Los juristas Contreras, Sergio Concha y Francisco Bravo argumentarán el 12 de mayo en favor de un nuevo desafuero en el juicio que instruye el magistrado Juan Guzmán por 20 asesinatos y/o desapariciones de la 'Operación Cóndor'. La defensa del ex dictador no estaba preparada para alegar este miércoles ante los 21 ministros que integran el Pleno de la Corte de Apelaciones, según fuentes del proceso.

Los acusadores solicitaron también el lunes nuevos exámenes médicos mentales del inculpado para comprobar si continúa afectado por la 'demencia progresiva' diagnosticada por seis médicos en 2002. Si la Corte acoge la petición de nuevos exámenes médicos, los alegatos postergados para el próximo miércoles deberán posponerse de nuevo hasta que los médicos verifiquen una vez más la salud mental del acusado.

En julio de 2002, los ministros de la Corte Suprema Alberto Chaigneau del C., Enrique Cury U., José Luis Pérez Z., Milton Juica A. y Nibaldo Segura P. acordaron 'suspender el procedimiento a su respecto -Caravana de la Muerte- mientras se mantengan las condiciones de salud que presenta'. De esta manera, los jueces hicieron suyo el diagnóstico de 'demencia vascular subcortical moderada' formulado por los galenos.

El único médico disidente fue el Dr. Luis Fornazzari, quien se inclinó por 'demencia de leve a moderada'. La Suprema aceptó, entonces, 'que el examinado 'presenta un nivel intelectual disminuido, con un deterioro cognitivo mayor que lo esperado para su edad, correspondiente a una demencia en grado moderado''.

El veredicto médico-judicial de 'demencia' le ha permitido a Pinochet evadir tres causas. Primero, libró su responsabilidad en el asesinato de 75 víctimas de la Caravana de la Muerte, la comitiva militar del general Sergio Arellano Stark que cumplió sus órdenes a lo largo del país, en octubre de 1973.

Más tarde, en 2003, la demencia lo eximió del juicio por el asesinato del general Carlos Prats González, ex comandante en Jefe del Ejército, y de su esposa, Sofía Cuthbert, perpetrado en Buenos Aires el 30 de septiembre de 1974; y de la desaparición de 10 dirigentes del partido Comunista capturados por la DINA en la 'ratonera de la calle Conferencia' de Santiago, en mayo de 1976, causa sobreseída después de cinco años de investigación del juez Guzmán.

Los abogados proporcionaron al tribunal una video-copia de la entrevista a Pinochet de la periodista cubano-estadounidense María Elvira Salazar, conocida por su desempeño en Telemundo y Univisión. La conversación de una hora -nunca difundida en Chile- fue transmitida por el Canal 22 de Miami, en ocasión del cumpleaños 88 del ex dictador, en noviembre de 2003.

La acusación aspira a que los jueces se formen su propia impresión sobre la salud mental del acusado. La entrevista muestra que razona como cualquier sujeto sano. Responde las preguntas con las limitaciones de lenguaje propias de su formación cultural deficitaria, imposibles de atribuir a demencia alguna.

Pinochet exhibe recuerdos bastante precisos respecto a la visita de Fidel Castro, a quien tuvo que atender. Agradeció 'el apoyo del exilio cubano' y se atribuyó el origen de los éxitos económicos que proclama la administración Ricardo Lagos, tal como lo hacen otros políticos -que incluso escriben libros sobre este tema. Además del video, los abogados entregaron a la Corte la trascripción textual de la entrevista.

Se puede estar en desacuerdo con lo que afirma Pinochet, pero en la entrevista razona y emite juicios en oraciones tan coherentes como éstas:

'Nunca fui aspirante a dictador porque está bien considerar que las dictaduras terminal mal. Yo siempre actué con sentido democrático, por eso que llegué a los 16 años, para ver si seguía yo o seguía otro'.

'Mire, en toda lucha política, en todas partes del mundo, hay excesos y hay gente que no se controla, así que es posible que yo haya tenido excesos, gente que no se controla'.

'Si, para mí fue una experiencia injusta, porque los magistrados tienen que tomarse el ser muy imparcial y no basarse en una cosa y actuar. Comprendiendo uno que lo que quieren es que le sirva la causa a la justicia, a favor de su futuro o a favor de él'.

'¿A quién le pido perdón? Muchos dicen que hay que pedir perdón, ¿de qué? ¿De qué voy a pedir perdón? ¿De que una vez trataron de asesinarme en el Cajón del Maipo, que me atacaron por todos lados, murieron cinco guardias...? ¿Se han olvidado de eso? ¿Se han olvidado las veces que me pusieron bombas cuando aterrizara, etcétera? Se han olvidado de muchas cosas, pero hay que recordarlas también. ¿Perdón?, ¿de qué? Perdón de que íbamos a transformarnos en otra Cuba. ¡No! Por eso, el perdón tienen que pedírmelos ellos a mí'.

'La primera vez que yo lo vi a Fidel Castro fue cuando, siendo comandante de la Guarnición de Santiago, se recibió la orden de atenderlo. Yo sentí que aquí, el peso de la gente que no quería, la gente subalterna... Entonces, para evitar cualquier problema que yo fuera a recibir, y yo... Pero cuando llegó el momento de rendirle honores puse a Fidel Castro al centro. Y los honores fueron para mí y para el ministro de Defensa nuestro, y Fidel Castro al medio...'

-¿En qué año fue, General?, preguntó Salazar a Pinochet.
-'Ahí me pilla..., el año mil novecientos setenta..., ¡setenta!'
-¿Setenta?, ¿cuándo asume Allende?, indaga de nuevo Salazar.
-'Sí', replicó el ex dictador.

Pinochet sólo incurrió en un frecuente error de memoria. La visita de Fidel Castro a Chile fue en noviembre de 1971. Allende asumió el 3 de noviembre de 1970.

La causa se denomina 'Operación Cóndor' porque ése fue el nombre que le dio Manuel Contreras, entonces jefe de la todopoderosa Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), a la globalización extraterritorial de su quehacer represivo, en asociación con los servicios de inteligencia de Argentina, Paraguay, Uruguay, Bolivia y numerosos otros países, todo esto bajo la protección de los 'servicios hermanos' de Estados Unidos. La colaboración más notoria provino de la CIA y del FBI, según documentos desclasificados en la última década.

La mayoría de las 20 víctimas chilenas de la Operación Cóndor pertenecieron al MIR, como el ingeniero Edgardo Enríquez Espinoza, hermano de Miguel -líder máximo del MIR- y el sociólogo Jorge Fuentes Alarcón, llamado 'El Trosko, aunque también figuran los esposos Jacobo Stoulman Bornik y Matilde Pessa Mois, sin militancia política conocida.

Stoulman, propietario de la casa de cambios Andes, de calle Agustinas, manejó fondos del partido Comunista. 'Invitado' bajo engaño para discutir negocios ficticios con inversionistas que lo convocaron en mayo de 1977 a través de un empleado de la Embajada de Israel, viajó con su esposa a Buenos Aires. Fue secuestrado en un vehículo apenas se bajó del avión Branif en el aeropuerto Ezeiza -el resto de los pasajeros creyó que se trataba de un pasajero VIP. Nunca más se supo del matrimonio.

Fuentes, capturado en Paraguay en 1975, fue la primera víctima de la globalización de la DINA conocida como Operación Cóndor. Trasladado en secreto a Chile, Miguel Krassnoff Martchenko le habilitó una casucha de perro para vivir sus últimos días en 'Villa Grimaldi', cubierto de sarna y parásitos, de acuerdo a testimonios de otros presos.

Un carta desclasificada de Robert W. Scherrer, el agente del FBI para América del Sur, le informó el 6 de junio de 1975 al general Ernesto Baeza, entonces jefe de Investigaciones, que 'El Trosko Fuentes' fue detenido en Asunción el 17 de mayo, con un pasaporte costarricense a nombre de Ariel Nodarse Ledesma, en compañía de Amílcar Santucho, hermano de Mario Roberto, dirigente máximo del ERP argentino.

Esta es la nómina de las víctimas acreditadas por el magistrado Guzmán en le causa 2182-98, según fuentes judiciales chilenas -en orden alfabético de los apellidos:

Martín Almada, José Campos Cifuentes, Cristina Carreño Araya, Ismael Chávez Lobos, Ruiter Enrique Correa Arce, José De La Maza Asquet, Edgardo Enríquez Espinoza, Jorge Isaac Fuentes Alarcón, Juan Hernández Zaspe, Alexei Jaccard Siegler, Luis Muñoz Velásquez, Celestina Pérez de Almada, Matilde Pessa Mois, Ricardo Ramírez Herrera, Hernán Soto Gálvez, Jacobo Sotulman Bortnik, Manuel Jorge Tamayo Gómez, Manuel Tamayo Martínez, Julio del Tránsito Valladares Caroca y Héctor Velásquez Mardones.

Y estos son los nombres de los principales inculpados -además de Pinochet, su jefe:

Manuel Contreras Sepúlveda, Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, Cristoh Georg Willeke Floel, José Octavio Zara Holger, Mario Ernesto Jahn Barrera, Alejandro Paulino Campos Rehbein, Pedro Octavio Espinoza Bravo, Ana María Rubio de la Cruz, Enrique Sandoval Arancibia, Miguel Krassnoff Martchenko, Marcelo Morén Brito, Osvaldo Pincetti Gac, Germán Barriga Muñoz, Fredis Urrea Alvarez, Carlos Labarca anhueza, Jerónimo Pantoja Hnríquez, Ema Verónica Cevallos Núñez, Augusto Patricio Dietchler Guzmán, Arturo Ramón Urete Sire, Víctor Barría Barría, Luis Henriquez Riffo, Enrique Lautaro Arancibia Clavel (preso en Argentina por el asesinato del general Prats), Nicolás Ignacio Díaz Pacheco, Alfonso Morata Salmeron (español), Roberto Eladio Acuña (argentino) y Martín Ciga Correa (argentino).

El primer paso que debe dar la acusación es conseguir que la Corte apruebe el 'desafuero', es decir, que levante la inmunidad parlamentaria que protege a los legisladores elegidos por soberanía popular. El retiro del fuero habilita para enfrentar a la justicia como cualquier otro habitante del país.

No se entiende por qué Pinochet goza de inmunidad si ya no es senador. Renunció al cargo cuando regresó de Londres y más tarde fue declarado reo por la Caravana de la Muerte. Permaneció 4 meses preso en su domicilio de Bucalemu, cerca de Santiago, bajo la custodia de Gendarmería, el cuerpo armado que vigila las cárceles de este país.

El abogado Contreras se muestra optimista porque cada vez más jueces son partidarios del desafuero. La última vez lo votaron 10 de los 21 miembros del pleno de la Corte de Apelaciones. Si la Corte llegara a aprobar el desafuero, después debería pronunciarse el Senado.

La 'democracia' chilena es paradójica: todavía se rige por una carta fundamental -la Constitución de 1980- literalmente 'dictada' por el propio acusado hace casi un cuarto de siglo. La transición democrática presenta el efecto surrealista de un 'senador virtual' con inmunidad real. Realismo mágico de un país sin selvas, playas tropicales y tampoco... bananas.

Los juristas pidieron que la televisión haga conocer al país los secuestros y crímenes de ciudadanos chilenos practicados por la DINA en el exterior. En marzo se transmitieron los argumentos a favor y en contra del desafuero por injurias -que no fue otorgado por la Corte- solicitado por la extrema derecha -la Unión Demócrata Independiente (UDI)- contra la diputada Pía Guzmán, también de derecha -Renovación Nacional (RN).

'Estos delitos de la DINA son más graves', dijo el abogado Contreras. 'La ciudadanía tiene derecho a conocer sus pormenores; está consagrado por las normas constitucionales de libre información, de expresión y de opinión', afirmó. Todavía no se sabe si a favor de Pinochet alegarán sus defensores Pablo Rodríguez Grez o Ambrosio Rodríguez.