Nota:
Hoy 6 de abril 2004 he recibido este documento enviado a la redacción de Puro Chile por
su autora, Rosa Gutiérrez Silva. El texto, por supuesto, ya forma parte de los documentos
acusatorios contra los generales criminales, ladrones y traidores encabezados por Pinochet
Ugarte y sus cómplices civiles. Lo reproduzco aquí porque entiendo que Rosa Gutiérrez
quiere que los crímenes que cometieron los maleantes en uniforme nunca sean olvidados.
Quiere que los criminales sean castigados de acuerdo a la gravedad de sus delitos, y
quiere que los chilenos no pierdan la memoria, no cierren los ojos a lo que pasó y no se
transformen en encubridores de los criminales en uniforme y sus cómplices civiles.
Dr. Róbinson Rojas.
DECLARACION CONTRA AUGUSTO PINOCHET UGARTE - MANUEL CONTRERAS SEPULVEDA
- TENIENTE BECKER SEPULVEDA Y A LOS QUE DIRIGIERON LA ACADEMIA DE GUERRA NAVAL-
Valparaíso en 1973-74
La que suscribe, Rosa Elena Elvira Gutiérrez Silva cédula de Identidad para chilenos
Nº 5.616 y pasaporte Nº 20935. Ambos documentos con los cuáles,
salí de Chile y el actual tramitado en 1996 y renovado Nº 6.669.964-6. en Valparaíso,
Chile. Declara haber salido de Chile el 5 de septiembre de 1974, y no haber ingresado al
mismo hasta 1986, por razones de expulsión según decreto ley Nº 402
Mi testimonio desea hacerse presente hoy y fuera de Chile ya que las condiciones
políticas de este país son inseguras.
Pero deseo que no quede impune el atropello, el dolor y el desgarro que sufrí y que se es
el sufrimiento de muchos y de mi familia e hijas que sé vieron privadas de disfrutar a
sus tíos primos y abuelos y esos sobrinos, que yo ayude a criar y con los cuáles tengo
pocos años de diferencia y a los que según palabras textuales de ellos: " ...
Pinochet les robó a su tía...", ya que ellos preguntaban una y otra vez por ella y
una respuesta que después de muchos años les desgarró el alma: ¡¡¡su tía Rosa no
volver más!!!!
Durante el tiempo que permanecí en Chile después del golpe militar encabezado por
Augusto Pinochet Ugarte, dejando claro que es la primera vez que me atrevo a declarar en
los lugares que me lo demandaren en lo siguiente:
Fui una militante de las Juventudes Comunistas de Chile, como adolescente y con los
ideales de todo adolescente. Presidí el Centro de Estudiantes del Liceo Nº 1 de Niñas
de Valparaíso y milité activamente en el gobierno de la Unidad Popular en Chile.
Cursaba durante septiembre de 1973 mi cuarto año de Enseñanza Media y debía dar la
Prueba de Aptitud Académica (P.A.A.), para mi ingreso a la Universidad.
El 11 de Septiembre me enteré del golpe con la incredulidad de una militante y con el
dolor de un proceso de ideales rotos
DETENCIONES Y ALLANAMIENTOS ILEGALES: por ser menor de edad y sin orden
judicial
ALLANAMIENTO: A los 24 días aproximadamente volviendo del Liceo, encuentro
que mi casa estaba siendo allanada uno de mis hermanos que me esperaba a los pies del
cerro, me dice que como habían preguntado por mí no regresara.
Detención 1ra. : A los días en el Liceo me entran a buscar clase dos marinos que
me llevan a una Escuela en la cual había varios dirigentes estudiantiles. Como una
consigna no premeditada no nos hablábamos.
Un Oficial de la Marina me interroga y me interroga acerca de cuántas células funcionaba
en mi Liceo, como por naturaleza eso no se confiaba ante nadie me negué o desconocí el
hecho. Un par de cachetadas fueron mi primer enfrentamiento con la realidad. Yo no sabía
ante quienes me enfrentaba, tenía 17 años.
Me dejan en libertad aconsejando con rudeza que deje mis estudios, lo converso con el que
fue mi esposo y compañero durante 15 años y creímos que no era tan grave como para
hacerlo y ante una perspectiva de irnos a otra Provincia, quedando a la espera de los
resultados de la P.A.A. él me aconseja y yo lo acepto
Detención 2da: Luego a los 2 meses (las fechas no las puedo precisar, han pasado a
26 años) con absoluta claridad pero creo que en mis declaraciones del Comité de la
Paz en Santiago de Chile en 1973 y en Buenos Aires en 1974 ante la sede del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas (A.C.N.U.R.) en la calle Laprida, los datos pueden ser
más precisos.
Siento que a la madrugada mi padre me llamó a la puerta de mi pieza dormitorio y me dice:
"Hija... la vienen a buscar..." salía de un sueño y me di cuenta que mi casa
era nuevamente allanada, mi padre era peluquero y mi madre ama de casa, ellos lloraban y
un primo hermano también. Quien comandaba la patrulla ordenó: debe acompañarnos, mis
padres desean saber a dónde me llevan a lo cual no contestan, subo con lo que alcanzo a
tomar para medio vestirme con camisón y un pantalón más un chaleco que mamá me
alcanza. Me suben a un jeep con guardias marinas a cada lado y suben por el Cerro
O'Higgins y voy escuchando y sintiendo como entran por diferentes calles del cerro y
allanamiento de casas a patadas igual que yo los introducían al vehículo unos 15
compañeros, dejando gritos y violencia en cada lugar y en una un disparo no subió nadie
ahí porque estabamos
encapuchados con puloveres que más adelante fueron capuchas, malolientes.
Al llegar muy arriba en el Cerro en lugar llamado Miradero O'Higgins nos
hacen bajar y nos colocan en fila a distancia de tocándonos el hombro. Era la única
mujer del grupo y nos dejan porque dicen apunten y nos disparan sobre nuestras cabezas, yo
me caí del miedo, a lo lejos se sentían metrallazos.
Luego bajan por el cerro a toda velocidad nos llevaban acostados en el
piso del Jeep y yo como éramos muchos, yo me fije cuando bajamos por la calle Washington
en mi casa y vi a mis viejos llorando en la puerta, sentí terror que les dispararán. A
la altura de la Avenida Argentina. Entra al vehículo un señor alto con una voz especial
y dice son los enfermos de "Upitis". Arriba ¡¡¡Arriba!!!. (Con los años me
di cuenta que la orden que dio era que nos llevaran a la Academia de Guerra naval que
quedaba en Playa Ancha).
Nosotros estabamos encapuchados y oíamos que nos alejábamos del Centro y eran sólo
vehículos militares ya que había toque de queda y luego en el recinto militar... nos
hacen subir las escaleras yo las conté porque alguien me susurró que las contara eran de
20 escalones un descanso y luego 10 escalones hasta el cuarto piso. Al cual nos empujaban.
Era un recinto de diez metros por cuarenta, con una pocas colchonetas en el piso.
Durante varios días esperé, mientras por la noche no se dormía por alaridos y gritos y
golpes con palizas y más de una vez disparos y gemidos.
Cuando entraba algún militar nos encapuchaban y nos cuidaban unos marinos con un pañuelo
en la cara y metralletas. Pero a eso de las 18 horas a las 6 de la tarde estando agotados
y hambrientos, entraba un Oficial: Se paseaba entre nosotros, algunos en estados
lamentables y a cara descubierta, rostro caucásico, pelo negro alto y ojos negros, nos
empezaba a torturar diciendo quieren estar en sus casas... , casas.... , nadie contestaba
él decía yo también, quieren comer pollo con papas a la cacerola..... y lo mismo. Te
dejaba mal te daban ganas de suplicar pero nadie por los menos en el tiempo que estuve no
los puedo precisar se quebró. Mis papás, compañero y mis hermanos recorrían
regimientos para saber mi paradero, con un marino que conocía el padre de mis hijas me
hace llegar ropa con eso confirmaron que estaba allí, no era la época de las
computadoras.
Durante mi permanencia reconocí caras, la mujer del Alcalde Barrientos de Viña del Mar y
unos dirigentes de la Universidad dieron instrucciones los mas viejos que no asegurar nada
que era peor, que no hablara de mi militancia sino lo del Liceo y nada más.
Cuando me llevan a interrogar, encapuchada hasta la cintura. Me sientan y me leen mi
ficha, y me preguntan ¿Militas en la Jota?. (Juventudes Comunistas de Chile ) yo lo niego
y digo que sólo simpatizo con la UP, como recordatorio tuve un largo periodo de sesiones
de electricidad a través de unos anillos que ponían en los dedos de las manos en las
uñas y otros lugares. Siempre eran dos o tres y cada cierto tiempo aparecía una voz que
me decía yo te quiero ayudar y yo lloraba... . Más anillos y bofetones además de
preguntar por el liceo no les bastaban. Me hicieron desnudarme. Yo no tenia fuerzas
y como no me cubría desnuda me tiraron al piso y perdí el conocimiento varias veces.
Luego siento que me arrastran y me tiran al piso de la habitación común. Ahí la mujer
del Alcalde Barrientos les grita: ¡¡¡qué le hicieron no se dan cuenta que es una
niña... !!!!
A los días, no muchos, no lo sé con precisión me ordenan preparar mis cosas para un
"traslado", yo me quedé helada, trataba de refrescar mi memoria con la
imagen de mis viajes no eran muchos solo había ido por la Jota a Asuntos del
Partido a Santiago y a hacer unos cuantos trabajos voluntarios en Quilpué. Y a un
Congreso de la Enseñanza media en Valparaíso.
Los compañeros que había en ese lugar me hacen repetir mi número de Documento y mi
nombre completo por si me pasaba algo, la Sra. de Barrientos me da una carta en un
papelito y me dice que le avise a su familia que se vaya del país, que está bien y donde
está (ese papel me lo comí) por miedo a que me lo encontraran nos registraban hasta la
vagina. Me encapuchan y en un viaje en el que yo estaba aterrorizada pues fue de
noche me trasladan yo no sabía dónde y después de cierto momento no adivinaba el rumbo
que tenía.
Sólo sé que en una Comisaría me bajaron para cambiar de vehículo y fui puesta en un
calabozo sola, antes de entrar en el Cuerpo de Carabineros de Chile que en ese momento me
debía retener me revisó de una manera brutal introduciéndome las manos en la vagina por
si llevaba armas, yo reconozco que el pánico que me paraliza desde esas agresiones aún
perdura y que tras 14 años de psicoanálisis es una característica me paralizo ante la
agresión
soy capaz de no huir ante un ataque. En ese Retén de Carabineros luego que dejó la
Armada en el Retén, luego otras personas que no podía ver por la capucha. Mi terror
aumenta cuando me doy cuenta porque a veces no podía respirar y pedía que me subieran la
capucha observé, que no eran marinos no carabineros, sino que del Ejército.
Así estoy hasta que me obligan a ducharme y me arreglan y me dicen:
¡¡¡ni una palabra de lo que has visto!!!! Y un señor al que yo
no conocía me trata con firmeza pero casi paternalmente. Me dice: "Soy el Teniente
Coronel Becker Sepúlveda. Su familia habló con un tío de mi madre que lo conocía y que
cuando entrevista por primera vez a mi hermano mayor le dijo: "....que la urgencia es
sacarme de la Academia de Guerra Naval que de allí no salen vivos..." Yo sólo
escuchaba y me dice como verá yo lo hago por mi tía y no por usted y como esto me
comprometo yo para dejarla en libertad necesito que ponga de su puño y letra en la
libreta de unos comunistas su nombre. Su hermano la espera, me acobardé y firmé.
No tenia otra alternativa y firmé. Pido perdón si a alguien perjudiqué, salí de ese
lugar que recién este año al poder charlar con mi hermano mayor me entero después de 24
años que era el Regimiento de Calera. Este Teniente Coronel era sobrino de Manuel
Contreras Sepúlveda y su impunidad estaba totalmente cubierta por lo que abusó del dolor
abusó del dolor de mi hermano mayor y de toda mi familia y además me utilizó para fines
personales.
Mi hermano mayor que se fue con su Citroneta verde a buscarme, detalle que sólo aclaro
porque nadie en la familia tenía vehículo (aclaro que venimos de una familia trabajadora
y muy humilde mi padre fue canillita y lo que tuvo lo hizo con su trabajo). Este hermano
también sufrió la persecución ya que lo despidieron de la Phillips en Chile sin
indemnización y además me utilizó para fines personales. Este funesto Teniente le
había dicho a mi hermano que el mismo había ejecutado a un comunista con un tiro en la
cabeza. No recuerdo como llegue a casa, mi compañero de exilio justificó el hecho en el
dolor de la familia a la fecha aún no sé que era lo mejor y firmé así.
Yo era y soy la menor (única mujer) de tres hermanos varones que lloraron cada detención
y el exilio posterior por mi familia y la discriminación que debió vivir por ellos y mis
padres es que también declaro.
El 5 de diciembre de ese año 1973 me casé con la firme decisión de irme a otra
Provincia me habían contactado para hacerlo pero provengo de una familia trabajadora y
sin muchos recursos.
Los resultados de diciembre de la P.A.A. dieron sus resultados y quede
seleccionada en Medicina en la Universidad de Concepción y en todas las carreras que me
había anotado, pero ese intento se ve frustrado por una tercera detención que sin duda
marcó mi situación para siempre, y sin lugar a dudas fue el alerta máximo de lo que
podía pasarme.
Detención 3ra.: Me detienen en marzo creo o febrero, y estaba en casa de un hermano
cuidando a 4 de mis sobrinos que eran diez.
Según el relato posterior de mi padre, había llegado a la peluquería, alguien
disfrazado y le dice: "Señor Gutiérrez: tengo un mensaje de la Jota para su hija...
Necesitamos saber donde está..." Y papá les dice donde estoy, era en la calle
Ossandón ya que desde mi última detención no dormíamos en la casa de mis padres por el
temor de ser detenida de nuevo.
Cuando me van a buscar, yo estaba dando el biberón al menor de mis sobrinos y con él
alzado salgo a abrir y era Investigaciones que me Interpela diciendo: ¡Queda usted
detenida!, Yo sentí que el mundo se me derrumbada. Cuidé que ninguno de los niños
saliera y Víctor mi esposo tampoco.
Me introdujeron en un coche a plena luz del día, sólo en el centro de Valparaíso me
encapuchan y me colocan en el piso y de la semana de detención con posterior detención
domiciliaria fueron los peores momentos de mi vida. Sólo el deseo de vivir te da fuerzas
para respirar sentía que ellos reunían información acerca de cada uno de nosotros, nos
acusaban de extremistas.
Al llegar como en todas las veces anteriores se me fotografió de frente y de perfil,
además al soltarte con pena preventiva te hacían firmar encapuchada y con una pistola
apuntándote a la cabeza, por lo que se sobreentiende que es ilegal.
Nos hacían dar vueltas tipo rueda y nos tiraban al cuerpo metralletas y armas el que sin
darse cuenta o porque sabia la tomaba, durante horas sentíamos su tortura así como uno
de ellos Radrigán fue la suposición general se suicidó. La razzia de esa detención fue
para los estudiantes secundarios, nos golpearon a rabiar y realmente cuando te golpean
sólo deseas morir. En una oportunidad sentí que quedaba sola en una cabina de tortura y
levanté la capucha y pude ver la máquina que era pequeña tipo sacapuntas de oficina,
conectada a la pared por enchufe (luego supe que era la picana) además había como
un cartel que decía: "No deben extralimitarse en el uso de maltratos ya que el que
se interroga puede o no ser extremista pero al salir será aun extremista en
potencia."
Torturas, careos maltratos y vejámenes. Las vivencias son muy intensas,
vi a compañeros como Sara López Lezcano y Radrigán, etc.
Luego de unos días con la amenaza de no cursar la universidad me soltaron en un ascensor
de Playa Ancha. Cerca de la Aduana, por lo que bajé por el mismo gratis y abajo un
feriante que vendía frutas me dio guindas y me dijo que era habitual que los dejaran
ahí, me dio dinero para volver a casa.
Yo tenía o sentía las manos hinchadas por los anillos de la picana y mi ropa la sentía
sucia, al llegar casa sólo le expresé a mi compañero que me suicidaría si volvían a
detenerme.
Muchas cosas no recuerdo porque me desmayé en reiteradas ocasiones, producto de los
interrogatorios y golpizas
A fines del mes de agosto de 1978 y estando yo en casa llega con el objeto de entregarme
unos libros un hombre que me dice: "Acá está funcionando una célula del MIR en una
peluquería y necesitamos que colabores me citan para una semana después con la amenaza
de detenerme y no volver a contar el cuento...".Yo ubico a mi pareja ya que prefería
cualquier cosa antes de ser colaboradora. Es con él quien ese mismo día salimos a
Santiago y por suerte aún la informatización no hacia de las suyas. Lo que facilitó que
sacáramos pasaporte en Santiago con un domicilio prestado a través del Comité para la
Paz en el que de allí al Comité de la plaza me entrevistan a través de una Asistente
Social que aconseja que salga del país por la edad que tenía y lo peligroso de mi
situación personal. Y el 2 de septiembre de 1974 firmé por ultima vez en una Comisaria
en Valparaíso (lo hacía ya desde hacía mas de 6 meses y era una locura cada
domingo era como estar preso en la casa), no sabiendo que no volvería durante 12 años a
mí ciudad natal.
De ahí al miércoles o jueves 5 de septiembre salgo de Chile a través de Aerolíneas
Argentinas con una decena de otros detenidos y parejas de los mismos. Con destino a
Canadá
A un exilio que se prolongaría mas allá de lo que una persona pueda esperar. Mi padre
debió ir a la Comisaria por mí y a la edad de él debe ser muy fuerte. Llevar copia de
los pasajes, etc.
Mis hermanos a lo largo de estos años de exilio presentaron cartas al ministerio del
interior sin respuestas, porque el castigo era muy duro para una dirigente estudiantil
Lo que pasó pudo haber sido debido al apellido Allende de mi abuela paterna Elena Allende
Allende de la localidad de Casablanca y el de mi padre Héctor Gutiérrez Allende,
fallecido (q.e.p.d.). Por lo que mi nombre apareció entre las últimas 500 personas que
pudieron ingresar a Chile. No fue extraño que el apellido materno de mi padre fuera
borrado de los archivos y que recién rescato ahora. Son sólo excusas para algo que no
debe repetirse por lo que pido justicia.
A través de este testimonio acuso al Gobierno del golpista Augusto Pinochet, por mis 14
años de exilio. A través del decreto Ley del PEN Nº604.
A quienes dirigieron la Academia de Guerra Naval y a quienes destruyeron a mi familia
dejado cesante a mis tres hermanos.
Por mis sobrinos que perdieron a una tía que suplantaba a su madre en más de una
ocasión.
A mi madre que sufrió por el exilio de su única hija mujer y a mi padre que no
acompañé a su ultima morada (q.e.p.d.).
A mis hijas que no pudieron disfrutare del amor de sus abuelos, tíos y primos.
A quién fue mi compañero durante tantos años y sé bancó mis difíciles momentos de
exilio y de psicoanálisis y me ayudó a criar a nuestras hijas cuando mi fortaleza
flaqueaba no sólo por la edad sino por el estado emocional que me debilitaba
interiormente.
Y por los que no pueden ya dar testimonio. Pido disculpas por los errores de redacción,
pero es difícil rememorar el dolor ya que se vuelve a sentir, omito algunos
detalles en honor a mi familia e hijas para ahorrar lágrimas que hasta hoy eran en
vano, pero
detallaré todo en una declaración verbal si me es solicitado
Rosa Elena Elvira Gutiérrez Silva
Célula Nacional de Identidad Nº 6.669.984-6 de Chile
Pasaporte Nº 20935 Serie 13283 - 1974 de Chile
D.N.I. Argentino: 17.656.938
Nota: Copia firmada contra entrega a la Comisión de Derechos humanos en
Viña en enero de 1999 y faxeada a Monique Markovicz en 1998.
Alain LENUD et Rosa Gutiérrez Silva
Le Bourg
71390 SASSANGY
FRANCIA
TE 0033-3-85.96.16.49
Mail: alain.lenud@wanadoo.fr
rosa.gutiérrez@wanadoo.fr
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