De La Nación - 19 junio 2005 Marco
Antonio Pinochet Hiriart
Cazado en su red
El hijo menor del ex dictador está a punto de situarse en el centro de la
investigación judicial por enriquecimiento ilícito que se le sigue a su padre. Él lo
sabe y se siente acorralado. Tanto, que ha dado pasos en falso. Lo peor es que en su
caída arrastrará a viejos y nuevos amigos -algunos bastante conocidos- que también
huelen el peligro. Aquí, la red que tejió el consentido de mamá y el hombre de
confianza de papá para ocultar la fortuna del clan y beneficiarse de su administración.
A. V. Peña / R. Durán.
EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
El nerviosismo de Marco Antonio es tal que está cometiendo errores. Demasiados
errores. El juez Sergio Muñoz lo sabe y le da largas. Como si esperara que se pise la
cola. Como si el tiempo corriera en contra del menor de los Pinochet. Como si faltara poco
para el descontrol total en su intento por borrar las huellas que dejó durante las
décadas en que se sintió un intocable, uno más, igual que su padre.
Hoy, cuando el ex dictador ha perdido su fuero de senador vitalicio por cuatro delitos,
entre ellos enriquecimiento ilícito y fraude tributario, el menor de sus vástagos se
siente vulnerable. Muy vulnerable. Y está dando pasos en falso.
Como la visita que hizo en persona a las oficinas centrales del Banco de Chile hace
apenas un par semanas, a inicios a junio. Como si pudiera pasar desapercibido. Como si
confiara en que nadie se iba a atrever a irle con el cuento al magistrado.
Hace sólo unos días, el magistrado Muñoz interrogó a un funcionario de Contraloría
de esa entidad financiera, indagando por un misterioso sobre que Marco Antonio Pinochet
recibió el día de su visita de manos de un empleado de ese departamento.
Una fuente relacionada al Banco de Chile dijo a este medio que el sobre venía de los
Estados Unidos y que contenía las cartolas de las cuentas que el cliente -se
supone, Augusto Pinochet Ugarte- manejaba en la sucursal de Nueva York.
Cuesta creer que a un año de que se diera a conocer el primer informe del Senado
estadounidense y a casi 10 meses de que se iniciara la investigación parlamentaria en
EEUU contra la sucursal de la entidad bancaria chilena en ese país, recién ahora Marco
Antonio se haya interesado en una documentación que, por lo demás, podía obtener por
Internet con la clave de su padre.
El magistrado Muñoz está preocupado por los pasaportes que el menor de los hijos de
Pinochet Ugarte habría usado para abrir algunas cuentas corrientes en el extranjero con
su nombre ligeramente modificado. Los mismos pasaportes que Muñoz quiere someter a
peritajes porque las copias que le enviaron desde el Senado estadounidense presentan
ciertas similitudes con el pasaporte falso incautado a Edgardo Bathich Villarroel en 1992.
Ese año, el empresario chileno de origen sirio, viejo amigo de Marco Antonio, fue
detenido en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, junto a su primo político y socio Monzer
Al Kassar, el mundialmente conocido comerciante de armas y drogas sirio radicado en
España.
El pasaporte de Bathich y las copias de los usados por el menor de los Pinochet Hiriart
en los bancos norteamericanos presentan tantas coincidencias, que existe el convencimiento
de que fueron confeccionados por las mismas manos, aseguran quienes han tenido ocasión de
verlos.
Quizás algún día se sepa con certeza qué le entregó el Banco de Chile a Marco
Antonio ese frío día de junio. Por ahora, la pregunta sigue abierta y las pesquisas
continúan.
Los errores de Marco Antonio, también.
EVASION TRIBUTARIA
En el plano judicial, el magistrado Muñoz tendría configurado hace tiempo al menos el
delito de evasión tributaria en relación con Marco Antonio. Y sería por una cantidad
bastante cuantiosa, que se desprende del análisis a las transacciones de fondos
realizadas desde las cuentas detectadas en Estados Unidos relacionadas al general (R),
realizado por la Brigada Investigadora de Lavado de Activos (Brilac) de la policía civil.
En sus resultados, que ya están a disposición del magistrado, se establece que Marco
Antonio y sus empresas relacionadas aparecen entre los destinatarios más frecuentes, o
bien remitentes, de los movimientos de dinero no sólo en el extranjero, sino también en
Chile.
Que el juez Muñoz haya ordenado a los detectives que comenzaran por aclarar el
patrimonio y vínculos comerciales de Marco Antonio no obedece a una casualidad, ni a una
intuición de sabueso con experiencia. El último informe del Senado norteamericano, dado
a conocer a mediados de marzo, pone de relieve el rol que le cupo al menor de los hombres
de la familia en el ocultamiento y administración de la hasta entonces desconocida
fortuna.
Es en ese documento donde se identifica a Inversiones Fermar y Meritor Investment como
sociedades de propiedad de Marco Antonio Pinochet, la primera creada en Chile y la segunda
en las Islas Vírgenes Británicas. A partir de estas dos empresas madre, Marco Antonio
fue tejiendo una compleja red para ocultar la fortuna de su padre y beneficiarse de ella
sin dejar rastros. Así, al menos, lo creía hasta hace unos meses.
Indagaciones periodísticas realizadas por este medio, contrastadas en documentos
oficiales y fuentes de acceso público, demuestran que tanto Inversiones Fermar como
Meritor Investment, o sus socios, han dado origen a decenas de otras empresas, algunas de
las cuales poseen cuantiosos patrimonios en propiedades.
Como se aprecia en los recuadros respectivos, Marco Antonio incluyó en estas
operaciones a algunos de sus viejos amigos, sus compañeros de juerga de los 70 y
80, con los que reventaba las noches santiaguinas y porteñas en la V Región. Entre
ellos a Eduardo Kawas Pino y su hermana María Soledad; Andrés Schnitzer, esposo de la
destacada deportista Dominique Raab; Luis Undurraga Finlay, uno de los ex dueños de la
discoteque Gente; y Eugenio Mackay, que salió en La Cuarta en marzo de 2003,
cuando chocó su bólido de aluminio con asientos de cuero de cococrilo, con el
sacacorchos aún en la mano.
También aparecen otros socios, que no son parte de la misma generación pero que se
han convertido en verdaderas piezas clave en la administración de sus bienes, como José
Ignacio Tomás Ovalle Santa Cruz (39 años) y Mario Andrés Allende van Diest, de 35 (ver
recuadro).
Entretejidas, cada una de estas empresas y sus respectivas sociedades relacionadas
forman parte de una compleja red que termina vinculándolas a todas con las platas que el
ex dictador manejó en Chile y el extranjero, ya sea porque le enviaban remesas o porque
recibían transferencias desde las cuentas de su padre. La misma red que está punto de
atrapar a Marco Antonio Pinochet.
MENOS DE UN MILLÓN
Evasión tributaria y fraude al fisco. De sólo pensarlo, Marco Antonio frío.
Aun sin los antecedentes venidos de EEUU, el delito se podía oler con sólo echarle un
vistazo a sus declaraciones a la renta de los últimos años. Aunque cueste creerlo, ante
el Servicio de Impuestos Internos el menor de los vástagos de Pinochet venía declarando
exiguos ingresos en los últimos años, que no alcanzaban al millón de pesos mensuales.
Recién en 2003 reconoció cerca de 20 millones en todo el año, y en el último
período tributario, como anticipándose al recálculo que haría el organismo fiscal,
asumió rentas por 30 millones de pesos anuales. Pero incluso así, el monto está muy por
debajo de su nivel de vida.
Evasión tributaria y fraude al fisco. Esos fueron justamente los delitos que llevaron
a la cárcel a su amigo y ex socio Edgardo Bathich; al hijo de un general de la FACH, Alex
Jacob Neder; y al abogado Héctor Novoa Vásquez, hermano del presidente de la UDI y
miembro del estudio de otro de los amigos de Marco Antonio en los tiempos mozos, Edmundo
Eluchans Urenda.
Bathich y Jacob eran socios de Focus Chile Motores; en tanto, Novoa Vásquez presidió
la compañía y constituyó en 1986 la sociedad madre inversora en Panamá. Pero nunca
pudo explicar quiénes eran los inversionistas extranjeros, cuyos intereses representaba
en Chile.
Bathich, Jacob y Novoa fueron condenados a pagar multas superiores a los 170 millones
de pesos a cada uno y a cumplir una condena de 200 días de privación de libertad.
Además, otras ocho personas, entre socios, ejecutivos y empleados de Focus Chile
Motores, fueron también condenadas por el mismo delito. Uno de ellos, Jesús Ochoa
Gálvez, ligado al cartel de Medellín, se arrancó del país y nunca fue hallado. Bathich
hizo lo mismo, pero sólo por algunos años: se escondió en el palacio Mifadil de Monzer
Al Kassar en Marbella (España) y luego volvió a cumplir la condena. Aún vive en Chile.
Meses antes del inicio de esta causa, Marco Antonio era uno de los asiduos a las
oficinas de la empresa, ubicadas en Américo Vespucio 01313, La Cisterna. Era (y sigue
siendo) representante y distribuidor de lanchas Chaparral, que se vendían en Bathich
Motoren, como muestra la foto que se conserva en el archivo de La Nación. Pero él lo
negó.
Jamás he tenido relaciones comerciales con el empresario chileno Yamal Bathich
ni vínculo alguno con su primo Monzer Al Kassar, al que ni siquiera conozco,
declaró entonces. En otra entrevista, tiempo después, insistió en negar sus lazos
comerciales, pero admitió su amistad: Fue un amigo de juventud, pero desde que me
casé, hace quince años, no lo vi más.
Años más tarde, en un perfil que le hizo LUN -el diario freak de los
Edwards- cuando su padre estaba preso en Londres, en noviembre de 1998, se publicó que
mientras su mujer es la representante en nuestro país de la marca Don Algodón, él
se dedica a la importación de motos de agua, de lanchas Chaparral y a algunas actividades
en el sector inmobiliario. Ya nadie se acordaba, en la redacción de LUN
al menos, del escándalo de Focus Chile Motores.
El golpe de gracia se lo dio su hermano mayor, Augusto Osvaldo, en el 2000, cuando
reconoció en una entrevista a la agencia de noticias española Europa Press, que Marco
Antonio había tenido negocios con Bathich.
LA OVEJA NEGRA
Los dos varones Pinochet Hiriart nunca se han llevado bien, a pesar de que allá por
los 70 incluso compartieron una sociedad, la minera Etienne, que más tarde se
asoció a la Cía. Minera Norte Grande, la que aparece en el entramado de propiedades de
SQM -ex Soquimich-, una de las grandes empresas estatales privatizadas durante la
dictadura, que desde entonces controla el ex marido de Verónica Pinochet Hiriart, Julio
Ponce Lerou.
Justo en estos días, la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) solicitó a las
sociedades comprometidas en la propiedad de SQM, compañía que monopoliza la explotación
de salitre, yodo y litio en Chile, el máximo detalle acerca de cómo se reparte la
propiedad de la empresa. Así es que pronto se sabrá si la sociedad comercial entre ambos
hermanos aún continúa en pie.
Mientras, se hace cada vez más evidente el distanciamiento entre ambos hermanos. Como
en cualquier familia, el origen de la rivalidad podría estar en el trato recibido de los
padres. Para nadie es un secreto que Marco Antonio siempre fue el consentido de mamá y,
con el paso de los años, se convirtió también en el hombre de confianza de papá. A él
nunca le ha faltado nada. Augusto, en cambio, no puede decir lo mismo.
Cercanos a la familia grafican esa diferencia de trato en una historia reciente.
Ocurrió en septiembre del año pasado, cuando su padre le prometió a Augusto que le
compraría una casa. Le dijo que buscara y arrendara con compromiso de compra. Y así lo
hizo. Eligió una bien grande y linda, en Camino El Pregón, a unos dos kilómetros de la
casa paterna, en La Dehesa. Pero el sueño de la casa propia le duró poco al hijo mayor
del general (R). Unas semanas después le informaron que no había dinero suficiente y
tendría que abandonar la propiedad.
Según cuentan los vecinos, los Pinochet Blas debieron abandonar la casa el mismo 31 de
diciembre pasado, a horas de comenzar las celebraciones de Año Nuevo, muertos de
vergüenza por las deudas acumuladas. Desde entonces, viven en el departamento que la
mujer de Augusto hijo, Macarena, heredó de su familia. Desde entonces, poco o nada
visitan al tata.
En ese entorno, algunos le echan la culpa a la señora Lucía. Cuando se enteró
puso el grito en el cielo y le ordenó al tata que deshiciera el negocio, cuentan
cercanos a los Pinochet Blas. Doña Lucía, agregan las mismas fuentes, es
insoportable y enferma de apretada. Más aún desde que el juez Muñoz
embargó los bienes públicos de la familia.
A modo de ejemplo, cuentan que en un almuerzo de domingo llegó a ofrecer a sus hijos y
nietos una crema de champiñón en sobre y una empanada para cada uno. Cuando Pinochet
Ugarte terminó con su porción, preguntó: ¿Y no hay nada más?. Ella
empezó con una perorata tal que, si no la conocieran, más de alguno habría pensado que
la familia estaba en la miseria. La misma fuente agrega que Marco Antonio la habría
parado en seco. Ahí, sólo ahí, doña Lucía se detuvo. Es que Marco Antonio siempre ha
sido su regalón.
En cambio Augusto...
El mayor de los Pinochet Hiriart sólo ha gozado de mala fama, considerado en los
últimos años algo así como la oveja negra de la familia, porque se ha visto envuelto en
una seguidilla de casos judiciales. Desde los de más alto vuelo, como los tres millones
de dólares que le giró el Ejército en el episodio pinocheques, hasta los de
más baja monta, como una estafa contra una automotora en Rancagua y un procesamiento por
receptación de vehículos robados en Curicó.
En las antípodas, su hermano menor ha cultivado un perfil de hombre serio y capaz. Con
un pasado de adolescente díscolo, es cierto, pero bien enrielado después. No en vano fue
el contacto formal entre sus progenitores y la Fundación Pinochet, la prensa y los
abogados durante los más de 500 días de cautiverio del general (R) en Londres.
Sólo que ahora el preferido está a punto de saltar al centro de la investigación
judicial por enriquecimiento ilícito en marcha contra el dictador. Algo que se veía
venir, pero era difícil de dimensionar o poner en perspectiva. Hasta ahora. LND
Ignacio Ovalle Santa Cruz
Contactado por LND, el gerente de Fermar negó algún vínculo entre esta empresa y
Marco Antonio Pinochet. No hay ninguna relación y yo tampoco tengo relación con
él, dijo tajante. Pero, ante la evidencia, ensayó otra explicación: En
algún momento, él estuvo haciendo servicios para la empresa. Servicios que no
quiso especificar. Saca no más el reportaje, veamos primero lo que hay, después
hablamos del tema, dijo poniendo término a la conversación.
Ovalle Santa Cruz, además, está ligado a Marco Antonio en las siguientes operaciones:
- El 26 de septiembre de 1995 actuó en representación de la sociedad extranjera
Forinvest Holding Co., para constituir la sociedad Real Inversiones, aportando 126 de los
130 millones de pesos del capital inicial. Los cuatro millones restantes los aportó
Inversiones San Esteban, cuya representante legal es la esposa de Marco Antonio Pinochet,
María Soledad Olave.
- Real Inversiones es dueña de la propiedad donde actualmente viven los Pinochet
Olave, en Los Monseñores 3789, Lo Barnechea, en la misma manzana donde está la casa de
la familia Pinochet Hiriart, ubicada en Los Flamencos 3796. Según la escritura, fue
adquirida en poco más de 296 millones de pesos.
- En enero de 2003, como persona natural, Ovalle Santa Cruz adquiere, por permuta, a la
madre de Luis Alberto Undurraga, María Josefina Finlay, el inmueble de calle Gath y
Chávez 2452, dpto. 414, Providencia. Esta era una de las direcciónes, según la guía de
teléfonos 2002-2003, donde se asentaban oficinas de Inversiones Fermar.
- En 1997, Inversiones Fermar compra la propiedad de pasaje Berna 4656, casa S, donde
registra domicilio particular Ovalle Santa Cruz, ubicada en un condominio a sólo un par
de cuadras de la casa donde vive Marco Antonio.
Las empresas de Marco Antonio
Meritor Investment, identificada por el Senado norteamericano como una sociedad
off shore creada por una filial del Citigroup en las Islas Vírgenes
Británicas, a petición del hijo menor del ex dictador.
Inversiones Fermar Ltda. El Senado estadounidense la definió como una empresa
chilena de propiedad de Marco Antonio Pinochet Hiriart. Fermar se constituyó el 18
de octubre de 1988 con la participación de la sociedad extranjera International
Development Systems (95%) y de Ignacio José Tomás Guillermo Ovalle Santa Cruz (5%),
quien se desempeña como gerente general de Fermar desde esa fecha. Esta sociedad
registró hace unos años dirección en avenida Vitacura 3568, oficina 1204, única
propiedad de Marco Antonio Pinochet, según registros Dicom. En tanto, la esposa de éste,
María Soledad Olave Gutiérrez, hace un tiempo figuraba con domicilio comercial en otras
oficinas de la empresa; en Benjamín 2944, 4° piso, Las Condes.
Micrologística Ltda., a partir de mayo de 2004, de propiedad de Inversiones Fermar
(70%) y Asesorías e Inversiones Cabo de Hornos (30%).
Transportes Exclusive, a partir de abril de 2003, de propiedad de Inversiones Fermar
(10%), Juan Eduardo Martínez Ulloa, Inversiones y Rentas Colico e Inversiones Caravima.
Rent a Car y Comercializadora Limo, antecesora de Micrologística. El 27 de febrero de
2003 sale de la sociedad Luis Undurraga Finlay, quien cede sus derechos a Inversiones
Calle Nueva.
Meritor Propiedades, constituida por Fermar el 6 de junio de 2002, junto a Rodrigo
Palazuelos Ramírez (50% cada uno).
Inmobiliaria e Inversiones San Antonio Ltda., creada por Fermar en diciembre de 1994,
junto a Eduardo Delfau Vernet (50% cada uno).
Confecciones MS, empresa fundada en 1992, por partes iguales, por María Soledad Olave
Gutiérrez, esposa de Marco Antonio Pinochet, y María Soledad Kawas Pino, hermana de
Eduardo Kawas, socio de Marco Antonio a fines de los '70. En abril de 1994, Fermar asume
la totalidad de la propiedad de la empresa.
Distribuidora y Comercializadora San José, constituida en febrero de 1994 por Fermar
(95%) e Ignacio Ovalle Santa Cruz (5%).
Comercializadora, Importadora y Exportadora San José Ltda., constituida en agosto de
1989 por Fermar (97%) y Andrés Schnitzer Echeverría (3%).
Mc Cann Corredores de Seguros, constituida en octubre de 1989 por Fermar (50%) y los
hermanos Eugenio y Roberto McKay (que se reparten el otro 50%).
Mario Allende van Diest
El dato más curioso que arroja Dicom sobre Van Diest es su dirección particular: el
mismo condominio en el que vive Ovalle Santa Cruz, ubicado en pasaje Berna 4656, pero en
la casa 6. En tanto, en la casa D vive Rodrigo Mario Silva da Bove, socio de Van Diest en
la Empresa Constructora Silva, Allende y Echavarri.
Van Diest, además, tiene vinculaciones con las siguientes sociedades relacionadas a
Marco Antonio:
Inmobiliaria e Inversiones Holanda, dueña de Asesorías e Inversiones Cabo de Hornos,
que reemplaza a Undurraga Finlay en el 2003, cuando sale de Micrologística.
Desarrollos Agrícolas Agro MAS, creada por Inversiones Cabo de Hornos en 1998, junto a
Rodrigo Mario Silva da Bove y Fracisco Javier Miranda Reinares, en partes iguales.
Inversiones Calle Nueva, constituida el 12 de noviembre de 2002 por Allende van Diest
(40%) y Raúl Aldunate Lyon (60%). Calle Nueva crea Inversiones San José en mayo de 2004
aportando 1%, el otro socio (99%) es Raúl José Aldunate Menéndez.
Un joven difícil
La adolescencia de Marco Antonio no fue fácil. Para el golpe
tenía 16 años recién cumplidos. Una edad difícil para asumir todo el poder que su
padre concentró en sus manos.
Este niño aún no logra sentar cabeza, decía sin resignarse Lucía
Hiriart ante los constantes problemas causados por su hijo menor, el mimado de la familia.
La frase la repitió hasta que Marco Antonio dejó Chile, en 1981, rumbo a EEUU. Atrás
dejaba una estela de dolores de cabeza para sus padres.
Ya en 1975, antes de cumplir 18 años, se vio envuelto en un accidente automovilístico
que terminó con la muerte y posterior abandono en la vía pública de Natalia Ducci
Valenzuela, una joven a quien iba a dejar a su casa al término de una fiesta.
Hace sólo unos días, el juez Muñoz le recordó este episodio en un interrogatorio en
el que le pidió explicaciones por el origen de la licencia de conducir en la que su edad
salía alterada, como consta en el expediente de ese caso.
Tras el accidente, Marco Antonio fue enviado a estudiar ingeniería comercial a la
Universidad Católica de Valparaíso. Pero sólo cursó algunos ramos y, durante su
estadía en la región, más bien se hizo conocido por sus incursiones en la vida nocturna
local.
Otro episodio cuestionado está contenido en el libro La familia militar,
de Hernán Millas. Ahí se cuenta con lujo de detalles el arriendo de un amplio
departamento en Vitacura, en 1979, que Marco Antonio transformó en su lugar de
carrete sin cancelar nunca la renta.
Cuando la dueña -una funcionaria de la Embajada norteamericana- visitó el lugar, vio
un jacuzzi de estilo romano en el salón y alfombras negras que cubrían el piso y los
muros. Del techo colgaban luces de colores tipo discoteque, detalla la publicación.
Los cheques con que Marco Antonio pagó la garantía y el primer mes de arriendo fueron
protestados. Pertenecían a una cuenta en el Banco de Chile de la empresa Ondas Ltda., que
ofrecía servicio técnico de Honda y Suzuki, con dirección en El Aguilucho 3223, una de
las empresas de Marco Antonio.
Por la época, otra joven, Francisca Guzmán Riesco, resultó gravemente herida tras un
accidente de Marco Antonio, esta vez en moto. Entonces, el incipiente empresario, del que
se rumoreaba una adicción al alcohol y la cocaína, recibió la orden de sus padres de
salir del país. En EEUU se puso a estudiar inglés, hizo un curso de piloto de
helicópteros y aviones y cursó administración de empresas en la Universidad de Dubuque,
en Iowa. También se convirtió en adicto civil de la Embajada de Chile en
Washington, cuando Hernán Felipe Errázuriz, futuro defensor de Pinochet, era embajador
de Chile en EEUU. Marco Antonio volvió a Chile en 1986.
Después del caso Focus Chile Motores, el joven Pinochet desapareció de la escena
pública y retomó protagonismo recién en 1998, cuando su padre fue detenido en Londres.
Tras el regreso del general (R) a Chile, ocurrido en marzo de 2000, su nombre comenzó
a sonar como candidato a senador por las regiones VII y XI, en el cupo de la UDI para las
parlamentarias de 2001. Pero su postulación nunca llegó a concretarse. |
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