De El Nuevo
Diario - Nicaragua - 14 agosto 2005
Nemagón usado con mentalidad genocida
* Subestimaron incluso las advertencias del Departamento de Agricultura de EU
* Autoridades cautas dijeron y no quisieron por ser muy caros
dotar de ropas impermeables a campesinos
Por Valeria Imhof
La empresa Shell Oil Company mintió al Gobierno de Estados Unidos
sobre los peligros letales del Nemagón y Fumazone en los seres humanos, obviando
información que la trasnacional poseía y que hubiera evitado que 150 ex trabajadores
bananeros nicaragüenses se hayan enfermado quedando estériles y con graves secuelas
psicológicas y morales.
La empresa Shell no dijo la verdad al Gobierno de Estados Unidos omitiendo
comunicarle la información que éste requería y que la empresa Shell claramente poseía.
Esto hubiera demostrado la peligrosidad del Nemagón, puesto que las advertencias
sugeridas por las autoridades estadounidenses finalmente no fueron impuestas (
).
Queda claro que la empresa Shell pasó de la retención pasiva de información (
) a
la distorsión activa de los hechos, lo que es peor, dice parte de la sentencia de
la juez Segundo Civil de Chinandega, Socorro Toruño Martínez, que condenó a la Shell,
la Dow Chemical Company, la Standard Fruit Company y la Occidental Chemical Corporation a
pagar 97 millones de dólares de indemnización a estos ex bananeros, que trabajaron en
las fincas de Chinandega en la década de los 70.
Autoridades gringas demasiado cautas
De acuerdo a documentos aportados en el juicio, la Shell rechazó las recomendaciones de
las autoridades sanitarias de Estados Unidos de poner etiquetas en el producto advirtiendo
sobre los peligros del Nemagón. Y más bien reaccionó señalando que eso podría
perjudicar su volumen de ventas y que las autoridades eran demasiado cautas.
Esto se desprende de un documento interno de la misma compañía del año 1961, que dice
textualmente: La División de Control de Pesticidas del Departamento de Agricultura
de los Estados Unidos se mostró preocupada por los peligros asociados con los usos del
fumigante de tierra Nemagón y han propuesto etiquetados para las diversas fórmulas ahora
en venta. Existe consenso entre nosotros de que las autoridades son demasiado cautas y que
la advertencia de las etiquetas que propugnan tendría un efecto adverso en la venta de
este producto.
En otro documento con fecha del cinco de marzo de 1962, la Shell refiere: La
recomendación de usar ropas impermeables es impráctica. Millones de libras de
dibromo-cloropropamo (DBCP) --nombre científico del Nemagón-- han sido fabricadas y
usadas, y en nuestra experiencia, nadie ha usado ropa impermeable. Más aún no tenemos
pruebas que indiquen tal necesidad.
Los memorandum internos de la trasnacional revelan la avaricia de la empresa que, con tal
de que no disminuyan sus dividendos, apeló a toda clase de artimañas como utilizar una
etiqueta modificada para que pueda venderse el producto. La Autoridad Protectora del
Ambiente ha comunicado a Shell que tenemos qué hacer para lograr que con una etiqueta
cambiada pueda venderse el producto. Si tal etiqueta es cambiada podremos vender 390
millones de galones del producto, reduciendo así el nivel de pérdida, dice uno de
sus documentos de la Shell, con fecha de octubre de 1977, en respuesta a una solicitud de
la División de Negocios Químicos Agrícolas, que solicitó a sus clientes la devolución
del fumigante Nemagón debido a que recientes exámenes han revelado bajos niveles
de esperma en los trabajadores expuestos al DBCP.
Esta autoridad concluye que es inconcebible que en marzo de 1962 la empresa Shell
--que desde 1958 sabía que el DBCP era nocivo-- realmente hubiese creído que el Nemagón
era un producto benigno para sus usuarios que no requería de una protección especial.
Por lo que hay una conducta dolosa y negligente de Shell Oil Company, Standard Fruit
Company y las empresas subsidiarias que fabricaron y comercializaron el Nemagón y
Fumazone, indica la sentencia de la judicial.
Pruebas con animales resultan positivas
Los estudios de laboratorio que fueron presentados en el juicio revelan los estragos
producidos en cuatro especies de animales, incluidos machos y hembras, que estuvieron
expuestos al DBCP por inhalación.
En una prueba realizada en 1961 en ratones, cochinillos de indias, conejos y monos se
observó en las ratas una mortalidad del 40 al 50 por ciento, atribuida en la mayoría de
los casos a infecciones pulmonares. La autopsia reveló lesiones en los pulmones,
riñones, aparato digestivo y una severa atrofia y degeneración en los testículos
de todas las especies.
El 16 de enero de 1975 se realizó una reunión en el Instituto Nacional del Cáncer, en
Bethesda, Estados Unidos, Maryland, para discutir los resultados de estudios sobre ratones
y lauchas, sometidos durante 90 días a la inhalación de DBCP. En el encuentro se
concluyó que el DBCP es altamente carcinógeno en ambas especies.
El nueve de septiembre de 1977 el Boletín Oficial de Leyes y Regulaciones Federales
establece una norma temporal y urgente advirtiendo que la exposición de los trabajadores
al DBCP presenta un riesgo de esterilidad y cáncer. Por esta norma la Secretaría
de Higiene y de Salud Laboral limita la exposición de los trabajadores al DBCP,
señala.
Pedían condiciones
El equipo de abogados nicaragüenses presentó en total de 27 documentos internos de las
empresas acusadas como pruebas irrefutables de que los ex trabajadores bananeros fueron
empujados a trabajar sin las mínimas condiciones de seguridad a sabiendas de que el
pesticida que utilizaban era mortal.
Esto lo confirma un acuerdo firmado entre la Dow Chemical Company, Dow Chemical
International Inc. y Standard Fruit Company respecto a la compra de la marca
Fumazone. En el acuerdo se detalla que las empresas compradoras asumirán
todos los riesgos y las responsabilidades emergentes del uso del pesticida e indemnizará
a Dow. Dowintal por cualquier pérdida, gastos, demandas y reclamos hechos contra
cualquiera de ellos por cualquier empleado de Castle & Cooks o de Standard Fruit
Company; o por un tercero que presente cualquier lesión, o lesión alegada, sufrida por
una persona o grupos de personas (incluyendo la muerte).
En el arreglo, las empresas compradoras se comprometen a dirigir y pagar las costas
generadas por la defensa de Dow en caso de tales acciones. Por su parte, la Standard Fruit
Company acuerda que estaba comprando Fumazone para su propio uso o uso de sus subsidiarias
o empresas afiliadas, fuera de los Estados Unidos de Norteamérica. Es decir, para ser
utilizado en países del Tercer Mundo como Nicaragua, Ecuador o Costa Rica.
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