21
febrero 2005
LULA
Y CHÁVEZ
LA SOLUCIÓN NO ESTÁ EN EL
NORTE
Frida Modak
El encuentro, y los acuerdos en el suscritos,entre los presidentes de
Brasil y Venezuela la semana que acaba de terminar no sólo rubrican una alianza
estratégica entre ambos países,como se ha dicho,sino que representan el logro más
importante alcanzado por América Latina en su larga búsqueda de la integración.A su
frase"la solución no está en el norte",es dable esperar una reacción que se
exprese más allá de las palabras de parte de la administración Bush,que como todas las
que la antecedieron no tolera un proceso integracionista si no está dirigido desde
Washington.
El modelo neoliberal y globalizador fue concebido por Estados Unidos como
una forma de afianzar su hegemonía mundial en su carácter de única superpotencia, pero
hoy se encuentra ante un desafío inesperado en el cual ser superpotencia no le garantiza
la hegemonía.China emerge como una potencia económica y está invirtiendo exactamente en
lo que los estadunidenses siempre han considerado su patio trasero y, por lo tanto,
su propiedad.
La Rusia de Putin empieza a recuperarse del colapso de la Unión
Soviética y no quiere quedarse atrás, también busca presencia en América
Latina,mientras la Unión Europea intenta pero no logra concertar acuerdos de mayor
envergadura,como el que proyectaba con el MERCOSUR,porque quiere ventajas similares a las
que han hecho fracasar el ALCA estadunidense. Es en este contexto que debe analizarse el
encuentro Lula-Chávez y su significado en la construcción de la ya creada Comunidad
Sudamericana de Naciones, a la cual Washington se opuso sin éxito a través de la
actuación del hoy sub-secretario de Estado Robert Zoellick.
EL XXI, SIGLO DE SUDAMERICA
El encuentro Lula-Chávez y los 26 acuerdos y convenios que se firmaron,se
suma al entendimiento similar alcanzado entre el mandatario brasileño y su par argentino
Néstor Kirchner, lo que pone a las tres economías más grandes de América del Sur como
eventuales motores del proceso de integración de esa región del continente.Sin
embargo,el elemento más importante es,sin duda,la incorporación real de Brasil a
América Latina.Pese a ser el país más grande y el económicamente más poderoso,siempre
fue considerado como ajeno por la diferencia de idioma,producto también de un
colonialismo distinto, el portugués.
Fue el golpe militar de 1965 el que inició un proceso de lento
acercamiento,cuando los opositores a la dictadura y el propio mandatario derrocado,Joao
Goulart,encontraron asilo en Uruguay,Perú,Argentina o Chile,países de los que después
también tuvieron que salir a medida que avanzaba la implantación de regímenes
dictatoriales.Si bien la institucionalidad impuesta por esos regímenes fue muy
parecida y todos reprimieron usando los mismos métodos,los militares brasileños fueron
más nacionalistas y en vez de desmantelar la industria nacional,como hicieron los
otros,la desarrollaron y eso,así como las experiencias y relaciones establecidas en lo
que se puede calificar como el exilio sudamericano,que fue importante en México y
Venezuela,juega un papel importante en los acontecimientos de hoy.
Lula dijo en Venezuela que "con conciencia y audacia" se podrá
hacer del siglo XXI "el siglo de Sudamérica"y advirtió que no hay derecho a
desperdiciar la oportunidad agregando la frase ya famosa de que la solución a los
problemas "no está en el norte, está en nuestra integración, en creer en nosotros
mismos".Chávez junto con refrendar esa afirmación agregó que la solución
"tampoco está al otro lado del océano".
LOS EMPRESARIOS
El empresariado también tiene un rol importante que jugar.Sin nombrarlo
Lula lo aludió al decir que "En Brasil y Venezuela hay gente que cree que lo que
estamos haciendo no tiene futuro,que tenemos que ahondar nuestras relaciones con los
países ricos.Y vamos a ser criticados y estoy feliz por eso.Feliz porque estoy haciendo
una cosa en la que creo.Estoy manteniendo relaciones con gobernantes que
creen".Sostuvo que para acelerar la construcción de la democracia "hay que
desencadenar un ciclo de prosperidad con altas tasas de crecimiento,políticas de empleo y
de distribución de ingresos e iniciativas que garanticen la inclusión social.Eso
garantizaría la soberanía y autodeterminación".
Chávez fue más directo y dijo que sin los empresarios"es imposible
la integración" y les solicitó sumarse a esta alianza estratégica "los
necesitamos",señaló.Les aseguró el apoyo de los dos gobiernos para romper trabas y
confirmó la creación de un fondo de garantía al que Venezuela aportará inicialmente
200 millones de dólares.Los empresarios venezolanos han vivido en función de los
beneficios del petróleo y en la actualidad son opositores al gobierno del
presidente Chávez,pero las cosas están cambiando en su entorno geográfico.
El presidente colombiano,por su identificación con Washington,puso
algunas trabas al proceso integracionista, dijo,por ejemplo,que la guerra le
impedía pagar su cuota en la Comunidad Andina de Naciones y Chávez le ofreció pagarla,
pero fueron los empresarios colombianos los que le salieron al paso a su
gobernante, porque a ellos sí les interesa participar de este proceso.Eso explica
también por qué Uribe finalmente fue a Venezuela a reparar las relaciones que estropeó
al violar su soberanía en el caso Granda,es que el presidente venezolano suspendió
el comercio fronterizo en espera de las explicaciones.
Están pasando cosas muy interesantes en torno a este proyecto de
integración sudamericana,pero en este momento hay dos interrogantes.El encuentro
Lula-Chávez y la reconciliación entre Colombia y Venezuela han hecho fracasar por ahora
los intentos estadunidenses de aislar al presidente venezolano que es uno de los puntales
de este proceso,en una concepción bolivariana y antiimperialista.¿Qué hará Washington
ahora en su afán de detenerlo? Segunda pregunta ¿América se dividirá en dos,América
del norte,que incluiría a Centroamérica, y América del Sur que se está extendiendo al
Caribe? |