SEPTIEMBRE MES DE LA MEMORIA POPULAR CHILENA

Para los chilenos, Septiembre es tiempo de alegría y memoria de dolores. Comienzo de la Primavera en el hemisferio sur y en el Chile de la zona central, el Chile histórico, cuando la naturaleza florece mientras todavía soplan brisas heladas como si la vida despertara sin dejar de lado la muerte invernal.

En Septiembre los mapuches de Michimalonco se lanzaron contra la naciente aldea que era entonces Santiago, marca de hierro del conquistador sobre el Chile primordial y fueron derrotados. En Septiembre comenzamos a caminar hacia la Independencia de la corona española, declarando a posterior "a la gran confederación del género humano, que el territorio continental de Chile y sus islas adyacentes, forman de hecho y por derecho, un Estado libre, independiente y soberano, y quedan para siempre separados de la Monarquía de España y de otra cualquiera dominación". Y se instalaban los gobiernos constitucionalistas, como el del Presidente José Manuel Balmaceda que marcó un hito en la lucha por la independencia económica y el progreso. También en Septiembre el mismo día que terminaba su mandato, Balmaceda se suicidaba para testimoniar que había amado a la Patria por "sobre todas las cosas de la vida". Salvador Allende triunfó en las elecciones presidenciales del 4 de septiembre de 1970 y tres años más tarde murió en La Moneda incendiada después de combatir en defensa de su Gobierno que ha sido el más trascendente, democrático y liberador de nuestra historia. En Septiembre murió también Pablo Neruda, doce días después del golpe militar y fue asesinado Víctor Jara, en medio de la represión dictatorial que causó miles de víctimas. En Septiembre se pintaban las casas y los pobres compraban ropa nueva para lucirla en las fiestas del dieciocho. Alegría y dolor se mezclan en esos días, historia antigua y nueva, vida y muerte.

Hasta para negarla, la memoria, la historia, es permanente campo de lucha, de discusión, de enfrentamiento. Los que vencen pero no convencen, tratan de apagarla. Extienden un manto de sombra sobre la memoria y la historia popular. Manipulan la historia para borrar las huellas de las experiencias libertadoras y cuando no es posible hacerlo, de frente, lo hacen de soslayo. Distorsionan la épica popular y la convierten en anécdotas livianas, hechos pintorescos o caricaturas.

Memoria e historia no son neutras, pues se nutren de vida, vidas individuales y colectivas. La memoria es la lucha por recuperar las vidas que intentaron arrebatarnos, es tiempo recobrado. Con ella, nuestros compañeros vuelven a estar entre nosotros . Sin memoria histórica somos amnésicos, no sabemos cómo somos, cómo nos hemos formado, cómo hemos vivido y luchado, qué horizontes n os convocan, cómo podemos llegar a ser.

Los que mataron a Allende y a la democracia, tratan de sembrar amnesia, buscan borrarlo de la historia. Recuperar nuestra memoria popular es derrotar esa oscuridad enceguecedora. Es rescatar lo realizado en el Gobierno del Presidente Salvador Allende, la huella de los esfuerzos, dolores, las derrotas y triunfos de la resistencia contra la dictadura que culminaron en un movimiento de millones de personas que terminó derrotándola.

La represión es la forma natural de la dictadura. A la prolongada represión sangrienta la ha sucedido la represión espiritual, cultural. La memoria sigue encadenada.

Se ha producido así un cambio cultural profundo que se prolonga hasta ahora. Todavía hay miedo, muchas huellas se han perdido, la memoria ha estado adormecida. Su despertar es tarea de todos. Rescatar nuestra memoria es rescatar la democracia. Nos hará a todos más plenos, y más convencidos de la necesidad de seguir sus pasos a partir de este Septiembre "Mes de la Memoria Popular Chilena"