El mundo al revés: gobierno chileno protege a los victimarios y
ataca a las víctimas
Foto: www.solidaridad.ya.st
Por Róbinson Rojas
(director Puro Chile. La Memoria del Pueblo)
3 de septiembre, 2003
La noticia llegó de Santiago escueta y simple, ciudadanos apoyando la huelga de hambre de
quienes piden justicia, es decir que los militares y civiles que asesinaron, torturaron y
cometieron abusos y aberraciones sexuales con los prisioneros politicos durante la
dictadura de Pinochet sean juzgados como lo que son: criminales, fueron atacados por la
policia militarizada (carabineros) del Estado chileno:
"Hoy martes 2 de septiembre, en las cercanías de la Moneda (Palacio de Gobierno en
Santiago de Chile), mientras se realizaba una manifestación de apoyo a la Huelga de
Hambre Luciano Carrasco que mantiene un grupo de familiares de víctimas de violaciones a
los derechos humanos, fueron detenidos 11 compañeros, hijos de detenidos desaparecidos y
ejecutados políticos. Se agregó la detención del procurador del Departamento Jurídico
del CODEPU, Federico Aguirre Madrid, y de la secretaria ejecutiva de la misma
institución, Viviana Uribe Tamblay. Los detenidos fueron maltratados por las fuerzas de
carabineros, especialmente a la subida de los autobuses policiales, en los que fueron
trasladados a la 1ra. Comisaría de Santiago. Nos informan que durante el transcurso de la
tarde fueron puestos en libertad."
Este es el mundo al revés: los criminales buscan impunidad y
la están encontrando, las víctimas piden justicia y reciben todo el peso del aparato
policial del Estado.
El infierno desencadenado sobre Chile por los generales traidores a la Constitución en
septiembre de 1973 sigue penando y castigando a los que piensan distinto que los señores
del gran dinero y sus sirvientes uniformados.
El día del golpe militar-civil (no olvidar el papel de la Democracia Cristiana y los
partidos de derecha) los propios generales insurrectos aclararon su intenciones homicidas.
Recordemos este diálogo:
"Carvajal: -Muy bien, conforme. Rendición incondicional en que lo toma preso,
ofreciéndole nada más que respetar la vida, digamos.
Pinochet: -La vida y su integridad física y en seguida se le
va a despachar para otra parte.
Carvajal: -Conforme, o sea que se mantiene el ofrecimiento de
sacarlo del país.
Pinochet: -Se mantiene el ofrecimiento de sacarlo del
país... Y el avión se cae, viejo, cuando vaya volando."
(De la conversación entre los golpistas el 11 de septiembre 1973,
grabada en cinta magnetofónica)
No olvidar tampoco las palabras del traidor criminal principal, refiriéndose a
Salvador Allende: "matando la perra se acaba la leva".
Recordar también el siguiente diálogo entre Pinochet y sus subordinados, al
mediodía del 11 de septiembre de 1973:
"-Aquí puesto uno...del general Pinochet...Que se prepare boletín...Que se
establezca y puntualice que por cada miembro de las fuerzas armadas víctima de atentados
se fusilarán de inmediato a cinco de los prisioneros marxistas en poder de las fuerzas
armadas...
-Repita la ultima parte, por favor...
-Repito...SE FUSILARAN DE INMEDIATO A CINCO DE LOS PRISIONEROS MARXISTAS EN PODER DE LAS
FUERZAS ARMADAS...que se prepare un boletín conteniendo estas ideas...
-Perfectamente claro..." (Fin de la transmision)
"¿No le parece, al lector, que esto trae un recuerdo como de Lídice, como del
ghetto de Varsovia?¿Como del comportamiento de las tropas nazis en la Segunda Guerra
Mundial, o el de las tropas norteamericanas en Vietnam?" (Citado de
Róbinson Rojas, "Estos Mataron a Allende. Reportaje a la masacre de un pueblo",
Ed. Martínez Roca, Barcelona, 1974)
Después vino la liquidación sistemática de los prisioneros políticos. Y no
sólo matándolos, sino ensañándose con el cuerpo de las víctimas antes y después de
asesinarlos:
"Me daba una vergüenza verlos. Si estaban hechos pedazos. No eran cuerpos humanos.
De manera que yo quería armarlos, por lo menos dejarlos en una forma decente, más o
menos (...) Si les sacaban los ojos con los corvos, les quebraban las mandíbulas, todo,
les quebraban las piernas... al final les daban el golpe de gracia. Se ensañaron"
(General (r) Joaquin Lagos., describiendo en Televisión Nacional
como Arellano Stark y sus esbirros asesinaron a los prisioneros políticos en el norte por
órdenes de Pinochet a fines de 1973)
Y para tratar de no
dejar rastros, los asesinos, torturadores y maleantes en uniforme profanaron las tumbas
colectivas para llevar en helicóptero los restos y lanzarlos al mar. Estas son las
alimañas que se apoderaron de Chile, directamente, hasta comienzos de 1990, y que desde
entonces presionan desde las sombras para que los gobiernos civiles no permitan que los
juzguen con toda la ley. Y en esta presión desde las sombras los apoyan sus cómplices
civiles de entonces y de ahora.
El terror estatal durante la dictadura tenía métodos, estos métodos:
"Había ciertos métodos aplicados como rutina a prácticamente todos los
prisioneros detenidos en los recintos secretos. Se contaba con instalaciones permanentes
para aplicar estos métodos y con personas adiestradas en su uso que eran distintas de los
oficiales encargados del interrogatorio, aun cuando éstos podían intervenir y de hecho
intervenían directamente en la aplicación de torturas.
"Estos métodos eran:
- "La Parrilla", esto es, la aplicación de electricidad a un prisionero,
mientras se encontraba amarrado a un catre metálico. Esta aplicación se practicaba en
las partes más sensibles del cuerpo.
- Colgamientos, esto es, la suspensión de la víctima, sea de las muñecas, o de las
muñecas y rodillas, por largos períodos de tiempo. A veces estos colgamientos eran
agravados por el peso de los guardias, que se colgaban, a su vez, de los detenidos.
Estando colgado, la víctima recibía descargas eléctricas, golpes, heridas cortantes o
vejámenes.
- Hundimientos o "Submarino", que consistía en sumergir la cabeza del detenido
en un recipiente con líquido, generalmente agua sucia, y mantenerlo así sumergido hasta
el punto de asfixia, repitiéndose luego la operación. Una variante de este método era
el llamado "Submarino Seco" en el cual se empleaba una bolsa de plástico para
producir la privación de aire.
- Golpes de todo tipo, con pies, manos, culatas y cadenazos, en distintas partes del
cuerpo, produciéndose a veces serias lesiones y hasta la muerte. Los golpes con la mano
ahuecada en los oídos, o "teléfono", dejaron en algunas víctimas lesiones
auditivas permanentes.
"El SIFA empleó habitualmente la privación de alimentos y de agua, método que más
tarde el Comando Conjunto llevó a mayores extremos. El Comando Conjunto practicaba
preferentemente la "parrilla" y los colgamientos. También practicaba con
particular intensidad los golpes a los detenidos al punto que, al menos en un caso, se
comprobó que un detenido fue muerto a golpes.
"Otros métodos eran también de aplicación frecuente, pero suponían por lo general
un recurso extraordinario, cuando los anteriores métodos no daban resultados, y una
decisión del oficial operativo a cargo del interrogatorio. Estos métodos incluían:
- La tortura de carácter psicológico consistente en secuestrar a un pariente del
detenido no involucrado políticamente y torturarlo o vejarlo sexualmente delante del
interrogado, o bien amenazar al interrogado con estas posibilidades.
- Traumatismos provocados por herida a bala, por cortes, o incluso, en alguna ocasión,
rompimiento de las piernas utilizando un vehículo que pasaba por encima de las
extremidades del detenido u otros medios fracturantes.
- Violación u otros vejámenes sexuales o amenaza de ellos. En algunos recintos pareciera
que este tipo de prácticas era considerado como un exceso, y se llevaba a cabo por
guardias o personal subalterno, sin autorización de los superiores. En otros recintos, en
cambio, como se dice más adelante, se practicaba habitualmente.
Hubo también métodos extremos usados en raras ocasiones por oficiales, como aparente
producto de un rapto de ira o de sadismo. Entre ellos se cuenta la quemadura del cuerpo
con líquidos hirvientes, y la realización de actos aberrantes, con el empleo de
animales."
(Del Informe Rettig)
Los participantes en la Huelga de Hambre Luciano Carrasco piden que las alimañas en
uniforme y las alimañas en traje de civil que cometieron estos crímenes sean juzgadas de
acuerdo con las leyes penales de Chile. Nada más que eso. Pero su "grito en el
silencio" quiere ser acallado por la fuerza bruta policial, por la sordera cómplice
de los medios de comunicación al servicio del gran capital y no de la sociedad civil
chilena, por la hipocresía de líderes políticos que hace tiempo perdieron la verguenza,
por las fuerzas oscuras en uniforme y sin él. Sin embargo, los participantes en la Huelga
de Hambre Luciano Carrasco tienen algo que las alimañas y su cómplices no podrán nunca
tener. Los huelguistas tienen dignidad, tienen honestidad, tienen la ira del justo, tienen
la inmortalidad de los soñadores, tienen la fuerza de la razón. Nada ni nadie podrá
acallar ese grito, a pesar de todo y para siempre. Compañeros de la Huelga de Hambre
Luciano Carrasco, gracias por infundir esperanzas a cansados caminantes como yo, y servir
de ejemplo para las futuras generaciones. Quisiera robarle las palabras a un poeta
español y decir, con ustedes, "caminante, no hay camino, se hace camino al
andar".
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