Entrevista con Evo Morales, presidente de Bolivia
«Hay
peligro de golpe en Bolivia»
Por Roberto Zanini
2 de noviembre de 2007
www.ilmanifesto.it
Traducido
del italiano para Rebelión por S. Seguí.
El
presidente de Bolivia habló en Roma con Il Manifesto sobre las
maniobras de la derecha en su país. "En
mi país existen grupos paramilitares y tenemos fotos del
embajador estadounidense con un paramilitar colombiano". En su
visita a la capital italiana, denunció el juego sucio y afirmó que hay
una derecha interna que tiene su base en los grupos oligárquicos, y una
derecha externa que viene de la embajada de Estados Unidos.
Su
embajador, Philip Goldberg, fue jefe de la Misión estadounidense en
Kosovo, y antes había sido brazo derecho del embajador estadounidense
en Bosnia, Richard Holbrooke. Evo Morales sonríe sin cesar y te pone
dos dedos en el hombro para hacer hincapié en un concepto. Lleva
chaqueta y camisa bordada sin cuello. Por una vez ha dejado en la maleta
la chompa, el tradicional jubón.
Llegó
a Italia en un avión venezolano, recogió un premio, se reunió con
representantes de instituciones políticas y patronales, se reunió
también con los movimientos sociales italianos, y sin duda ha intentado
aclarar el asunto Entel, compañía telefónica propiedad de
la italiana Telecom
que Bolivia quiere nacionalizar. (Telecom ha presentado, por sorpresa,
una demanda de arbitraje internacional ante un tribunal, el Centro
Internacional de Arreglos de Disputas de Inversiones -CIADI-, del que
Bolivia ya no forma parte desde hace seis meses.) En Bolivia, ha dejado
una situación bastante tensa: los intentos separatistas se hacen más
ásperos, y recientemente se ha producido la ocupación de un aeropuerto
en Santa Cruz, corazón de la zona camba, zona más rica, contrapuesta a
la zona colla, la de los indígenas de las montañas. Y también se ha
producido un atentado contra un consulado venezolano, han enviado
cartas-bomba a casa de algunos médicos cubanos, y hay informes de
inteligencia que indican la presencia de instructores colombianos.
Presidente,
21 meses después de su elección, ¿cómo avanza la refundación que
usted prometió para Bolivia?
Procede
con altibajos, con oposición de los sectores conservadores, que no
quieren perder sus privilegios. No aceptan que la nacionalización de
los hidrocarburos se haya blindado y esté garantizada por muchos
mecanismos legales y constitucionales; no aceptan que el poder haya
pasado al pueblo y no sea ya privilegio de pocas familias, de una
oligarquía. Hablo del poder económico y del político. Entre ellos hay
gente racista, fascista. Pero estoy seguro que llegaremos al final. Será
una batalla dura pero será una revolución democrática, pacífica y
justa.
La
Asamblea Constituyente
que usted ha convocado aún
no ha aprobado un solo artículo de la nueva constitución, y los
conflictos por parte de los sectores autonomistas y de la derecha
tradicional ya rozan la violencia. ¿Hay una relación entre ambos
sectores? ¿Se corre el riesgo de balcanizar Bolivia?
Excluyo
totalmente
la balcanización. Pero
la extrema derecha no está dispuesta, efectivamente, a aceptar al indio,
y está por ello literalmente disgustada. Y reacciona. Lo digo con mucha
responsabilidad, pero tengo informaciones de que ya no están en el
plano de la oposición política, están hablando de golpe, de golpe
militar. Si se diese un golpe en alguno de los departamentos del país,
dicen, los militares serían enfrentados y derrotados. Hablan incluso de
atentados contra la vida de las personas.
¿Sabe
si existen grupos paramilitares en el país?
Lo
sé, y le anticipo una cosa: tenemos una fotografía del embajador de
Estados Unidos junto a un paramilitar colombiano, tomada recientemente
aquí en Bolivia. Felizmente, el paramilitar fue detenido y está en
estos momentos encarcelado. Tenemos informaciones de fuerzas
paramilitares armadas y organizadas, en nuestro país, formadas por
elementos de derecha y delincuentes. Cuando la derecha no puede
movilizar como lo hacía antes, pasa al lado extremo: el paramilitarismo.
Recientemente,
ha habido atentados contra un consulado venezolano en Bolivia, contra
las casas de algunos médicos cubanos, y ha habido también la ocupación
del aeropuerto. ¿De dónde, provienen políticamente, estas acciones?
Hay
una derecha interna y una derecha externa. La interna proviene de los
grupos oligárquicos, la externa de la embajada de Estados Unidos.
Antes
de ser destinado a Bolivia, el embajador, Philip Goldberg, fue jefe de
la Misión estadounidense en Kosovo, y antes había sido el brazo
derecho del embajador en Bosnia, Richard Holbrooke, desde donde se
produjo la implosión Yugoslavia.¿Cómo se comporta ahora?
En
Bosnia, Goldberg marcó algunos puntos en su carrera diplomática pero
en Bolivia no lo conseguirá.
¿Qué
relaciones mantienen ustedes con Estados Unidos?
Tenemos
relaciones con todo el mundo, pero no aceptamos provocaciones. Además,
una cosa es el embajador y otra el país. Es cierto que el señor
Goldberg tiene sin lugar a dudas una larga experiencia en la convulsión
de gobiernos democráticos.
¿Y
cómo va la nacionalización del gas? El ex ministro de Hidrocarburos,
Andrés Soliz Rada, dice que las transnacionales han firmado los nuevos
acuerdos pero que no pagan realmente lo que deberían pagar, y además
que su gobierno no invierte en infraestructuras carreteras, puentes, fábricassino
sólo en proyectos ideológicos de solidaridad para las personas de edad
y los estudiantes. ¿Qué le responde?
Que
Soliz Rada es un resentido con quien me equivoqué al darle un
ministerio. Los resultados de las nacionalizaciones, por otra parte,
hablan por sí mismos. Si existe el "bono Juancito Pinto" es
gracias a las nacionalizaciones, si hemos podido asignar una determinada
cifra a las pensiones es gracias a las nacionalizaciones. Antes existía
el "bono solidaridad", pero derivaba de la privatización mal
llamada capitalización de nuestras empresas. Y ni siquiera así existían
recursos económicos para hacerlo efectivo, era insostenible. Ahora todo
ha cambiado, y el Estado se ha hecho cargo, por ejemplo, de la
responsabilidad de una pensión de vejez, lo que antes no existía.
Insisto,
¿es cierta la crítica sobre la falta de inversiones en el sector
industrial? ¿Cree que la industrialización de los hidrocarburos pueda
hacerse en dos años?
En
estos momentos, nuestra mayor debilidad se da en el sector humano, el de
los expertos: los que necesitamos debemos antes formarlos. La cosa más
importante es que antes de la nacionalización el Estado recibía menos
de 300 millones de dólares por su gas y este año espera ingresar 2.000
millones. En 2004 las reservas del país no llegaban a 2.000 millones de
dólares, este año alcanzarán los 5.000 millones. Estos son hechos.
Usted
habla de inversión en el sector humano. ¿Qué puede ofrecer Bolivia y
qué tipo de inversiones busca?
En
materia de recursos naturales, tenemos necesidad de socios. Tenemos
necesidad de empresas, no solo italianas sino de todo el mundo, y
empresas que inviertan. Y estamos comenzando a firmar acuerdos
bilaterales. Por ejemplo, he estado en contacto aquí con un empresario
del calzado, y sé que Italia produce calzado de calidad pero no en la
cantidad que produce por ejemplo China. Y nosotros tenemos el cuero del
altiplano y del Oriente. Una materia aún no explotada es el cuero del
cuello de las llamas, en nuestro país se fabrica tradicionalmente
calzado con cuero de cuello de llama. Se trata de un ejemplo de una
materia prima que tenemos y que está por explotar, y como ésta otras
tantas. Pero las empresas deben ser sensibles y tener también políticas
sociales.
¿Qué
relaciones tiene con Brasil?¿ La empresa de petróleos de Brasil,
Petrobras, se comporta como parte de un gobierno amigo o como una
empresa clásica que no conoce a los amigos?
Es
difícil el entendimiento con las empresas, tienen un sólo interés que
es el de multiplicar su capital. El presidente de Brasil intenta
resolver los problemas que tenemos con esa empresa citada, y yo tengo
mucho respeto por Lula, con quien estamos preparando una reunión en
Bolivia antes de que finalice el año. Sigo considerando al compañero
Lula como un hermano mayor y a Brasil como un gran país. Estamos aquí
para resolver los problemas, para limitar los condicionamientos y para
garantizar las inversiones.
Le
han criticado mucho su chavismo, aunque hoy día criticar a Chávez es
un deporte muy practicado. ¿Hay diferencias entre usted y el presidente
de Venezuela?
Somos
diferentes, pero ambos buscamos la igualdad, la justicia y la reducción
de las asimetrías entre las familias y los continentes. Nuestra gran
coincidencia es que tenemos democracias liberadoras y no sometidas al
Imperio, estamos orientados al tema de la Vida y de la Humanidad, no sólo
en América Latina sino para todos los seres humanos del planeta Tierra.
Nosotros, sin embargo, formamos parte de un movimiento indígena,
buscamos la armonía con
la Madre Tierra. El
socialismo y el marxismo pretenden únicamente resolver el problema del
ser humano, no el de la Tierra. En
cambio, debemos hablar del medio ambiente, de cómo salvar un planeta
que está enfermo.
¿Y
de los agrocombustibles?
No
comparto la idea. No
es posible que la Tierra y sus productos se pongan a disposición de los
automóviles en lugar de a la vida humana.
La
coca es un tema con el que a menudo se ataca a Bolivia. Usted ha hablado
de industrialización de la coca, ¿cómo está este asunto?
Lo
digo con toda claridad: no es posible el libre
cultivo de la coca pero tampoco es posible alcanzar el nivel cero coca.
Hablar de libre cultivo significa producir excedente para el mercado
ilegal, hablar de cero coca sería desconocer su cualidad: hablar de
cero coca es hablar de movimiento indígena cero. Pero la lucha contra
los narcotraficantes que realiza Estados Unidos es un pretexto que
esconde una lucha de carácter geopolítico. Con la lucha contra el
narcotráfico Estados Unidos está creando bases militares. Lo que se
prevé para la nueva Constitución
es que Bolivia no acepte en su suelo bases militares, estadounidenses o
de cualquier otro país. Si hablamos de lucha real y efectiva contra el
narcotráfico, entonces habrá que hacer frente no sólo a la oferta
sino también a
la demanda. Y
la demanda viene de ustedes, de Occidente. Y después hay que hacer
frente también al secreto bancario. No es posible que estados y
naciones protejan el narcotráfico por medio del secreto bancario.
¿Qué
opinión le merece Ahmadineyad, con quien acaba de firmar un acuerdo
nuclear? ¿Tiene derecho a un programa atómico?
Los
acuerdos y las relaciones comerciales y diplomáticas de Bolivia no
estarán nunca orientadas hacia políticas que se propongan suprimir
vidas, estamos por una cultura de la vida y nunca perseguiremos
programas que la amenacen. Algunos
países critican los programas nucleares, pero ¿quién puede hacerlo? Sólo
aquellos que no dispongan de esas armas. ¿Con qué moral algunos países
dotados de grandes arsenales nucleares ponen en cuestión las armas de
otros? O todos o ninguno. Para nosotros, mejor ninguno. En las guerras sólo
pierden los pobres y vencen los ricos, la guerra solo sirve para que
algunos grupos sigan acumulando capital.
¿Qué
relaciones mantiene con la Iglesia católica?
Tengo
gran respeto por muchos sacerdotes y religiosas de base, y trabajamos
mucho con sus escuelas y hospitales. Pero lamento tener diferencias con
la jerarquía de la Iglesia católica de Bolivia. Lo que sucede en
Italia lo desconozco, pero en Bolivia algunos jerarcas católicos hacen
doblar las campanas en protesta contra Evo Morales.
XENTILEZA
DO: COSAL A CORUÑA
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