De Puro Chile - 13 junio 2005BOMBA BOLIVIANA IMPACTÓ EN LA OEA
Frida Modak
Final y afortunadamente, Estados Unidos no
logró sus objetivos en la reunión de la Organización de Estados Americanos, OEA, que
finalizó en la madrugada del miércoles en Fort Lauderdale, Florida. A cambio, la
opinión pública internacional pudo apreciar los manejos estadunidenses y la forma en que
busca acomodar los acontecimientos a sus intereses. Porque de eso se trataba su propuesta
de monitorear la vigencia de la democracia en los países latinoamericanos y caribeños.
En gringolandia no se la puede monitorear porque ellos son los amos y señores de la
democracia y a nadie le está permitido discutirlo.
La irrupción de la crisis boliviana en la
Asamblea sirvió para poner las cosas en su lugar y determinar por qué esa organización
nunca podrá jugar el rol que cada cierto tiempo supuestamente se le quiere asignar, el de
garante de la democracia en las Américas.Y es que una organización que realmente cumpla
ese papel, tiene necesariamente que enfrentarse a Estados Unidos y sus intereses
imperiales.
En Bolivia,para seguir con el ejemplo, el
problema básico son las petroleras estadunidenses que explotan ese energético y el gas
boliviano,amparadas en contratos inconstitucionales, como se demostró.Se lo llevan todo,
al país le dejan unos pocos millones de dólares anuales
y el pueblo boliviano decidió ponerle fin a esa situación.Por eso cayó Sánchez
de Losada y por no decidirse a actuar en defensa de los intereses del país, Mesa llevó
la situación al extremo en que hoy se encuentra y en vez de rectificar, renuncia.¿A
quien tendría que darle la razón la OEA, al gobierno boliviano o a los que defienden el
interés nacional?
LA CARTA DEMOCRÁTICA
Desde que fue electo, y con mayor énfasis
antes y durante la reciente Asamblea, el nuevo Secretario General de la OEA, el chileno
José Miguel Insulza,ha declarado reiteradamente que se propone encauzar su gestión en el
marco de la Carta Democrática Interamericana,aprobada en la Asamblea General de la
organización efectuada en Chile el 11 de septiembre de 2001.El contenido de ese documento
es un resumen de acuerdos y considerandos relativos a resoluciones adoptadas en reuniones
varias de la OEA,relativos a la democracia,los derechos humanos,los derechos de los
trabajadores, la importancia de la educación,las cuestiones ambientales el combate a la
pobreza y la democracia representativa,para que la cooperación y solidaridad entre los
Estados se concrete sobre una misma base.
Después de esa enumeración, en la que no
se habla del interés nacional de cada país,se recuerda que en la Cumbre de Quebec se
aprobó una cláusula democrática según la cual cualquier alteración o ruptura
institucional del orden democrático en un Estado constituye un obstáculo
insuperable para que ese gobierno participe en las Cumbres de las Américas y luego
se da por aprobada la Carta Democrática Interamericana de 28 artículos, en los cuales se
habla de una democracia representativa en abstracto,en cuya defensa podrá actuar la OEA
si el gobierno del país en problemas lo solicita.Luego se establece la suspensión del
Estado en el que se haya quebrantado esa
democracia en abstracto y las misiones de observación electoral.
LA REALIDAD
Desde la aprobación de esa carta, han
cambiado unos cuantos presidentes.En Argentina De la Rúa se fue en diciembre del 2000 y
le sucedieron 5 efímeros mandatarios, hasta
que en el 2002 Duhalde logró estabilizar la situación y convocar a elecciones.En Perú,
a la salida de Fujimori le siguió un período convulso hasta que en julio de 2001 fue
elegido Alejandro Toledo, cuyo período también ha sido muy agitado y tiene apenas el 8%
de aprobación.Pero según la Carta los peruanos no lo podrían destituir.
En Ecuador, acaba de caer Lucio Gutiérrez
y en Bolivia la renuncia de Carlos Mesa se agrega a la de Gonzalo Sánchez de Losada en
2003.Al único que salvó la Carta Democrática fue al paraguayo González Macchi,que
asumió el gobierno después que se forzara la renuncia de Raúl Cubas, este sí elegido
por votación popular.Lo cierto es que el problema de González Macchi era una
confrontación entre grupos del Partido Colorado, pero él montó un episodio de supuesto golpismo.
En resumen, la Carta en cuestión nunca ha
servido para consolidar la democracia,porque ese no es el objetivo de Estados Unidos.Si lo
fuera,no se habría producido el intento fallido de derrocar al presidente venezolano Hugo
Chávez en abril del 2002.Por lo demás en Fort Lauderdale, el subsecretario de Estado
estadunidese Roger Noriega, con la delicadeza que le es habitual, volvió a dejar
en claro que su país sigue propiciando la caída de Chávez, busca apoderarse de lo que
llaman la Cuba pos Castroque ahora ya se sabe que tiene petróleo,y dejó
entrever que intervendrían en Bolivia para asegurarse el petróleo y el gas de ese país
a pretexto de que el diputado socialista Evo Morales es amigo de Chávez.
En suma, entre hipocresías múltiples y falsas loas a la democracia,
Estados Unidos puntualizó lo que persigue,otra cosa es que algunos gobiernos no lo
quieran ver.Lo que a Washington le gusta son los presidentes como Alvaro Uribe de
Colombia, que hace las veces de eco de Bush.A su plan supuestamente antiterrorista le puso
patriota, como el de Estados Unidos, y los publicistas que se encargan de
preparar su intento reeleccionista ya fabricaron un muñeco a imagen y semejanza de
Uribush (así le dicen), vestido con guayabera y que dice un par de frases tomadas de
intervenciones del mandatario.Y es que los publicistas de Bush ya le habían hecho a éste
un muñeco de las mismas características.
En ese contexto, y aún sin tomar en cuenta
sus omisiones, la Carta Democrática Interamericana es un documento que sólo podría
tener trascendencia si se hubiera aprobado en la reciente Asamblea la propuesta de
Washington para monitorear a las
democracias ,con el fin de controlarlas,lo que no ocurrió. |