Libelo fue presentado ayer en tribunales y se basa en
antecedentes del informe Valech Primera querella por torturas apunta a Pinochet y
Sergio Fernández
De La Tercera : 04-12-2004
Ana María Sanhueza
Apenas cinco días después de que el Presidente Ricardo Lagos oficializara el informe
de la comisión Valech, un grupo transversal de abogados del PS, PPD y PC presentó ayer
la primera querella por torturas y asociación ilícita, delitos que imputan en su libelo
a Augusto Pinochet, a su ex ministro del Interior, el senador UDI Sergio Fernández, y a
todos quienes resulten responsables de las órdenes e informaciones que se dieron al
respecto durante el régimen militar.
Los abogados Alfredo Morgado (PPD), Roberto Avila (PS) y los PC Julia Urquieta y Hugo
Gutiérrez solicitaron, además, a la Corte de Apelaciones nombrar un ministro de fuero,
pues ambos querellados tienen inmunidad: Pinochet como ex Presidente y Fernández como
parlamentario. "Los firmantes somos todos ciudadanos que durante el período de
septiembre de 1973 y marzo de 1990 fuimos objeto de detención y tortura, recibimos tratos
inhumanos y degradantes por razones estrictamente políticas, sufriendo, en consecuencia,
secuelas físicas, sicológicas y sociales", afirman los querellantes en el texto.
El libelo persigue no sólo a los autores materiales de los tormentos a prisioneros,
sino también a quienes -según los querellantes- dieron las órdenes y enviaron
información a los tribunales sobre el paradero, situación o estado de los detenidos.
"Cuando se detenía, cuando estas personas eran llevadas a centros de detención, no
se informaba. No se informaba a los familiares y, cuando se recurría a los tribunales,
tampoco se refería información. Pareciera que existieron oficios, circulares,
instrucciones precisas de las autoridades públicas en que instruían a los organismos de
seguridad a no dar información a los tribunales de justicia", dijo Morgado.
Tras conocer el libelo, Fernández lo calificó como una "maniobra
política": "Ante la presentación de una querella en mi contra por parte de
abogados del Partido Comunista y otros, respecto de los hechos que se relacionan con el
informe de la comisión Valech, quiero señalar que no formularé declaración alguna,
porque estamos en presencia de una mera maniobra política e instrumentalización de dicho
documento", dijo a través de una declaración pública. Y agregó que estará
"absolutamente disponible" para colaborar con los tribunales.
El 20 de noviembre último, el senador Fernández subrayó, a través de una carta a La
Tercera, su "rechazo total, ayer como hoy, a toda forma de apremio ilegítimo o
tortura", razón por la cual, agregó, durante su gestión ministerial "se
impartieron instrucciones que prohibían expresa y absolutamente tales prácticas".
Asimismo, afirmó que "en mis funciones hice todo cuanto estaba a mi alcance para que
tales hechos no ocurrieran. Eso no siempre se pudo lograr, pero jamás correspondió a una
voluntad o a una decisión del ministerio a mi cargo".
Derecho internacional
La querella -que representa a 21 torturados- se basa íntegramente en los hechos
relatados en el Informe sobre Prisión Política y Tortura. Además, su presentación se
produce tras el reconocimiento del Presidente Ricardo Lagos respecto de que la tortura fue
una práctica de Estado; el gesto histórico del jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre,
quien asumió la responsabilidad institucional por las violaciones a los DD.HH., y el
fallo de la Corte Suprema en que por primera vez se aplicaron los tratados internacionales
en el caso de un detenido desaparecido, en el secuestro calificado del mirista Miguel
Angel Sandoval. La querella contra Fernández y Pinochet apunta también a tratados
internacionales, pues la tortura es considerada por el derecho internacional como crimen
de lesa humanidad.
Responsabilidad civil
Ayer, una encuesta de la Fundación Futuro arrojó que un 76% de los chilenos cree que
los civiles que tuvieron cargos de responsabilidad en el régimen militar sabían de los
casos de tortura sistemática contenida en el informe Valech, mientras sólo 16% opina lo
contrario.
En tanto, tres ex miembros del grupo de ultraderecha Patria y Libertad -Roberto Thieme,
José Agustín Vásquez y Arturo Hoffmann- dieron a conocer un documento en el que asumen
la responsabilidad "por no haber sido capaces de guiar a nuestros camaradas en los
principios éticos de una lucha política y armada". |