El ex general
Herman Brady fue arrestado por "cómplice de secuestro calificado"
por Ernesto Carmona
( 5 de febrero, 2004)
El magistrado Juan Carlos Urrutia arrestó hoy en su
domicilio al ex general Herman Brady Roche, 83 años, como "cómplice de secuestro
calificado" en la desaparición de 12 personas detenidas en el Palacio de La Moneda
al producirse el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, informó el editor Víctor
Pey, ex colaborador del Presidente Salvador Allende. El titular del Quinto Juzgado del
Crimen se encuentra abocado con dedicación exclusiva a establecer la suerte de una
veintena de personas que acompañó al jefe del Estado hasta sus últimos minutos de vida.
Las víctimas de La Moneda, conducidas primero al
regimiento Tacna de Santiago, fueron fusiladas el dìa 13 en el fuerte Justo Arteaga
Cuevas de Peldehue, un suburbio de Santiago. Posteriormente sus cuerpos fueron exhumados
con retroexcavadoras, empacados en sacos y arrojados al mar desde un helicóptero del
Ejército. Las 12 víctimas de La Moneda fueron los ex asesores del Presidente Allende
Jaime Barrios Meza, Daniel Escobar Cruz, Enrique Huerta Corvalán, Claudio Jimeno Grendi,
George Klein Pipper y Arsenio Poupin Oissel, además de los integrantes de su equipo de
seguridad Oscar Lagos Ríos, Juan Montiglio Murúa, Julio Moreno Pulgar, Julio Tapia
Martínez, Oscar Valladares Caroca y Juan Vargas Contreras. El informe de la Comisión
Verdad y Reconciliación, más conocida como Comisión Rettig, informó en 1991 que los
colaboradores del Presidente apresados en La Moneda, trasladados al Tacna y ejecutados en
Peldehue en total sumaron 23 personas.
¿Quién es Brady?
Brady, quien cumplirá 83 el 10 de febrero, se
desempeñaba como jefe de la Guarnición de Santiago (II División del Ejército) y fue
ministro de minería de la dictadura es el tercer ex general encausado por estas
desapariciones. Otro ex general es Luis Joaquín Ramírez Pineda, comandante del Tacna en
1973, quien en septiembre de 2002 fue detenido en Buenos Aires, donde residía con su
familia, a solicitud de una corte de Francia por su responsabilidad en la desaparición de
Klein Pipper y otros 4 ciudadanos franco-chilenos, pero en vez de extraditarlo para un
juicio en París la justicia argentina priorizó enviárselo a su par de Chile, que
también lo reclamó. El tercer ex general que aparece en el caso comprometido como autor
es Pedro Espinoza Bravo, quien llegó a ser el segundo hombre de la Dina..
El mismo día del golpe circuló la especie de que Brady
"avanzaba a Santiago con tropas leales al Presidente Allende". Siendo,
simultáneamente, el juez militar de la Segunda Fiscalía castrense, el 20 de septiembre
pocos días después del golpe sobreseyó "por falta de méritos" a
los responsable del levantamiento del Regimiento Blindados 2, ocurrido el 29 de junio de
ese mismo 1973 como una suerte de ensayo general en que fue asesinado el periodista y
camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen, quien reporteaba para la Radio TV Suecia.
¿Cumpleaño feliz?
Brady, quien cumplirá 83 el 10 de febrero (nació en
1921), detgenido ahora en su domicilio, enfrenta por primera vez una causa por violación
de derechos humanos. Con su detención, el total de procesados por estos crímenes se
elevó a 17, incluyendo a otros ocho oficiales y suboficiales retirados pertenecientes al
Ejército, más personal de otras armas, indicó la periodista Nancy Guzmán, de la
revista Semana de Colombia. La corresponsal recordó que Brady tuvo negocios de
"inteligencia y seguridad" asociado con el ex socialista Lenin Guardia Basso, ex
asesor de inteligencia de los gobiernos de la transición a la democracia y colaborador
oficioso del ex jefe de la Polícía de Investigaciones (Pich) Judas Nelson Lenin Mery
Figueroa, pero hoy se encuentra preso por su responsabilidad en una carta bomba enviada a
la Embajada de EE.UU. a los fines de crear un clima y un mercado propicio para la venta de
sus servicios "anti terrorista".
Según el diario La Nación, el juez Urrutia, decidió
procesar a Brady tras someterlo a un careo con Ramírez Pineda, quien en 1973 comandaba el
regimiento Tacna, desde donde los 12 detenidos fueron sacados el 13 de septiembre para
dárseles muerte en Peldehue. Este ex general acusó a su ex colega Brady de haberle dado
la orden de matar a los prisioneros, pero Brady negó la imputación. Otro reo que le
endosó a Brady la responsabilidad sobre el destino de los 12 presos fue el ex agente de
inteligencia de la FACH Rafael Agustín González Verdugo, procesado como cómplice del
secuestro y homicidio del periodista estadounidense Charles Horman.
Otros pájaros de cuenta presos
En junio de 2003, el juez Urrutia encausó a 5
militares cinco como autores del delito asociado de exhumación ilegal, acaecido en 1978
para hacer desaparecer los restos de los detenidos de La Moneda. Entre estos imputados
aparece el ex comandante del Tacna en 1978, coronel Hernán Canales Varas, el ex jefe de
Inteligencia de ese cuartel, oficial (r) Luis Fuenzalida Rojas; y otros tres suboficiales
en retiro del Ejército.
El magistrado inició esta causa en enero de 2003 con el
proceso a nueve oficiales (r) y suboficiales (r) como autores del delito de secuestro y
desaparición de los 12 prisioneros de La Moneda ejecutados en Peldehue, entre ellos el ex
general Ramírez Pineda. Entonces fue procesado también el ex segundo hombre de la Dina,
Espinoza Bravo, quien supervisó el ametrallamiento de los detenidos en Peldehue y su
posterior sepultación clandestina. El suboficial Cornejo Escobedo es el único que figura
encausado tanto en las ejecuciones como en el posterior desentierro de 1978. Su identidad
corresponde al "Suboficial Uno" que en diciembre de 2002 relató a Jorge
Escalante, periodista de La Nación, cómo se hizo el desentierro en Peldehue.
La jueza Amanda Valdovinos encontró por su
parte en 2001 el pozo del Fuerte Arteaga donde en 1978 fueron desenterrados los
cuerpos de los desaparecidos de La Moneda. Los investigadores hallaron unos 500 restos
óseos pertenecientes a 14 de los 20 prisioneros ametrallados. Fue la comandancia en jefe
del Ejército, con el general Augusto Pinochet a la cabeza, quien planificó y ordenó en
diciembre de 1978 el desentierro de todas las fosas clandestinas del país en que se
escondieron centenares de cuerpos de víctimas, especialmente en Pisagua, Calama, Cuesta
Barriga en Santiago, Peldehue y Chihuío, en la precordillera de Valdivia.