De Puro Chile - 18 octubre 2005
Intrigas
DE NUEVO EL IMPERIO CONTRA ALLENDE
Frida Modak
Hace unos dos meses se empezó a anunciar
la aparición de librosde escribidores desconocidos,que darían a conocer
inormación no revelada respecto al Presidente Salvador Allende.Se trataba, como se ha
comprobado ahora que ya salieron esa publicaciones, de una acción en el contexto de lo
que señalábamos la semana pasada,el recurso al desprestigio del liderazgo político
latinoamericano como nueva forma de desestabilización.
Habrá quien se pregunte por qué el imperio lanza esta campaña al cumplirse 32 años de
la muerte del mandatario y la respuesta es clara, durante todo este tiempo Estados Unidos
no ha podido destruir no la imagen, sino el significado de Allende en América Latina.Los
actuales gobiernos izquierdistas son juzgados en el ámbito popular en comparación a lo
que Allende planteó y logró concretar hasta que el 11 de septiembre de 1973 se enfrentó
a los militares alzados con el respaldo de Washington,los combatió armas en la mano
y,cuando la superioridad de la fuerza armada se impuso,se quitó la vida.
No lo pudieron doblegar,ni humillar.Su sentido de la dignidad personal y del cargo que
ocupaba,el compromiso y la responsabilidad que tenía con su pueblo,se convirtieron en un
legado inconveniente para los objetivos permanentes de Estados Unidos.En ese
contexto,Allende vuelve a ser un enemigo al que hay que derrotar porque la insuficiencia
de las democratizaciones se traduce en frustración y no participación en los procesos
electorales de millones de ciudadanos, especialmente jóvenes.
LA ALTERNATIVA
Frente a esa realidad y a la certeza de que habrá nuevos gobiernos izquierdistas,la
administración Bush intenta revitalizar a las desprestigiadas derechas latinoamericanas,
cómplices en los golpes militares y la represión.La vieja derecha,esa derecha
republicana y nacionalista,fue derrotada en nuestros países en los años sesenta,cuando
John Kennedy ocupó el gobierno de su país y lanzó la Alianza para el Progreso,que
catapultó a los partidos demócrata cristianos que con apoyo de Washington desplazaron a
liberales y conservadores en América del Sur.Revitalizar a la derecha cómplice parece
ser la tarea imperial de hoy,para eso hay que romper íconos.
Los escritos contra Allende son basura,como bien los calificó su hija Isabel.Los
escribidores tienen un denominador común,se escudan en desertores de la Unión
Soviética, supuestos agentes de la KGB,o bien en cubanos que se tentaron con el oropel
estadunidense y que después de ser usados fueron abandonados a su
suerte.Frustrados,alcoholizados algunos,como los que deambulan por París,están siempre
dispuestos a participar en cualquier cosa que les signifique dinero.Y los promotores y
sostenedores de las dictaduras de ayer,como El Mercurio de Chile,también están siempre
dispuestos a dar cabida a esos productos en sus páginas.
ANTICIPO DE MAGNICIDIO
Toda esa basura,contenida en 4 libros aparecidos en las últimas semanas,no ha logrado su
objetivo.Un chileno residente en Berlín pretendió mostrar a Allende coincidiendo con el
pensamiento nazi y las políticas racistas de Hitler, tergiversando el contenido de su
tesis doctoral.La Fundación Presidente Allende,con sede en España, publicó la tesis en
Chile y la puso en la página de internet del diario El Clarín, www.elclarin.cl
El autor del infundio vio caerse en horas todas sus expectativas.Iba a ser el
conferencista de un acto sobre el mismo tema en Berlín y lo sustituyeron por el abogado
español Joan Garcés,uno de los ejecutivos de la Fundación mencionada. La universidad de
Berlín eliminó el curso que este individuo iba a dar sobre Allende.En Chile la intriga
tampoco prosperó y el acto de presentación de la tesis,presidido por Víctor
Pey,ejecutivo de la misma fundación, repletó el local de la Biblioteca Nacional.Otros
dos libros apenas han sido mencionados,pero el cuarto,que aún no ha se traduce al
español,presagia hechos graves.
El autor de ese texto es un francés,supuestamente periodista de la televisión
francesa.Las versiones sobre el contenido del libro empezaron a circular a través de
correos electrónicos hace un mes.Y es que en ese libro llamado Cuba Nostra.Los
Secretos de Estado de Fidel Castro,Alain Ammar dice, entre muchas otras cosas, que
el Presidente Allende no se suicidó,sino que según sus informantes habría sido
asesinado por el general cubano Patricio de la Guardia, por orden del Presidente Fidel
Castro.
Sus informantes son,un cubano que usa seudónimo y se presenta como sobrino del ex
presidente Osvaldo Dorticós, cosa que nadie puede comprobar porque se ignora su verdadero
nombre, y un sobreviviente de la guerrilla del Ché en Bolivia, Benigno,cuyo verdadero
nombre es Daniel Alarcón Ramírez,ambos viven en París.Ninguno de ellos ha escuchado
nunca a Patricio de la Guardia dar semejante versión,pero aseguran que otros les han
contado que la escucharon en bares de La Habana.La sobrina de De la Guardia, hija de su
hermano Tony, uno de los fusilados por tráfico de drogas en el caso Ochoa, desmintió esa
versión en París, donde también reside.
Las invenciones llegan al punto de decir que el Presidente Castro había
reclutado a Pinochet y que éste lo traicionó pese al dinero que le habrían
dado, mientras que el del ex agente de la KGB pretende que el general Carlos Prats,a quien
Pinochet mandó asesinar en Buenos Aires, recibió dinero de la URSS para que los
contactara con el general Perón.
Todo esto ha sido desmentido por historiadores y por quienes estuvieron con el Presidente
Allende hasta segundos antes de que se suicidara,incluso los columnistas más derechistas
de El Mercurio han rechazado la intriga,pero al diario le interesa sembrar la duda,porque
otro de los objetivos estadunidenses es decirle al Presidente venezolano Hugo Chávez que
no confie en el mandatario cubano.Así lo dice Eduardo Mackenzie,como firma el autor de la
nota repartida por correo electrónico,confirmando que existe el propósito de asesinar a
Chávez y se ha decidido a quien van a culpar. Huele a Otto Reich, especialista en
intrigas amigo de los Bush, que hizo el mismo trabajo en Nicaragua cuando Bush
padre era vicepresidente de Reagan. |