"Los representantes de la campaña de Frei les han pedido colaboraciones a los
empresarios norteamericanos. Dice que "la mayoría de las empresas de EEUU están
haciendo contribuciones a la campaña a través de oficinas locales y se cree que es a
través del comité de empresas de NY", da cuenta un cable del 15 de agosto de 1963. Para
esa fecha ya funcionaba el Business Group for Latin America, un grupo de empresas
norteamericanas orquestadas bajo el liderazgo de David Rockefeller, presidente del Chase
Manhatan Bank, dispuestas a entregar fondos encubiertos para espantar al comunismo no
sólo de Chile, sino también del continente. Su directorio estaba integrado por
personajes de la talla de Harold Green, director de la International Telephone and
Telegraph Corporation, dueña de la empresa telefónica de Chile.
Sin embargo, este grupo de empresas debió enfrentar la desconfianza de algunos
empresarios norteamericanos ante el programa DC. Temerosos de que cualquier medida del
programa de la "revolución en libertad" tocara sus intereses, consideraban que
"sería peor para Chile tener un gobierno DC ...que un presidente del Frap (Salvador
Allende)".
Incluso en 1963, durante la visita de Eduardo Frei Montalva a EEUU, el presidente de
Kennecott Copper rechazó la invitación para reunirse con el líder DC. "Milken
consideraba que los DC son enemigos de los intereses de la compañía de cobre y no tiene
sentido tratar de conocerlo".
Más allá de las gestiones del grupo de Rockefeller, el Departamento de Estado tampoco
apoyó la iniciativa de que los privados se inmiscuyeran en la política chilena. Un cable
del secretario de Estado Dean Rusk señala que habría "aconsejado a los ciudadanos
norteamericanos en contra de cualquier interferencia o participación en políticas
internas".
Según la Comisión Church "la disponibilidad de fondos era de tal magnitud que la
CIA rechazó la oferta de empresarios norteamericanos de aportar un millón y medio de
dólares por considerar que no era "una manera segura de hacer negocios". |