Reproduzco esta
entrevista por dos razones: una, porque es un buen reflejo de la lógica retorcida usada
por gente ansiosa de justificar lo injustificable: crímenes cometidos por un individuo
que ejerció poder absoluto; y dos, porque es un retrato del dilema de un hijo que quiere
a su padre, cuando ese padre se llama Augusto José Ramón Pinochet Ugarte.
(Róbinson Rojas, 28 noviembre 2004)
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De La Tercera - 28 noviembre 2004Marco Antonio Pinochet: "Apoyo a mi padre, pero
me cuesta defenderlo"
El hijo del general (R), quien declaró esta semana por segunda vez y en forma
voluntaria ante el juez Muñoz, relata en detalle las diligencias que realizó en EEUU
respecto del caso Riggs.
Cristián Bofill y Claudia Giner
Marco Antonio Pinochet (47) fue un desconocido para el grueso de los chilenos durante
los 25 años posteriores a la brusca llegada al poder de su padre. Sólo en octubre de
1998, tras el arresto del general (R) en Londres, el cuarto de los cinco hijos de Augusto
Pinochet Ugarte abandonó su anonimato, al convertirse en el vocero de la familia durante
ese caso judicial. Ahora, con el estallido de las cuentas del Riggs, volvió a asumir un
inesperado protagonismo público. Pero esta vez, como se encarga de resaltar, ha sido a
regañadientes.
El cambio no se debe exclusivamente a que estima que la actual situación es mucho más
dañina para la imagen de su padre que la gatillada por la orden de captura del juez
Baltazar Garzón. También lo molesta que ahora se esté investigando a toda su familia,
incluidos hijos y nietos, en su opinión con afán persecutorio. "Me gustaría creer
que nadie me va a perseguir por mi apellido, pero me parece nefasto lo que está pasando.
Se ha involucrado a gente inocente", afirma. En todo momento dice que su objetivo es
que se llegue a la verdad y que sólo va a hacer afirmaciones categóricas sobre el caso
una vez que lo conozca.
Si bien hace la salvedad de que respalda y que siempre va a apoyar a su padre -"no
creo que haya delinquido ni haya hecho nada inmoral"-, un tono de reproche marca
muchas de sus frases, no sólo en lo que se refiere a este caso, sino también a otros
episodios, entre ellos el de los controvertidos cheques recibidos por su hermano mayor,
Augusto, por la venta de la empresa Valmoval al Ejército. Es ese mismo tono el que
destaca cuando se refiere a lo que considera el alto precio que pagó su familia por los
años en que el general (R) estuvo en el poder.
Han pasado más de cuatro meses desde que se dio a conocer el primer informe de
la subcomisión del Senado sobre las platas del Banco Riggs. Desde entonces, ¿qué
conclusiones ha sacado?
Para mí, esto fue una sorpresa. Como lo dije públicamente en esa ocasión, yo no tenía
conocimiento de las cuentas de mi padre ni de las sociedades suyas en el Riggs, y menos de
los volúmenes de plata que había ahí.
Según un informe de la subcomisión del Senado de EE.UU., en abril de 1996
usted solicitó información sobre las cuentas de su padre a Carol Thompson, ejecutiva del
Riggs, para realizar una transferencia de dinero. ¿Eso no es contradictorio con su
respuesta anterior?
Ese documento ni siquiera lo recordaba. Es un depósito que le hice a mi madre en 1996. La
historia se remonta a 1981, cuando mi padre me facilitó unos dineros para financiar mi
estadía y negocios en EE.UU. Cuando pude devolverlos, él me pidió que se los depositara
a mi madre en una cuenta bancaria que él le había abierto para que ella tuviera sus
propios recursos para viajes y otras cosas. Mi padre me entregó una tarjeta con el nombre
del banco Riggs y de la ejecutiva Carol Thompson. Yo le mandé un fax a ella preguntando
por el procedimiento para efectuar un depósito a Lucía Hiriart, y ella me respondió
cómo hacerlo. Hice la transferencia y punto. En ningún minuto se me pasó por la mente
que esa cuenta era de mi padre y él jamás me lo dijo.
Usted viajó recientemente a EEUU a recabar información y estuvo cerca de un
mes. ¿En qué consistieron esas diligencias?
Yo aproveché un viaje, que realicé con mi familia a fines de septiembre, para hacer
todas estas diligencias. Fui a investigar y estoy recopilando información debido a que mi
padre no está en condiciones de aportarla, y ya que están tratando de involucrarme
injustamente a mí, a mi mujer, a mis hijos, hasta a mis cuñados.
¿Adónde exactamente viajó?
Fui primero al Banco Espíritu Santo, en Miami, donde había unas cuentas, y solicité
toda la información posible. Viajé con poderes que me había dado la defensa, ya que de
lo contrario no me hubieran entregado nada. Llegué solo al edificio, me identifiqué con
mi pasaporte y pedí hablar con la persona encargada de Chile. Llegó el vicepresidente
del banco y le expliqué que la defensa necesitaba estos documentos. Me pidió una semana
para recabar la información. Dos días después viajé a Washington a hablar con la gente
del Riggs.
¿Cómo se contactó con ejecutivos del Riggs?
Pregunté la dirección de la sucursal donde estaban los ejecutivos más importantes.
Llegué a la sucursal, ubicada en la calle 17 con la 8° Avenida, y me acerqué a un tipo
de la seguridad para que me contactara con el ejecutivo más importante del banco. Esperé
unos 10 minutos, hasta que apareció un tipo por la puerta de atrás. "¿Quién es
usted?", me dijo, y yo le respondí: el que usted está viendo en el pasaporte. No
conforme con la respuesta, me volvió a preguntar, "pero ¿quién es usted?", y
ahí le dije que era uno de los hijos del general. Tomó el pasaporte y se lo llevó. Al
rato volvió con otras personas y me hizo firmar toda una serie de papeles de seguridad
para subir al séptimo piso, donde me presentaron a Bryant Moravek.
¿Quién es Bryant Moravek?
El me explicó que había sido contratado por el banco para investigar el caso. Lo primero
que me dijo cuando nos sentamos fue: "Yo sé que estos dineros de tu padre no son
provenientes de la droga ni de las armas, pero tenemos que saber de dónde provienen y por
eso estamos investigando. Te voy a recopilar toda la información y quiero que nos
juntemos pasado mañana con los abogados del banco". Al día siguiente viajé a Nueva
York.
¿Qué actividades realizó en Nueva York?
Me junté con unos abogados para que me asesoraran. Me explicaron que era una
investigación que estaba realizando el banco y me aseguraron que yo no tenía nada que
temer. Al día siguiente volví a Washington a reunirme con Moravek y dos abogados más.
¿Qué antecedentes obtuvo en esa reunión?
Primero, me dijeron que su misión era establecer la verdad de lo que sucedió y que me
iban a hacer algunas preguntas, pero que yo tenía que tener claro que había una
investigación en Chile y que lo que yo dijera podría eventualmente perjudicarme. Les
dije que mi único interés era saber la verdad.
¿Qué le preguntaron?
Si conocía a Daniel López o a José Ramón Ugarte y otras preguntas cuya respuesta yo no
sabía. Fue la primera vez que escuché hablar de Daniel López. Posteriormente, tras
cotejar varios documentos, concluí que Daniel López era un nombre usado por mi padre y
se lo dije a los investigadores norteamericanos. Además me preguntaron por nombres de
personas e información que yo nunca había oído.
¿Le mencionaron además nombres de personas que usted conoce?
Sí, pero no los voy a nombrar por respeto a esas personas.
"REVISÉ 10 AÑOS DE CARTOLAS DEL RIGGS. PERO NO VOY A AFIRMAR NI
DESCARTAR NADA"
¿Usted conoce a Mónica Ananías y sabe qué papel jugó en este caso?
La conozco como la secretaria de mi padre desde hace muchos años, le tengo afecto y creo
que ha sido leal con mi padre y mi familia. Respecto de su papel, estoy seguro que todo lo
que hizo fue cumplir órdenes como secretaria personal de mi padre.
¿Qué averiguó respecto del monto total de las cuentas?
Mi padre tenía una cuenta en el Citibank desde los años '60, y en el 84 ese banco le
pidió que la cerrara, argumentando que no quería tenerlo como cliente. Ahora sé que por
ese motivo abrió una cuenta en el banco Riggs de Miami con otro nombre. Pienso que fue
por sugerencia del mismo banco para asegurar su privacidad.
¿Qué le dijeron respecto del monto total las personas con las que habló en
el Riggs?
Moravek me preguntó: "¿Cuánto dinero crees que tuvo tu padre en el banco?".
Le respondí que no lo sabía, pero que, según el Senado de EE.UU., eran unos US$ 8
millones y tanto. Así es, me confirmó. También me dijo: "Tu padre tuvo distintas
cuentas con distintos nombres" y me reveló que habían sido abiertas en Miami. Pero
me aclaró, y esto es importante, que en los años 80 tener cuentas con distintos nombres
no era ningún delito.
Un informe del diario The Washington Post señala que el monto total en Miami
llegaría a US$ 12 millones.
Por la información que tengo hoy, no me cuadra. Revisé 10 años de cartolas del
Riggs. Pero no voy a afirmar ni a descartar nada mientras no tenga toda la información.
Tengo la impresión que se están sumando dos veces las mismas platas. El error consiste
en sumar los montos a nombre de Daniel López en Miami, con los depositados en Washington,
en circunstancias que ya le acreditamos al juez Muñoz que la cuenta de Daniel López se
traspasó íntegramente al Riggs de Washington.
Según los documentos que le dieron, ¿en qué fecha partieron las cuentas?
No tenían clara la fecha exacta, pero sí que fue en los años 60 y 80.
Según The Washington Post, se abrieron en 1985.
Puede haber sido antes, en el Riggs no tienen certeza. En 1964 mi padre abrió una cuenta
en el Citibank, que la cerró en los años 80. En esa misma época abrió cuentas en Miami
con otro nombre. Mi padre estaba entre los denominados PEP, Political Exposed Persons
(personas expuestas políticamente), por lo que era complicado tener cuentas a su nombre.
Lo más probable es que el banco le haya hecho una deferencia. Pero está claro que sabía
quién era su cliente. Para el banco eso no era ningún misterio.
Más allá de sus diligencias, ¿a qué conclusión ha llegado después de
todos estos meses? ¿Cuál es el origen de los dineros de su padre?
No tengo certeza de su origen. Pero he podido apreciar que eran dineros que venían desde
hace muchos años. No son resultado sólo de uno o pocos depósitos hechos el año 90 por
millones de dólares, como se ha especulado. Se trata de cuentas que vienen de muy atrás.
La defensa de su padre ha sostenido que parte de estos dineros serían
donaciones realizadas después que dejó el gobierno.
Repito que mi impresión es que las cuentas venían desde hace varios años. A lo mejor en
los 90 se aumentaron los montos. Pero la verdad es que todavía no lo sé.
¿Cómo es posible que una persona que no heredó una fortuna y sólo ejerció
cargos públicos haya logrado acumular US$ 8 millones? Usted declaró en un comienzo
que su padre había sido muy ahorrativo y que había hecho buenos negocios.
Creo que hay diferentes orígenes. Hay, en primer lugar, ahorro. También me parece que
recibió importantes donaciones. Y es muy posible que algo provenga de los fondos
reservados, de viáticos y de gastos de representación que manejó mi padre. No hay que
olvidarse, como les dije a los americanos, que él no fue sólo un general, fue un hombre
que gobernó un país como Chile 17 años.
¿Considera lícito que un gobernante use gastos reservados para sus cuentas
particulares, siendo que se trata de fondos destinados a temas de Estado?
No lo sé, esa es una pregunta que tendría que responder mi padre. En todo caso, se
trataría de un problema ético y no de un delito.
Los inicios de los años 80 fueron los más complicados del régimen militar.
¿No cree que frente a la posibilidad de ser derribado él haya usado los fondos
reservados para garantizar su futuro?
Eso lo manejaba gente que trabajaba con él.
¿Qué porcentaje de estos montos representan las donaciones?
Repito que no conozco toda la verdad.
"YO ESTIMABA QUE (LOS DEPÓSITOS EN EL EXTRANJERO DE MI PADRE) ERAN
DE ALREDEDOR DE US$ 1,5 MILLONES"
En estos meses se debe haber descubierto, si existieron las donaciones, el
nombre de los donantes.
Un mínimo de realismo indica que, dada la situación actual de mi padre, es muy
difícil que alguien que haya donado lo reconozca hoy. Nadie va a salir diciendo 'yo le
regalé US$ 100 mil'. Eso es imposible. Pero, claro, no tengo la menor duda de que si la
situación de mi padre fuese otra, como lo era hasta hace algunos años, tendríamos a
mucha gente haciendo públicas sus donaciones.
Se está investigando, a nivel de hipótesis judicial, que estos dineros
provengan de comisiones de venta de armas.
No lo creo. Por lo demás, si estuviésemos hablando de comisiones de ventas de armas las
cifras serían muy superiores. Esa versión, incluida en el primer informe, se basaba en
datos falsos del diario británico The Guardian, y fue descartada en el informe
definitivo.
¿No considera que US$ 8 millones, en caso de ser la cifra real, es una
cantidad alta? ¿No le impactaron los montos cuando se enteró?
A mí me impactó, porque no tenía idea. De la noche a la mañana aparece mi padre con
cuentas por US$ 8 millones. No son dineros que se juntaron en dos años, venían de los
años 60 y 80. Pero la verdad es que me sorprendió el monto. Creo que mi padre actuó en
forma irresponsable.
¿En qué consistió la irresponsabilidad de su padre?
En tener esos volúmenes de plata a su nombre. No creo que esos dineros sean mal habidos,
sino que mi padre tenía la obligación de tomar muchos más resguardos que una persona
común, dada la cantidad de enemigos y problemas que él tiene.
Además de esas cuentas su padre tiene varias propiedades, como un fundo en Los
Boldos, una casa en La Dehesa, un departamento en Iquique, entre otros.
En primer lugar, Los Boldos es una parcela de 20 hectáreas que se compró muy barato, al
igual que los otros bienes. Nunca participé en las compras de mi padre, ni supe cómo
hacía sus operaciones, cómo las financiaba. De lo único que me he podido enterar ahora
es que en los años '80 pidió muchos créditos e hizo operaciones de capitalismo popular.
Cualquier persona que conoce a mi padre sabe que su gran característica, que no sé si es
virtud o pecado, es que tenía todo compartimentado. Nunca le entregaba toda la
información a nadie. Algunos sabían esto, y otros aquello.
Existen antecedentes de que en EE.UU. se están investigando traspasos de
dineros de 12 ex altos oficiales del Ejército a las cuentas de su padre en el Riggs. El
general Guillermo Garín y Gustavo Collao, que están entre los mencionados, lo negaron
enfáticamente.
No creo que ellos le hayan pasado dinero a mi padre. Tengo la mejor opinión de
ambos. Estoy seguro que esto se aclarará.
¿A usted, como su hijo, nunca le entregó información financiera?
Mi papá siempre se rodeó de sus ayudantes, sus militares. Esas eran las personas que
escuchaba. Para ser franco, mi padre a nosotros casi nunca nos ha escuchado. Nosotros como
familia le decíamos muchas cosas, pero tomó en cuenta muy pocos de nuestros
consejos.
¿Qué es lo que sabía exactamente usted?
Lo que yo sabía -se lo informé al ministro Muñoz en mi primera declaración- es que mi
padre tenía una cuenta en Europa. Ahora está comprobado que esos fondos posteriormente
fueron traspasados al banco Riggs, sin que yo tuviera conocimiento ni participación
alguna, como también se lo dije al ministro. Siempre creí que esa era su única cuenta.
¿Qué cantidad de dinero creía usted que tenía su padre en esa cuenta en
Europa?
Yo estimaba que eran alrededor de US $1,5 millones.
"NO HE COMETIDO NINGÚN DELITO Y ME GUSTARÍA CREER QUE NADIE ME VA A
PERSEGUIR POR MI APELLIDO"
Aquí en Chile no sólo su padre está siendo investigado. ¿En su caso, qué
informaciones le han solicitado?
No he cometido ningún delito. Me gustaría creer que nadie me va a perseguir por mi
apellido, pero me parece nefasto lo que está ocurriendo. Se está involucrando a gente
inocente, a niños de hasta cinco años, a mis hijos, e incluso a una hija mía que
falleció en 1995. También a mi señora y a mis cuñados. Me cuesta creer que no hay
persecución cuando prepararon una lista con todos estos nombres de niños y adultos y las
repartieron a todas las instituciones financieras del país y también en el extranjero.
¿Cómo evalúa hasta ahora la investigación?
Por un lado, no veo nada claro. Por otro, noto que hay filtraciones de información con el
fin de hacer daño más que de saber la verdad. Nos están haciendo quedar ante la
opinión pública como mentirosos, como ladrones. Lo esencial es buscar la verdad y
descartar la existencia de delitos.
Pero la poca claridad sobre los orígenes de esos dineros es lo que provoca las
especulaciones.
Puede ser, pero no por eso nos van a perseguir.
¿Qué le ha dicho su padre cuando usted le ha preguntado por las cuentas?
Por su estado de salud, mi padre no está en condiciones de aclarar todo, ya que estamos
hablando de muchos años de operaciones financieras. A mí me produce una impotencia
tremenda, porque me habría encantado que me aclarara muchas cosas, porque yo también se
las podría aclarar a todo el mundo.
¿Y con su madre?
Me da la impresión de que mi madre no participó en nada. Mi padre llevaba las
cuentas.
El perfil de su madre es más bien de una mujer con carácter, que no se mantiene ajena
a lo que sucede.
Puede que su personalidad sea fuerte, y que dé la impresión de que maneje la situación.
Pero mi impresión es que ella no tenía injerencia en los temas económicos. Respecto de
eso, por lo demás, hay un punto que me gustaría aclarar.
¿En qué consiste ese punto?
Se publicó un documento del Riggs, en La Tercera, en la que a nombre de mi madre se
pedía que se enviaran a Chile 20 cheques por US$ 50 mil. Pero si bien se pedía a nombre
de ella, el documento fue firmado por mi padre. Hasta el año 2000 ellos tenían una
sociedad conyugal, por lo que daba lo mismo a nombre de quién estaban los bienes. Por
mucho que aparezca sólo ella, los bienes legalmente son del marido, a no ser que se
disuelva la sociedad conyugal. Pero quiero enfatizar que en ese documento estaba la firma
de mi padre, no de mi madre.
Cuando su padre fue arrestado en Londres, el juez Garzón intentó rastrear
posibles fondos en el extranjero, motivo por el cual se cambiaron las cuentas. ¿En esa
época usted no se enteró de nada?
Esas cosas él nunca las vio con nosotros.
¿Nunca habló el tema con asesores de su padre, como Oscar Aitken?
Oscar asesoró a mi padre a partir de 2001. Además, mi padre era una ostra. Le pregunté
varias veces y él no me decía nada.
Usted vivió en Estados Unidos durante el régimen militar. ¿Nunca tuvo cuenta
en el banco Riggs?
Tuve una cuenta corriente en el banco Riggs cuando viví en Estados Unidos. El Riggs era
un banco que operaba mucho con los chilenos. Posteriormente, la cerré. Viví en Estados
Unidos desde 1981 a 1987. Estudié inglés y administración de empresas en la Universidad
de Dubuque, en Iowa. Después trabajé en Washington con unos amigos en una empresa de
administración y mantención de edificios y arrendábamos limusinas.
"EL DESCUBRIMIENTO DE LAS CUENTAS DE MI PADRE HA SIDO, LEJOS, MUCHO MÁS
DURO QUE EL ARRESTO EN LONDRES"
¿El caso Riggs ha sido más difícil para la familia que la detención en
Londres?
El descubrimiento de las cuentas de mi padre ha sido, lejos, mucho más duro que el
arresto en Londres. Yo nunca esperé una cosa así. Esto es muy duro, nos afecta a todos.
Nosotros en Londres lo apoyamos, lo defendimos. Pero la verdad es que -más allá de que
lo apoye y de que estoy y siempre estaré a su lado- me cuesta defender a mi padre en este
tema.
¿Por qué?
No creo ni voy a creer jamás que mi padre haya delinquido o sido inmoral. Tampoco que se
haya enriquecido ilícitamente, a través de la venta de armas u otros recursos. Cuando
digo que me cuesta defenderlo es porque no esperaba que mi padre tuviera la
irresponsabilidad de tener tanta plata a su nombre y exponerse de esa manera en un banco.
Si yo tengo un problema así, me asesoro con gente que sabe.
¿Fue mal asesorado?
Hay dos opciones: no se asesoró o no lo hizo con las personas adecuadas.
¿Está de acuerdo en que, como han señalado incluso ex funcionarios del
régimen militar, para la imagen de su padre esto es más grave que el tema de derechos
humanos?
Cuando hay dinero de por medio es muy complicado. No quiero con esto minimizar el problema
de los derechos humanos. Lo que pasa es que las decisiones o responsabilidades de un
gobernante, buenas o malas, tienen que ver con un contexto histórico y con una serie de
factores que pueden ser cuestionables o no, pero que tienen relación con temas de Estado,
con variables de determinada época y, en este caso, hasta lógicas militares. Esto, en
cambio, es algo personal de mi padre y es mucho más grave.
¿También lo ve más afectado que en Londres?
No sé, ya tiene varios años más que cuando estaba detenido en Londres y su salud está
muy deteriorada. Es difícil decirlo.
Lo que está claro es que, al contrario de Londres, no cuenta con casi nadie
para defenderlo. ¿Cómo ve esa soledad de su padre?
Entiendo, aunque me duela, que mucha gente no se quiera manifestar mientras no se
aclare la situación. Pero otra cosa es atacarlo, algo muy fácil hoy día por lo demás.
Mi padre tiene derecho a la presunción de inocencia, no se le ha probado ningún delito.
Lo mismo le ha ocurrido a la familia. En algunos momentos sientes un cierto rechazo,
desconfianza, gente que te mira de otra manera. Mi sobrino Rodrigo, hijo de Lucía, estaba
trabajando en un negocio de telemarketing en Miami, al igual que su novia. Cuando estalló
el tema del Riggs, le cerraron la tarjeta de crédito, después lo despidieron de la
empresa y se va a tener que volver a Chile. Un tipo que no tiene ninguna relación con
esto.
El Ejército tampoco ha defendido a su padre y ha sostenido que es un problema
personal. ¿Considera correcta esa posición?
Yo diría que sí.
Si su padre hubiera asumido su responsabilidad y se hubiese disculpado en el
tema de los derechos humanos, ¿estaría en una situación mejor hoy día?
Los gestos tienen que nacer espontáneamente y eso es algo personal. Y aunque hubiera
pedido perdón la gente lo hubiera seguido odiando igual. A lo mejor habría servido para
tener un país con el ánimo distinto.
¿Usted le aconsejó alguna vez que lo hiciera?
Más de alguna vez. El siente que pidió perdón cuando envió la "Carta a los
chilenos" desde Londres. Creo que fue un gesto valioso de asumir una responsabilidad
y reconocer ciertas cosas. Quizás fue insuficiente, pero no fue valorado para nada.
¿Qué persona de su familia toma las decisiones en la defensa de su padre?
Es mi madre, pero hay un grupo cohesionado que encabeza Pablo Rodríguez y que ha ido
contando con la asesoría de distintos profesionales. Se le ha pedido a Fernando Barros,
especialista en derecho tributario, que se incorpore a la defensa en la parte de impuestos
y operaciones internacionales.
¿Cuántas veces usted ha sido interrogado por el juez Muñoz?
Una sola vez, cuando citó a toda la familia, y esta semana, cuando yo solicité hablar
con él en forma voluntaria.
¿Para qué?
Quería transmitirle información que recabé en EE.UU. y contarle algunas cosas.
He querido dar esta entrevista porque me aburrí de quedarme callado. Me han dado como
caja y he tenido que aguantar y aguantar. Así que se acabó.
"Se han tejido todo tipo de historias sobre mí"
¿El juez Sergio Muñoz le preguntó si tenía negocios con el empresario Yamal
Bathich, a quien se ha vinculado al tráfico de armas? ¿Usted ha estado vinculado a
negocios de armas?
Jamás he estado vinculado a ese tipo de negocios. Se ha especulado demasiado -en forma
irresponsable e injuriosa- con mi relación con el señor Bathich. Yo nunca he tenido
ningún negocio con él. Fue un amigo de juventud, pero desde que me casé, hace 15 años,
no lo vi más.
¿Pero el juez le preguntó sobre su relación con él?
Sí. Hay mucho mito respecto de mí. Entiendo que por ser hijo de quien soy se han tejido
todo tipo de historias sobre mi persona. Se dice que fui un joven alocado. La verdad es
que hice cosas que han hecho siempre muchos jóvenes. No veo por qué tengo que ventilar
cosas de mi vida personal que muchos otros jóvenes que no llevan mi apellido pueden
mantener en la privacidad. Yo tenía 16 años en 1973. De la noche a la mañana mi vida
cambió radicalmente. Viví desde 1981 a 1987 en EEUU.
¿Hasta qué punto eso afectó la vida familiar?
Obviamente, mi familia pagó y sigue pagando un precio alto por el cargo que ejerció mi
padre y lo que más espero que esto no se extienda a mis hijos. Tal vez el error fue
no haberme sacado antes del país. Como cualquier persona normal, hice cosas que no
volvería a hacer y probablemente no las hubiese hecho si mi familia hubiese tenido una
vida más normal, con padres más presentes.
¿Cómo los afecta que en medio del caso Riggs su hermano Augusto haya tenido
todo tipo de problemas judiciales por fraude con autos usados?
Creo que mi hermano se juntó con gente equivocada, pero espero que todo se aclare. El es
una persona que también ha sufrido. A lo mejor faltó que en otros momentos mi padre
tomara cartas en el asunto.
Pero su hermano es mayor de edad desde hace mucho tiempo.
Nunca es tarde para decirles a los hijos lo que deben hacer o cómo cuidarse.
Otra hipótesis judicial respecto del origen de los dineros está relacionada
con los cheques que recibió su hermano del Ejército por la venta de la empresa Valmoval
y que motivó una investigación en tribunales y una comisión investigadora de la Cámara
en los 90.
Aunque en la vida no hay que descartar nada, no lo creo. Si bien judicialmente el tema
está cerrado y no hubo ningún delito, sí tengo opinión formada sobre ese caso. El
nunca debió haber cobrado esos cheques. Eso fue una irresponsabilidad y un descriterio
total. Siento mucho que se haya cometido esa imprudencia. El daño que se produjo fue
enorme. Lo siento, sobre todo, porque este error, en definitiva, fue de mi padre. |