De Puro Chile - 1 septiembre 2005 ¿El Cornejo de la suerte o crecer con igualdad? Ambos proyectos brillan
por su ausencia.
LAS PENAS DE UNA FAMILIA DE PATRONATO: LES CUESTA TOMAR AGUA Y NO TIENEN
BAÑO... EN SU PROPIA CASA
La realidad nacional está sobrevalorada. Día a día se destacan
los avances que está teniendo Chile. Pero esto dista mucho de la realidad, donde se ven
situaciones impresionantes. Hay gente que no tiene ni para cubrir sus necesidad básicas,
tal es el caso de la familia Reyes-Briones. Conózcala y luego replantéese...
Por Cristian Salgado Poehlmann
La extrema pobreza no ha podido ser resuelta ni por el gobierno, ni por
las entidades municipales. Tal es el caso de la familia Reyes-Briones, domiciliada en el
barrio Patronato, comuna de Recoleta. Su problema resulta, por decir lo menos, increíble:
no tienen abastecimiento de agua ni baño.
Ingrid Briones Urrutia tiene 44 años y reside en un pasaje ubicado en
la calle Río de Janeiro. Allí tiene una pieza (con altillo) de 4x4, donde vive con su
familia (esposo y uno de sus dos hijos). Su gran problema: la falta de agua potable y
baño. Mediante campañas publicitarias les prometieron igualdad para todos. También les
prometieron suerte ("El Cornejo de la suerte", alcalde de la comuna de
Recoleta). Lamentablemente, nada de esto se ha llevado a cabo...
La familia Reyes-Briones comenzó con su calvario hace 15 años. Su
departamento Serviu ubicado en Los Morros, comuna de El Bosque- les fue arrebatado.
¿La razón? El no pago del dividendo. Fue así como el suegro de Ingrid, Arturo Reyes
Merino, decidió ayudarles. Arturo se hizo cargo del pago del dividendo (de paso se quedó
con el departamento) y les cedió una de sus casas del pasaje 453 de la calle Río de
Janeiro. La propiedad pasó a nombre de Ingrid.
Al comienzo cada casa tenía su respectivo baño, claro que quedaban
fuera de éstas. En ese entonces, el pasaje completo pertenecía a la familia Balbontín.
Luego, el pasaje se parceló y los arrendatarios pasaron a ser dueños. En ese instante,
cada nuevo dueño comenzó a construir un baño dentro de su predio (los antiguos fueron
demolidos). Los Reyes-Briones no pudieron. El problema económico los sobrepasó, llegando
al extremo de no poder cubrir las necesidades básicas que cada ser humano se merece.
Simplemente no tienen para cumplir su sueño del medidor de agua y
baño propio. Si quieren ir al baño, tienen que usar la casa vecina (perteneciente al
cuñado de Ingrid). Para poder tener agua potable, tuvieron que tirar unos tubos desde la
misma casa (la cual tiene medidor). Lo curioso de esto es que Ingrid paga la cuenta del
agua...
Hace tiempo que están haciendo gestiones para obtener alguna ayuda del
municipio. Han tratado de hacer algo en conjunto con la junta de vecinos del barrio
Patronato. Álex Andrade, presidente de la junta de vecinos, sostiene: "Yo no sé si
al alcalde no le llegan las cartas que nosotros le entregamos o, simplemente, no las
pesca". Es más, la gente residente del barrio ni siquiera ha visto al alcalde en la
zona.
Por su parte, el gobierno no ha sido tan ciego como la municipalidad,
de hecho le presta ayuda económica, pero ésta es casi irrisoria.
La familia Reyes-Briones está siendo ayudada por el "Programa
Puente". Éste es un mecanismo que tiene el gobierno para ayudar a las familias que
viven en condiciones denigrantes. Dura dos años y su finalidad es ayudar a las familias
en siete áreas: identificación, salud, educación, dinámica familiar, habitabilidad,
trabajo e ingreso. Los Reyes-Briones están hace un año en este proyecto, pero la ayuda
que reciben es poca: 16 mil pesos mensuales. Muchos dirán que "algo es algo",
pero la verdad es que esto alcanza para poco y nada. Mantener el "statu quo" no
fue lo que nos prometió el gobierno. Nos prometió igualdad.
A esto se suma que nadie de la familia tenga trabajo estable. Ingrid es
maquiladora, su esposo Pedro albañil. Ninguno de los dos trabaja de manera estable, sólo
hacen "pololos". El hijo con el que viven trabaja en una empresa de correos,
pero sólo boletea. De esta manera, la posibilidad de surgir que esta familia tiene se
hace prácticamente imposible.
La ausencia de Gonzalo Cornejo en la zona no puede seguir. Arturo Reyes lo define como
"el diablo en persona". También piensa que los políticos del gobierno "no
piensan que la gente tiene alma, por eso actúan así. Nosotros somos gente como cualquier
otra. Necesitamos vivir de manera decente". Esperemos que la situación actual
cambie... por el bien de todos. |