El texto escrito por el jefe del Ejército busca
aminorar el informe Valech, que establece que la aplicación de torturas fue una política
sistemática de las FF.AA. Documento de Cheyre se
anticipa a duro informe sobre la tortura
Informe elaborado por la Comisión Nacional sobre la Detención Política y la Tortura,
que será entregado al Presidente Lagos el miércoles, detalla los recintos militares
donde se torturaba y menciona que hubo 30 mil víctimas.
Fecha edición: 06-11-2004 La Tercera
José Miguel Wilson y Francisco
Artaza
Anticiparse al impacto político y público que tendrá el informe elaborado por la
Comisión Nacional sobre la Detención Política y la Tortura, que será entregado al
Presidente Ricardo Lagos el miércoles 10, fue el objetivo central del documento elaborado
por el general Juan Emilio Cheyre -titulado "El fin de una visión" y publicado
ayer en exclusiva por La Tercera-, donde el comandante en jefe del
Ejército deja a un lado la tesis de los "excesos" y responsabilidades
individuales en las violaciones a los DD.HH. ocurridas en el gobierno militar.
Según fuentes castrenses, la decisión de asumir "la responsabilidad institucional
en las violaciones a los derechos humanos" buscó tomar la iniciativa, aminorando el
efecto de la publicación de más de 30 mil casos de torturas que incluirá el informe,
que dirigió el obispo católico Sergio Valech.
Haciendo una analogía con la franja de cese al fuego que aplica Naciones Unidas en sus
misiones de paz para separar a dos bandos en conflicto, un personero del Ejército señala
que la meta del histórico documento fue crear una especie de buffer zone (zona de
amortiguamiento).
Esta estrategia asumida por Cheyre fue informada en todos sus pasos a Lagos y a las otras
ramas de las Fuerzas Armadas. El comandante en jefe del Ejército pretendía que las otras
instituciones se sumasen a su estrategia; sin embargo, los demás jefes castrenses sólo
quedaron en respaldarlo públicamente y seguir un camino propio para enfrentar el informe,
argumentando que cada institución debe responder por realidades distintas (ver nota
secundaria).
La estrategia del Ejército incluye hacer todos los gestos necesarios antes de que se
conozca el texto y guardar un estricto silencio cuando se difunda en diciembre.
Las claves del documento
El informe de la comisión Valech establece que la aplicación de torturas fue una
política sistemática e institucional de las Fuerzas Armadas durante los 17 años del
régimen militar e incluye más de 30 mil casos.
Esta investigación entrega un relato histórico de lo que pasó en Chile tras el golpe de
1973 en el tema de los detenidos y torturados, una realidad que se había soslayado hasta
hoy, luego que el Estado buscara vías de reparación para los detenidos desaparecidos y
ejecutados políticos, e incluso para los exonerados políticos.
La comisión estableció un mapa de los centros de detención y tortura a lo largo del
país, en los que figuran regimientos, unidades militares, comisarías, centros de
detención clandestinos, campos de prisioneros y barcos.
Según fuentes de gobierno, el 60% de los casos corresponde a detenciones producidas en
1973, cuando fueron aprehendidas 25 mil personas. En 1974 fueron detenidas 6.000; en 1975
3.000 y, a partir de 1976, las aprehensiones disminuyen, pero las torturas se incrementan.
El informe expondrá que en los primeros meses después del golpe militar los métodos de
tortura más comunes eran las golpizas, amenazas (fusilamientos simulados), detenciones
prolongadas con los ojos vendados o con la cabeza dentro de una capucha, aplicación de
corriente eléctrica, quemaduras con cigarros, sopletes o ácidos, extracción de uñas,
obligación de presenciar torturas a otros detenidos, abusos sexuales, inmersión en agua,
aceite o petróleo, detención en calabozos insalubres, rompimiento de tímpanos por
golpes en los oídos.
El informe deja entrever que hubo planificación en la detención de personas y una
política sistemática.
Ante la comisión se presentaron 35 mil personas para entregar su testimonio dentro de los
plazos legales. Hubo mucha gente que llegó después, pero la comisión fue tajante en el
cumplimiento de los plazos fijados por el gobierno al momento de la creación del
organismo. |