Puro Chile - 5 diciembre 2006
EL DIA DESPUES
por Máximo Kinast
Para mi eso es lo que importa. El día siguiente a la muerte del Innombrable.
Porque antes que se muera, ya se sabe, no habrá nada nuevo.
Se seguirá agravando ante cada posible sentencia en su contra y correrá a
ocultarse al Hospital Militar. Porque es un cobarde y un redomado traidor. Se
hizo masón para ascender a general y para acercarse al Presidente Salvador
Allende. Luego volvió a golpearse el pecho ante la Iglesia. No se decidió a
unirse a los golpistas hasta el sábado 8 por la tarde, cuando los marinos lo
amenzaron con matarlo si no se unía a ellos. Y eso que Ricardo Pincheira 'Maximo',
por orden directa del PresideNte Allende le había informado de la correlación
de fuerzas y de quien era quien en el Ejercito el viernes 7 por la tarde, a
pesar de que Máximo no confiaba en el Genocida Vitalicio (que todavía no
alcanzaba el honor de este nombre, ni se llamaba Daniel López). Su cobardía la
demostró el once, dirigiendo el golpe oculto desde un bunker y con un avión
esperándolo para fugarse si le iba mal. ¡Que distinto a Salvador Allende, que
rehusó cualquier oferta de salir y prefirió la muerte a traicionar a su
pueblo!
Nadie recordará que fue un felón, que manchó para siempre el uniforme del
Ejército de Chile y de defensores de la Patria los transformó en ladrones,
secuestradores, torturadores, asesinos, violadores de tumbas y mentirosos
desmemoriados. Nadie recordará su Juramento de fidelidad y repeto a la
verdadera Constitución Política de Chile, la de 1925, que Allende honró con
su vida. Nadie recordará su juramente de lealtad al legitimo Presidente de
Chile. Nadie recordará esos juramentos, porque los violó en defensa de los
intereses de los Estados Unidos de América y de las clases privilegiadas del país.
Será sobreseído por fallecimiento y Eduardo Frei Jr., el mentiroso, dirá
que no mintió, que en Chile se le siguieron varios juicios y que si no se le
condenó fue porque se murió antes de recibir sentencia. Frei no recordará que
entre las víctimas del innombrable esta -casi seguro- su propio padre. No lo
recordará porque no le conviene. Ahí hay una cuestión de dinero, que es mas
poderoso que el cariño por su padre. Posiblemente algo relacionado con el
Puerto de Mejillones, en los que tiene intereses, junto con otros encubridores
como Ricardo Lagos Escobar. Patricio Alwyn dirá que se hizo justicia en la
medida de lo posible, como si a él, redomado traidor, le interesara que se
hiciera algo de justicia. El sinvergüenza del Cardenal Primado ya dice que hay
que ser solidarios con un hombre que se acerca al Reino de Dios y le augura un
corto tiempo en el Purgatorio. Imagino que eso es lo que entiende Su Eminencia
por Justicia No Excesiva. Y Ricardo Lagos Escobar respirará tranquilo porque no
habrá motivo para una 'caza de brujas', en la que él caería por complicidad y
ocultamiento de pruebas y de nombres.
En La Tercera aparecen los nombres de sus cómplices que lo visitan en el
Hospital Militar. Es un gesto que hay que agradecerle a ese abominable periódico,
tan dado a mentir. Esa gentuza es culpable de haber participado desde altos
cargos en la Política de Terrorismo de Estado y todos han de ser juzgados por
su implicancia en los crímenes instigados por el Innombrable. El día después
habrá que dedicarse a llevarlos uno a uno ante los Tribunales de Justicia,
porque 'no son inocentes palomas', sino halcones expropiadores, privatizadores y
muy posiblemente prevaricadores. Estoy seguro que más de alguno es cómplice en
los latrocinios de Daniel López, además de avalar sus crímenes contra la
Humanidad.
El 'glorioso' Ejército de Chile le rendirá honores en la Escuela Militar.
Los cadetes aprenderán así los valores que defiende la Institución Armada: El
robo de dineros del Estado, la falsificación de pasaportes y de documentos públicos,
el secuestro, la tortura, el asesinato (incluso de compañeros de armas, como
Prats, Bonilla, Lutz, Cantuarias y tantos otros), la desaparición de cadáveres,
la violación de tumbas, el tráfico de armas, la mentira y el olvido y lo que
haga falta con tal de ganarse unos millones de dólares. Esa es la moral del Ejército
de Chile que rendirá honores a su ex Comandante en Jefe, porque es de su calaña.
¿Por qué no rindió esos honores al General Carlos Prat? No es difícil
contestar. Porque Carlos Prat era un hombre decente y un patriota.
Lo importante es lo que ocurrirá al día siguiente, porque todo el mundo
sabe quien es el Innombrable y no hay peor insulto para un ser humano en todo el
planeta, que decirle: 'Usted me recuerda a Pincohet'
Lo importante es lo que ocurrirá al día siguiente porque se hará pública
y notoria la inmoralidad de las Fuerzas Armadas de Chile, fieles a la ley de la
mafia: la 'omerta' y a las instrucciones que les da el gobierno de los Estados
Unidos de America. También saldrá a la luz la complicidad de la Concertación,
en especial de la Democracia Cristiana con los momios, todos juntos, rindiéndole
honores, como si se tratará del propio Dios Mercurio, el Dios de los Ladrones.
Ahora más que nunca será necesario rescatar la verdad histórica. El Golpe
de Estado se dió para privatizar (robar) los bienes del Estado de Chile en
benficio de la clase privilegiada y de los Estados Unidos de América y de las
transnacionales. El bombardeo de La Moneda fue un acto de cobardía, que
equipara El Golpe de Estado a un acto criminal de robo con fractura y homicidio
premeditado. La guerra contra el comunismo fue una excusa inventada por la CIA y
difundida por nuestras clases altas, exactamente igual que el Plan Zeta. No hubo
30 mil cubanos armados hasta los dientes, ni desarmados (Si los hubo, ¿dónde
estaban el 12? ¿Regresaron a nado a Cuba?). El desabastecimiento fue provocado
por los momios y los comerciantes y los camioneros y fue planeado y financiado
por la CIA. Son hechos históricos probados con documentos ante el Senado de los
Estados Unidos de América.
Uniformados de Chile: basta ya de mentiras y de honores a los genocidas.
Digan la verdad, criminales, digan dondes están nuestros muertos, quiénes
fueron los asesinos, cómo los mataron. Confiesen, póngase a disposición de la
Justicia. Es el único camino para perdonar y volver a sentirnos todos unidos,
en paz y mirar juntos por el futuro de Chile.
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