Reproducido de El Siglo Digital, 2 abril 2004
Política de Defensa Nacional
Para qué se arma Chile
Por: Raúl Blanchet
El ruido de una sorda carrera armamentista se extiende en la región. El papel de Chile
bajo la sombra de Estados Unidos- en el concierto latinoamericano genera el rechazo
de los países vecinos y el repudio de los pueblos. Un drama que apenas comienza y cuyo
final aún sin escribir, plantea interrogantes y amenazas que de no ser debidamente
resueltas pueden arrastrarnos como nación a una pesadilla que jamás imaginamos.
La Ley de Comercio 2002 (Trade Promotion Authority), que autoriza al gobierno de Estados
Unidos a negociar tratados de libre comercio con otros países, establece la expansión
del comercio internacional como algo de vital importancia para la seguridad nacional del
país del norte, por cuanto considera al comercio un factor critico para su crecimiento
económico y liderazgo en el mundo. Agrega que las relaciones de comercio estables
promueven la seguridad y la prosperidad. Los acuerdos comerciales sirven al mismo objetivo
señala- que los pactos de seguridad durante la Guerra Fría, comprometiendo a las
naciones por medio de una serie de derechos y obligaciones. Más adelante añade: "El
comercio creará nuevas oportunidades para que EE.UU. preserve su fortaleza sin
contrapesos en asuntos económicos, políticos y militares".
La presencia de tropas chilenas en Haití se vio agravada una semana atrás, con el
desconocimiento formal del gobierno provisorio instaurado con el respaldo de los EE.UU.
por parte del Caricom (Comunidad del Cribe) que se sumó a similar posición sostenida
anteriormente por Venezuela. Al cuadro se agregan las denuncias del depuesto Jean Bertrand
Aristide de haber sido secuestrado por tropas norteamericanas y trasladado contra su
voluntad a otro continente. En resumen, se trata de la participación de efectivos
chilenos en apoyo a una intervención militar foránea en un país de América Latina.
La disposición de Ricardo Lagos, ejecutada sin considerar previamente al poder
legislativo como establece la Constitución, seguida por las respuestas del mandatario
rayanas en la soberbia cada vez que fue consultado al respecto, retrataron el carácter de
la nueva actitud asumida.
Organizaciones sociales y el Partido Comunista no sólo condenaron la participación
chilena, sino que denunciaron el grave compromiso asumido por gobierno con los Estados
Unidos. Diversos parlamentarios señalaron en el Congreso -además de mostrar su
descontento por la actitud del Presidente Lagos de pasar por sobre el legislativo en una
decisión tan trascendente- que Chile había cambiado su doctrina militar al involucrar
tropas en los acontecimientos de otros países del continente, rompiendo el principio de
no intervención, que fue siempre un elemento rector en su política exterior.
Lo cierto es que no hubo cambio propiamente, sino que fue la primera expresión práctica
de la política que abrazó el gobierno con posterioridad a los atentados contra las
Torres Gemelas y el Pentágono. A saber, alinearse junto al "socio" más
importante del país: los EE.UU., gobernados por George Bush.
En cuanto a las Fuerzas Armadas, hicieron su debut en el subcontinente, instaurando un
importante cambio en sus roles prioritarios, a saber, acentuar sus funciones externas por
sobre las internas, siendo éstas últimas el control sobre el "enemigo
interno", de acuerdo a la Doctrina de Seguridad Nacional. En la experiencia criolla,
este papel pasó a un segundo plano debido a que no existe peligro para la gobernabilidad
del país y la administración del modelo. Se vive una "paz social" lograda por
los gobiernos de la Concertación, que han administrado eficientemente "la obra de
las Fuerzas Armadas".
Siempre la "Modernización"
Según el Instituto de Estudios Estratégicos de Londres, Chile es el país que más gasta
en armamento en América Latina. Durante 2002, considerado el gasto presupuestario y extra
presupuestario, que incluye la ley reservada del cobre, se empina a los 2.800 millones de
dólares. Es decir, el 4,1% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que equivale a 160
dólares por habitante. En tanto que Bolivia, Perú y Argentina, destinan 14, 33 y 36
dólares por habitante, respectivamente.
La modernización de las Fuerzas Armadas ha sido un tema recurrente en los medios de
comunicación a lo largo de los tres gobiernos concertacionistas. Aunque también lo fue
durante la dictadura nadie quiere quedarse atrás a la hora de estar a la moda, so
riesgo de convertirse en anticuado, y siempre suena bien- durante los últimos 14 años
los reemplazantes del gobierno de facto impulsaron junto a las instituciones de la Defensa
Nacional sendos planes modernizadores: Alcázar en el Ejército, Tridente, en la Armada y
la adquisición de Aviones nuevos para la Fuerza Aérea que no había estado
considerada en los proyectos inicialmente, hasta que el nuevo diseño internacional
pareció llamar a la puerta.
Los países vecinos hacen oír su inquietud por lo que denominan una escalada armamentista
en la región, debido a las compras chilenas, que no comenzaron con los diez aviones F-16
adquiridos a los EE.UU. (con el solo valor de los 10 aviones F-16 se podría solucionar el
problema habitacional de 672.000 chilenos, sostiene el Doctor Edgardo Condezza, dirigente
del Movimiento por la Consulta y Derechos Ciudadanos), la fragata Williams, comprada a
Inglaterra y las cuatro fragatas holandesas, recientemente comprometidas. Cabe considerar
la fabricación actualmente del segundo de dos submarinos Scorpene y los tanques y
helicópteros que adquirió antes el Ejército. Todo, sin considerar la posibilidad de
adquirir las numerosas ofertas que rondan a tan entusiasta cliente, como dos destructores
del tipo Sprudance ofrecidos por EE.UU., o las seis fragatas inglesas de la clase 22 (como
la recientemente incorporada Williams) y 23 (algo de los más moderno en el poderío
naval), entre otros ofertones.
Según el Ejército, después de las adquisiciones Chile se encuentra a la par con
Argentina con sus 260 tanques TAM- en la cantidad de blindados con que cada uno
cuenta, en tanto que Perú conservaría supremacía regional al contar con 150 tanques
T-72 de fabricación soviética adquiridos en 1997, a los que se sumarían 300 tanques
T-54 y T-55 comprados a fines de los años setenta. Pese a la cifra de carros registrados
a cuenta del Perú, la mayoría de ellos están fuera de funcionamiento, a excepción de
los 150 T-72. En definitiva, la calidad de los equipos hace una apreciable diferencia en
favor de nuestro país.
Pero el asunto no sólo consiste en comprar material de guerra, sino además en
reorganizar estructuras y unidades principalmente en el Ejercito, que fundió regimientos
e incluso los trasladó de zona.
De acuerdo a la definición del propio Ejército, el corazón del Plan Alcázar está en
la reestructuración y equipamiento, para las que no basta la transformación de 67
regimientos y batallones autónomos en 38 unidades tácticas más potentes, autónomas y
veloces: tiene que ver también con la reconfiguración global del soporte logístico,
administrativo y de bienestar. Para ello se impulsa la reorganización del Comando de
Apoyo Logístico, centralizando 11 unidades en 3 instalaciones de funciones similares y
gestión centralizada (acerca del que un ex suboficial denuncia actos de corrupción
recientes). La creación del Comando de Salud del Ejército, COSALE (en el que Orlando
Morales, un cabo que cumplía labores de contabilidad resultó asesinado luego de haber
descubierto las desaparición de 127 millones de pesos). Y la modernización del Comando
de Apoyo Administrativo, entre otras.
La "visión conjunta" de EE.UU.
Los pasos de Chile no parecen ser casuales, ni aislados, porque Estados Unidos definió en
1996 las prioridades en las funciones militares al elaborar su proyecto "Visión
Conjunta 2010 y Visión Conjunta 2020", en las que delineó su estrategia para la
próxima década y media en lo que se refiere a establecer dominio militar en diversas
regiones del planeta. Se trata también de un programa de modernización de las Fuerzas
Armadas estadounidenses, trazado para dos etapas por la Junta de Jefes de Estado Mayor de
los Estados Unidos. El propósito es obtener la actuación como un equipo, no sólo de las
fuerzas militares propias, sino también de las "aliadas".
Es en este terreno que las FF.AA. chilenas entran en escena, esta vez para formar parte de
lo que la normativa estadounidense define como "la mayor realización de operaciones
multinacionales. El creciente empleo de medios de diferentes países, bajo el mandato de
la ONU para la realización de diferentes tipos de operaciones con medios militares,
obliga a buscar la forma en que diferentes fuerzas puedan operar conjuntamente, para lo
cual deben desarrollarse métodos que faciliten la interoperatividad entre ellas, en
diferentes escalas".
La disposición yanqui establece que acorde a la realidad que presenta el nuevo siglo,
surge "la necesidad de una mayor participación en operaciones militares de
no-guerra, sean de apoyo humanitario, de imposición y mantención de la paz, entre
otras".
Considera que el campo de batalla se extiende a nivel global "desde el continente
norteamericano hasta las diferentes áreas de conflicto".
En los nuevos escenarios, se proyecta que para 2020 el Ejército, la Armada y Fuerza
Aérea estadounidenses sean más letales "y con una mayor capacidad de interoperar
con otras agencias y con otras fuerzas multinacionales, usando todos los poderes e
instrumentos del Estado, junto a todas las capacidades del poder nacional que permitan
producir este elemento político-militar único".
Bajo estos conceptos, EE.UU. ha impulsado la reducción de sus unidades operativas,
dotándolas de mayores y más avanzados recursos tecnológicos e incrementando su
capacidad "letal", mediante armamento más sofisticado, aviones más avanzados y
fuerzas navales en similares condiciones. Fuerzas que se puedan trasladar y desplegar con
prontitud y precisión, no grandes masas humanas armadas que dificultan el mando y
control. Es más fácil lograrlo con menos efectivos dotados de alta capacidad
"letal", es decir modernos medios de fuego y destrucción, artillería,
cohetería y misiles respaldados por avanzada tecnología. Respetando la diferencia de
niveles, cabe comparar el discurso con el de los uniformados criollos.
La Nueva Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, aprobada en septiembre de
2002 un años después del ataque a las Torres Gemelas-, plantea el
"fortalecimiento de las alianzas para combatir el terrorismo (...), potenciamiento
del crecimiento económico a través del libre mercado (...), desarrollo de ataques
preventivos para evitar o disuadir a posibles adversarios de efectuar ataques a los
EE.UU., o a los intereses norteamericanos en cualquier parte del mundo".
Más adelante, la normativa estadounidense para los próximos 16 años indica que se trata
de "enfrentar un tipo de guerra caracterizada por la velocidad de sus acciones,
coordinación de su maniobra y de sus fuegos, y la participación fundamental de las
capacidades propias de cada servicio, en conjunto con la participación armónica de otras
fuerzas y agencias, integradas en una fuerza conjunta potente y decisiva capaz de lograr
los objetivos con una rapidez y eficacia nunca antes vista".
Discurso y compromiso del gobierno
Todo el diseño de la modernización de las FF.AA. se encuadra sin mucho esfuerzo en las
conclusiones del Encuentro de Ministros de Defensa de las Américas efectuado en noviembre
de 2002 en nuestro país, continuado en sucesivas reuniones del mismo nivel. Aquí se
acordó entre otras cosas acrecentar la cooperación en operaciones navales de
intercepción, con el fin de combatir el narcotráfico y el tráfico de armas, algo a lo
que seguramente la Armada nacional podrá contribuir toda vez que las nuevas adquisiciones
la convierten en una de las más poderosas de la región. Junto a las otras ramas de la
Defensa, que pueden cooperar en la ejecución de otra de las conclusiones de los
ministros: apoyar a las autoridades de Colombia para "imponer la paz".
El Presidente de la República, Ricardo Lagos, declaró durante la inauguración de la
FIDAE 2004 que respecto a la adquisición de armamentos se había establecido con Naciones
Unidas una metodología internacional para comparar el stock, como el flujo de los
armamentos que cuenta cada país, rechazando las criticas contra Chile debido a la
adquisición de aviones y fragatas. Lagos enfatizó que se trata de compras de reemplazo,
orientadas sólo a la defensa, por lo que se pretende nada más que estar al día.
La ministra de Defensa, Michelle Bachelet, respaldó la política enunciada por el
mandatario y señaló que al concluir el mandato del actual gobierno las ramas de la
Defensa estarán modernizadas. Señaló que ya fueron dados de baja 19 aviones de combate
que son los que serán remplazados por los F-16 que comenzarán a llegar a principios de
2006, tal como sucedió con la fragata Williams, que sustituyó a un destructor.
"Chile contará con cantidades similares o menores (de armamento, ndr) en algunos
casos, pero con equipamiento bélico moderno, que responda a los requerimientos de la
defensa y la política de disuasión del Estado chileno".
Un botón de muestra
El próximo embajador de los Estados Unidos en nuestro país, Craig Kelly, derrochó
elogios para el papel de Chile junto a su país en los últimos acontecimientos
internacionales. El diplomático compareció ante el Comité de Relaciones Exteriores del
Senado estadounidense, para dar a conocer lo que será su misión en Santiago una vez que
reemplace al actual embajador, William Brownfield.
Kelly, estrecho colaborador de Colin Powell, es considerado una voz autorizada del
Departamento de Estado, por lo que sus consideraciones sobre el comportamiento
internacional de Chile no hacen más que reflejar la visión de la principal potencia
acerca de éste.
Kelly calificó de ejemplar cómo nuestro país recompuso sus relaciones con EE.UU. tras
el impasse generado por la negativa chilena de apoyar la invasión a Irak y que ahora
ambos países "disfrutan de una fuerte sociedad". Señaló que Chile era una
estrella en América Latina, por su vibrante democracia y economía abierta, lo que marca
un rumbo a la región, toda vez que los índices de pobreza han bajado drásticamente y
los estándares de vida ascienden.
El futuro embajador elogió la cercana cooperación entre ambos países en asuntos
regionales y globales, especialmente el trabajo realizado "codo a codo entre ambos
gobiernos para lograr cuatro resoluciones unánimes en el Consejo de Seguridad de la ONU,
a lo que se suma la cooperación en la lucha contra el narcotráfico, el lavado de dinero,
el crimen organizado, vinculados todos en el combate al terrorismo".
Destacó como prueba de lo dicho "la rápida y sustancial respuesta de Chile a la
petición de la ONU de contribuir a la fuerza multinacional en Haití", por lo que
subrayó: "los fuertes lazos entre EE.UU. y Chile se han traducido en cooperación
para avanzar en nuestros mutuos intereses y los valores del hemisferio".
¡A las armas!
Los medios de guerra que ha adquirido Chile durante los últimos seis años
incluidos los que están por llegar- representan una correcta realización de los
planes de modernización de las Fuerzas Armadas, que dirigen sus principales esfuerzos
más allá de las fronteras. Si bien es cierto que comparativamente Argentina y Perú
aparecen con una superioridad numérica en poder aéreo (Argentina también en tanques)
respecto a Chile, según el Janes Santiel Security Asessement South America 2003,
las adquisiciones chilenas se diferencian por la calidad de los medios adquiridos, que en
casos como los F-16 resultan como una sobreactuación frente a "las amenazas"
potenciales.
El Plan Alcázar fue desarrollado casi sin variar una coma y en materia de adquisiciones y
equipamiento el acento en lo tecnológico se ha hecho notar según el propio recuento de
la institución: se incorporó diversos medios antiblindaje: el misil Mapats de largo
alcance, adquisición de sistema optrónico de puntería para cañones sin retroceso de
106 mm.
Adquisición de 206 tanques Leopard equipados para combate diurno y nocturno por 80
millones de dólares- y 30 tanques AMX-30, que se sumaron a los 30 existentes.
Conformación de un parque de 320 transportes oruga acorazados M-113 (220 adquiridos en
Italia y Estados Unidos) y 300 transportes blindados de tropas del tipo Mowag
"Piraña" a ruedas fabricados por FAMAE.
Adquisición del sistema múltiple de cohetes israelí LAR-160 con 35 kilómetros de
alcance. Culminación del sistema del cohete "Rayo" con 52 kilómetros de
alcance. Puesta en servicio operacional del misil antiaéreo Mistral de corto alcance
integrado a sistemas de mando y control
La compra de tres tanques "posapuentes", tres tanques de reparación de
blindados, tres tanques convertidos para transporte de secciones de puente y dos tanques
barreminas constituyen el primer logro en la mecanización de las unidades del arma.
Compra de equipos de comunicación satelital y guerra electrónica, para
mejorar la Red Primaria y Red Secundaria.
La Armada, después de intentar dos proyectos para renovar navíos, primero Tridente,
seguido de Fragata, culminó con el vigente proyecto Puente, orientado a la compra de
fragatas usadas, lo que llevó a la adquisición de la fragata británica de la clase 22,
Williams, en Chile desde la segunda mitad de 2003. Capaz de portar un helicóptero de
ataque y dotada de misiles antiaéreos y superficie a superficie, cuenta con armas
antisubmarino, incrementando la capacidad operativa de la escuadra.
El proceso continuó con la compra a la Real Armada Holandesa de cuatro fragatas, también
usadas es lo establecido en el proyecto Puente, por un valor de 350 millones de
dólares-, dos del tipo L, clase Jakob van Heemskerck, para el combate antiaéreo y dos
del tipo M, clase Karel Doorman, multipropósitos. Ambas, en condiciones de portar
helicópteros pesados y misiles de diverso alcance.
Las naves comenzarán a llegar al país a contar de fines de 2005, hasta completar la
partida en 2007.
También este año, arribará el primero de los dos submarinos Scorpene, comprados al
consorcio Franco Español IZAR-DCN por un monto de 450 millones de dólares y que ya
realiza pruebas en el mar, bajo el nombre de "O Higgins".
Se trata de submarinos convencionales (no nucleares) de última generación, aptos para
misiones oceánicas y de litoral. Destacan por su bajo costo de mantenimiento y dotación
(31 tripulantes), así como por ser extraordinariamente silenciosos, su gran poder de
escucha y porque son capaces de operar a más de 300 metros de profundidad gracias a la
enorme resistencia de su casco que ha sido construido en aceros especiales de alto índice
elástico.
La adquisición de misiles es un rasgo que marca la dirección de la
"modernización", que establece una de las diferencias importantes sobre los
vecinos. Se considera que para 2008 la armada contará con 500 proyectiles teledirigidos.
En la actualidad existirían 104 misiles Harpoon, que tienen un alcance de 120
kilómetros. Se contaría con más de 300 misiles antiaéreos Sea Sparrow, de 16
kilómetros de alcance y sobre 60 misiles Standard, que alcanzan 38 kilómetros.
La compra de 10 aviones F-16 (por 600 millones de dólares) de origen estadounidense ha
sido otra potente señal, pues se trata del que es considerado el mejor caza bombardero
del mundo, dotado de misiles aire-aire y aire-tierra y equipado con avanzada tecnología.
Esta nave, concebida como un avión de intercepción y ataque, tiene una autonomía de
vuelo que le permite volar desde Florida en EE.UU. hasta Santiago de Chile, sin necesidad
de descender.
Fuentes ligadas al ministerio de Defensa, confirmadas por observadores internacionales,
informan que las compras continuarán. Se habla de la adquisición de helicópteros
pesados de elevación (heavy lift helicopters), concebidos para alzar y transportar carros
y piezas de artillería, o adaptados para el transporte de varias decenas de soldados con
sus equipos de combate, además de helicópteros artillados antitanque; equipos para el
desminado y... sorpresa: una nueva flota de tanques, posiblemente 180 nuevos blindados.
La tendencia que caracteriza la adquisición de armamento por nuestro país sugiere que la
mirada está puesta mucho más allá de la defensa territorial: en la participación de
operaciones internacionales, similares a la de Haití, que podrían alcanzar a otros
países de la región que requiriesen de ser "pacificados". |