lucha obrera

                    

33
Desde los veinte a los sesenta las muertes no concluyeron. 
Ni el abuso ni la injusticia  mermaron. 
Comenzaban a cerrar las primeras minas.
La vaca ya no da leche. 
Había que trashumar, 
buscar otros pastos: 

Que la recesión mundial - decían. 
Que la inestabilidad social nada permitía. 
Que económicamente ya no eran rentables. 

34
Los años cuarenta no fueron mejores. 
Ni mejoraron los cincuentas
La lucha continuaba, año tras año día tras día.

35
Mejores tiempos no vieron los sesenta 
como antes, los sueldos de nada servían. 
La miseria aumentaba. 
El hambre y morbosidad crecían. 

Si pedían aumento de sueldos, palos y plomo recibían.   
Eran los años de la guerra fría. 
Pelear por los derechos era 
subversión, 
conspiración 
o intriga. 
Había que tener cuidado con la bestia  comunista.

36
Luego de tantos años de horrendas represiones.
De horrorosas masacres y discriminaciones sociales
Los años setenta, por primera vez, en nuestra historia 
Daban un aliento al obrero. 

Ya no se trataba de elegir un presidente. 
Sino involucraba elegir un compañero

El pan y la leche ya no eran lujos
Ni la educación ni la salud
Ni la justicia

La tierra para el que la trabaje
La industria para las necesidades
El mineral para los Chilenos
Pan, techo y abrigo para los obreros
 
Nunca el carbón vio mejores tiempos.
                    

Que alevosía, Que atrevimiento!
Tanta humanidad demandaba un escarmiento. 
Desde norteamérica llegó la orden 


               "No toleraremos que un país marche al comunismo
               debido a la irresponsabilidad de su propio  pueblo”

                                  Dictó Henry Kissinger

Nixon firmó la sentencia. 
Las manos del capital 
los pulgares bajaron. 
Los sayones soltaron los perros. 
Las jaurías salieron a buscar la sangre
Extirpar el cáncer decían 
los generales, como si el hambre y la miseria 
fueran enfermedades.  
                    

37
Salvador Allende en la Moneda caía
Había que matar el canto y la poesía, 
Víctor Jara era asesinado
Había que establecer un ejemplo, 
la pobreza por ser pobre perseguida.
 
38
Miles de hombres murieron en los campos de exterminio. 
Miles desaparecieron sin huellas ni señas . 
Cientos de miles vejados, parias en su propia tierra. 
Cientos de hombres y mujeres de su patria descastados. 
Miles de sueños mineros abono de cementerios
                    

                                      
                                      Pero nada es eterno: 
                             Cinco años duró el estado de sitio, 
                                 16 años el de emergencia
                                       17 el escarmiento. 
                                    500 años la resistencia. 

                               A todo perro , tarde o temprano
                                         le llega su tiempo
                    

39
Como conquistadores nuevos. 
A la sombra de los cementerios, 
levantaron sus nuevos templos 
sobre las ruinas de los templos viejos. 

Lo ordenaban los señores de la nueva economía.  
Amos falsos mundos
Dueños falsos de tantas vidas

40
En los anos 90 de las minas del carbón, poco quedaba o nada. 
En 1997 él más grande y antiguo mineral de la zona carbonífera, 
luego de casi dos siglos de riquezas e inhumana explotación , 
en Lota, sus puertas cerraba, a modo de nueva vida.  

41
Por despedida: miserables pensiones, 
Por promesas:  y amargos sueños y  mentiras. 
Por historia, un comienzo eterno y espeso. 
Por pasado, la corola encendida de su pueblo, 
Indomable, vivo, eterno, rebelde, y altivo 
Negado bajo las alfombras turbias de los ministerios. 

42
Muchos quisieron borrar su memoria, 
Muchos también borrar su ser entero.
Siempre fue un estorbo su ardiente gloria
Siempre un mal ejemplo su terco celo. 
 
Pero las esperanzas no se borran, 
Ni sus huellas, ni sus días.
Ni el mundo puede girar sin ellas,
Ni él animo que las animo y las anima. 
Porque de ella nace lo humano, 
Y de lo humano la vida. 

43
Quien puede olvidar hoy ,esta estirpe brava y terca. 
Quien las mujeres altivas, fecundas luchadoras de la tierra. 
Quien olvidar estos hombres, de gesto huraño y manos abiertas. 
Augustos picapedreros, resoplo de tanta saña. Saña de tanta guerra.  
Quien su esperanza, y luz rabiosa, 
zarza brava y altanera, 
infierno de los injustos, mortaja de las cadenas. 

Quien podrá olvidar al hombre, escarbador de la tierra , 
Quien olvidar el mudo lamento que lo hizo hombre
Antes de ser hombre 
Antes de joven 
y muerte, en el fondo de la tierra
¿Quién podrá negar que la mina no es nada, sin el ser que la escarba? 



44
Sí alguna vez visitas la zona del mineral 
bien le valga a tu memoria recordar. 
Que la patria del novecientos no nació de la nada. 
Sino de la lucha de los desamparados. 
 
Gentes como estas,  
humildes como el pan, sufridas como el arado, 
forjaron la democracia,
hija de tanta sangre, 
hijastra de tanto estrago.

La historia del carbón cuenta mas de lo que dice y más de lo que cuenta. 
Es la historia del tiempo, y lo que el tiempo  ha creado y  crea. 
Es la historia de los hombres….. 
Carne de tanta lucha, huesos de tantas gestas.