Los
generales asesinos se contradicen PINOCHET NIEGA. LAGOS ACUSA
Por Róbinson Rojas
"Me daba una vergüenza verlos. Si estaban
hechos pedazos. No eran cuerpos humanos. De manera que yo quería armarlos, por lo menos
dejarlos en una forma decente, más o menos (...) Si les sacaban los ojos con los corvos,
les quebraban las mandíbulas, todo, les quebraban las piernas... al final les daban el
golpe de gracia. Se ensañaron". Así describió el jueves 25 de enero (2001) en las
pantallas de TVN (Chile) la demora en la entrega de los cuerpos de los fusilados en
Antofagasta el ex jefe de la zona militar de Antofagasta en el ano 1973, general (r)
Joaquin Lagos.
El general Lagos estaba describiendo la manera en que el ejército, la marina, la
aviación, los carabineros y la policía civil trataba a los prisioneros políticos
durante la dictadura militar desde Septiembre de 1973 hasta 1990.
¿Quién ordenó sacarle los ojos a los prisioneros? ¿Quién ordenó quebrarles las
mandíbulas a los prisioneros? ¿Quién ordenó quebrarles las piernas a los prisioneros?
¿Quién ordenó torturar a los prisioneros antes de asesinarlos?
¿Augusto Pinochet, jefe de los generales criminales?
¿Arellano Stark, sicario de Pinochet?
A mí me parece que el asunto principal aqui no es que Pinochet trate de negar, que
Arellano Stark trate de hacer pasar gatos por liebres porque estaba cumpliendo órdenes y
que Lagos trate de aparecer como el buen hombre que quería juntar los pedazos de los
cadáveres de los prisioneros masacrados por la brutalidad de los generales asesinos.
El asunto principal aqui es que los comandantes del ejército de Chile ordenaban
asesinar prisioneros, indefensos prisioneros, con la saña de las bestias, con la
impunidad de los bandidos con poder y con el cinismo de los criminales con impunidad. Lo
que los esbirros de Arellano Stark hicieron con los prisioneros en Antofagasta es
consecuente con lo que los esbirros de Pinochet en los servicios de inteligencia del
ejército, la marina, la aviación, los carabineros y la policía civil de Chile hicieron
durante 17 años en su tarea de aterrorizar la disidencia politica a la dictadura. El uso
sistemático de la tortura y el ensañamiento físico y sicológico de esos esbirros es
consecuente con lo sucedido en Antofagasta a los prisioneros de Arellano, Lagos y
Pinochet.
La pregunta que tengo es simple: ¿va el pueblo de Chile a dejar sin castigo a estos
descuartizadores de prisioneros indefensos, torturadores de prisioneros indefensos?
La pregunta que tengo es simple: ¿va el pueblo de Chile a convertirse en cómplice de
estos matadores de prisioneros indefensos, torturadores de prisioneros indefensos?
Si el pueblo de Chile no castiga a estos criminales, la historia no absolverá al
pueblo de Chile. Será como Fuenteovejuna al revés. Toda Fuenteovejuna sobrellevará la
culpa de los generales asesinos.
Pinochet, Arellano, Contreras y todos los otros generales que hicieron de la
bestialidad con los prisioneros un arte de gobernar tienen que pagar sus crímenes como lo
que son: basura humana.
Pero sólo la voluntad del pueblo de Chile puede hacer el castigo posible. Puede poner
esta basura humana en el lugar que le corresponde. La pregunta que tengo es simple: ¿va
el pueblo de Chile a redimir su propia historia, o, como tantos militares y civiles, va a
cerrar los ojos, y compartir la bestialidad de la basura humana en uniforme?
PINOCHET NIEGA LO INNEGABLE
Interrogado por el juez Guzman, Pinochet, basura humana maestra en el arte del engaño,
la traición y el crimen político, dejó una huella de frases huecas.
Esta es la versión judicial de las preguntas del juez Guzman y las respuestas de
Pinochet
Declaración completa:
"En su calidad de jefe del Ejército o Presidente de la Junta de Gobierno, u otra
calidad, ¿le encomendó al general Sergio Victor Arellano Stark, como delegado suyo o de
la Honorable Junta de Gobierno a efectuar un viaje en septiembre y octubre de 1973? ¿Qué
objeto tuvo ese viaje?.
"Responde: que la razón del viaje se debió a que su misión era acelerar los
procesos para instar a su próxima terminación, los que había que condenar,
sentenciarlos y para aquellos que no tenía mérito, sobreseerlos.
"Acto contínuo se exhibió al declarante el oficio original Nº2425/376, fechado en
Antofagasta el 31 de octubre de 1973 y firmado por Joaquín Lagos Osorio, General de
Brigada, Comandante CASJI I.D.E.
"Se le exhibió la anotación escrita con letra roja, en la segunda página de dicha
comunicación como también aquella en fotocopia ampliada y en colores, reconociendo como
suya esa anotación como también su letra.
"Al tener en sus manos la totalidad de dicho documento, que consta de cuatro hojas,
"señaló: lo que aparece en el resumen como personas ejecutadas por orden del
C.JE.E.: 53, es absolutamente falso. Yo no soy ningún criminal.
"Por lo demás, los encargados de los procesos de las personas detenidas eran los
comandantes de las respectivas guarniciones.
"Preguntado por el Tribunal si una vez que supo todos los excesos que fueron
cometidos con motivo del viaje del general Arellano Stark por diversas ciudades del país,
adoptó medidas para que se hiciera efectiva su responsabilidad,
"responde: Como ya le dije, los encargados de agilizar los procesos eran los
encargados de las respectivas guarniciones.
"Preguntado por el Tribunal acerca de si dio órdenes de que se fusilara a gente
durante el viaje del general Arellano y de su comitiva por diversas ciudades del país en
el año 1973,
"responde: en realidad de que hoy me acuerde de todo, es imposible. Yo, en ningún
momento ordené fusilamientos de nadie. Había una orden de la Junta de Gobierno, en que
solamente en caso de defensa propia se podía abrir fuego.
"Preguntado por el Tribunal si en algún momento, dio orden en el sentido de que no
se entregaran los cuerpos de personas fallecidas en aquella ocasión a sus familiares,
"responde: si ello ocurrió, la razón estaba en que muchas veces los cuerpos de las
personas fallecidas eran retirados por sus propios familiares y, en otros casos, como se
trataba de terroristas y estos se encontraban indocumentados, era difícil su
identificación y nadie sabía dónde quedaban los cuerpos porque nadie los reclamaba.
"Preguntado por el Tribunal, según su parecer, por qué se produjeron esos excesos y
por qué no se entregaron muchos cuerpos,
"responde: Repecto de los primero, eso no lo se, respecto de lo segundo, ya lo
respondí.
"Previa, lectura se ratifica y firma con el tribunal."
LA OTRA VERSION
El general Lagos tiene una versión muy diferente. El
diario El Mercurio del viernes 26 de enero 2001 incluye la siguiente información con la
version del general Lagos:
En los dos testimonios prestados en el proceso a la comitiva militar, por el general
(r) Joaquín Lagos Osorio, autor del oficio conductor exhibido al senador Augusto Pinochet
en su interrogatorio, el entonces Comandante en Jefe de la I División de Ejército ha
manifestado que fue relevado de sus funciones jurisdiccionales por el general (r) Sergio
Arellano Stark, en su calidad de oficial delegado.
Su primera declaración fue prestada, por oficio, ante notario el 3 de julio de 1986, para
ser acompañada a la causa instruida por estos hechos ante el 1.er Juzgado del Crimen de
Antofagasta, la que fue traspasada a la justicia militar, donde fue sobreseída en virtud
del decreto-ley de amnistía. Posteriormente, no se aplicó la cosa juzgada porque nunca
hubo procesados.
"Con fecha 31 de octubre de 1973 - declara en 1986- recibí de la COFFA (Comando de
Fuerzas Armadas), organismo que no conocía, pero que consideré dependiente del
Ministerio de Defensa Nacional, un télex en que me pedía le informara el número y
nómina de los ejecutados dentro de mi Zona Jurisdiccional. Hice la relación por separado
de Copiapó, Antofagasta y Calama ...".
Del desglose de las ejecuciones, el general (r) Lagos responsabilizó de diez de ellas a
los mandos locales y 53 "por el Delegado del Comandante en Jefe del Ejército,
(General Arellano)".
"En vista de lo anterior - aludiendo a la confección de su oficio- fui citado por el
Comandante en Jefe del Ejército para el día 1 de noviembre de 1973, llevando los
sumarios de los ejecutados en mi Zona Jurisdiccional. Los que llevé con una nómina,
conforme al esquema estipulado anteriormente".
Lagos señala que fue recibido ese día por el general Pinochet, a quien le entregó los
sumarios con el oficio conductor, ocasión en que "por los hechos perpetrados a mis
espaldas, le reiteré que me relevara de mi cargo, tanto de Antofagasta como del
Ejército, por no poder hacerme partícipe de ellos, ni ante el país, ni ante el
Ejército, ni ante mi familia. No obtuve respuesta de mi petición y me ordenó que
regresara a Antofagasta".
"En la noche de ese día - recuerda Lagos- llegó al lugar donde me alojaba, el
Ayudante del señor Comandante en Jefe del Ejército, Coronel Enrique Morel Donoso, con el
oficio conductor de los sumarios que le entregué (al general Pinochet), transmitiéndome
la orden del señor Comandante en Jefe del Ejército en el sentido de que en el Oficio
Conductor, no debía especificarse lo obrado por el General Arellano, haciéndose sólo
una lista general".
"Al día siguiente concurrí a la oficina del señor Comandante en Jefe (entonces en
el Edificio Diego Portales), en donde había un funcionario que rehizo el oficio
conductor, conforme lo ordenado por el Comandante en Jefe del Ejército. Después de
hacerle entrega de lo ordenado, debí regresar a Antofagasta a hacerme cargo de mi
puesto", precisa Lagos.
Este primer testimonio concluye indicando que "en febrero de 1974, fui trasladado a
Santiago, y después de ocho meses, fui llamado a retiro del Ejército".
El martes pasado, refiriéndose al oficio conductor que le fue exhibido, el senador
Pinochet afirmó que "lo que aparece en el resumen como personas ejecutadas por orden
del C.J.E.: 53, es absolutamente falso. Yo no soy ningún criminal".
Trece años después, el general (r) Lagos vuelve a referirse a estos hechos, pero esta
vez ante el ministro de fuero Juan Guzmán Tapia, a cargo de las querellas del senador
Pinochet, siendo la primera línea de investigación los crímenes atribuidos a la
comitiva militar de 1973.
Previo a un extenso relato sobre el oficio conductor, Lagos precisa que "el Juez
Militar de la I División de Ejército (el general Lagos) fue marginado de su
responsabilidad por los crímenes cometidos en su zona jurisdiccional por la caravana de
la muerte, toda vez que ella iba al mando del "Oficial Delegado del Comandante en
Jefe del Ejército" General Sergio Arellano Stark, quien aunque más antiguo que este
declarante, exhibía un nombramiento que lo colocaba por sobre mí.".
Añade que "este delegado desde que ingresó a la zona jurisdiccional de la I
División de Ejército, en Copiapó, firmó sentencias de muerte, sin mediar información
alguna al Juez Militar de la I División y Jefe dela zona en Estado de Sitio".
A continuación, el ex alto oficial advierte: "La responsabilidad del mando es
ineludible y en tiempo de guerra, el subalterno debe cumplir estrictamente lo que su
superior le ordena. No hacerlo lo hace acreedor de graves sanciones, incluso la muerte. No
es de hombre en las FF.AA. eximirse de responsabilidad, imputándosela a un subalterno. El
Comandante es responsable de lo que hace o deja de hacer".
La declaración del senador Pinochet consigna que "los encargados de los procesos de
las personas retenidas eran los Comandantes de las respectivas Guarniciones",
respuesta que reiteró al preguntársele si adoptó medidas tras conocerse los excesos
cometidos con ocasión del viaje de la comitiva.
Citas con Gral. Pinochet
El 23 de agosto pasado, nuevamente el general (r) Lagos profundizó su versión de los
hechos, época en que la Corte Suprema había ratificado el desafuero del senador
Pinochet.
En esa ocasión, el ministro Guzmán le pregunta "sobre el tenor de las reuniones que
sostuvo con el Comandante en Jefe del Ejército Augusto Pinochet los días 1 y 2 de
noviembre de 1973".
A ello el general (r) Lagos responde: "En lo referido a la primera reunión, vale
decir el 1 de noviembre, le entregué, como ya he dejado constancia, los sumarios con el
oficio conductor", tras lo cual se refiere a hechos relativos a la ejecución del
gerente general de Inacesa, Eugenio Ruiz-Tagle, en Antofagasta.
"Asimismo - continúa- cabe recordar que después de ocurridos los hechos criminales
que se investigan en estos autos, también el día 1 de noviembre de 1973, cuando me
encontraba en Santiago, después de hacerle entrega al Comandante en Jefe de los sumarios
sobre los ejecutados en mi zona jurisdiccional con el respectivo oficio conductor, cuya
copia consta en este proceso, concurrí a la oficina del General Oscar Bonilla y le
informé todo lo actuado por el General Arellano en mi División".
Respecto de la reunión del 2 de noviembre de 1973, su relato otra vez menciona la
inutilización del oficio conductor original y su reelaboración. "...Le hice
presente al General Pinochet que con este documento yo aparecía como responsable de los
crímenes cometidos por su oficial delegado. Le manifesté que estos hechos debían
aclararse y comparecer todos aquellos que en su oportunidad tuvimos conocimiento de lo
ocurrido. Le agregué que tarde o temprano nos tendrían que juzgar y especialmente a él
como Comandante en Jefe del Ejército".
Declaraciones a TVN
El general retirado Joaquín Lagos reiteró en una entrevista divulgada anoche (jueves 25
de enero) por Televisión Nacional su versión de los hechos relacionados con la comitiva
militar, en concordancia con sus declaraciones ante tribunales.
Relató que reaccionó con dolor "ante un hecho de esta naturaleza que hicieron en mi
zona jurisdiccional y a mis espaldas".
El ex oficial recordó diálogos con el general Sergio Arellano. "Me llamó por
teléfono para darme las gracias por las atenciones recibidas. Imagínese. Yo que estaba
con una indignación sin nombre dije "no me des gracias ni nada. Vete inmediatamente
a mi oficina a explicarme los crímenes cometidos por tu gente al mando tuyo"".
Después de decirle Lagos "no trates de salir, porque te va a ir mal, ya sea en
tierra o en el aire", Arellano le respondió "aquí yo respondo de todo".
"Qué vas a responder tú, le dijo Lagos", cuando Arellano saca de su manga el
oficio mediante el cual el comandante en jefe lo nombra oficial delegado. "Ahí, de
acuerdo con el significado que ello tiene, vi que no tenía nada que hacer".
Dijo que "es el comandante en jefe del Ejército el que está presente frente a uno y
uno nada tiene que hacer. Nada, nada. El ordena, hace lo que estima conveniente".
Respecto del documento que el juez Guzmán mostró al general Pinochet dijo que "lo
guardé 27 años porque en la última entrevista que tuve con el comandante en jefe del
Ejército me hizo algo que yo nunca esperaba: me ordena dejar sin efecto esto, que no lo
mencione a él ni a Arellano y que haga una sola lista en que yo firme no más. Y nada
más. Con lo cual yo pasaba a ser responsable de todos los crímenes que se cometieron en
mi zona jurisdiccional".
Lagos relató que tras informar a Pinochet de lo ocurrido éste pidió un teléfono para
hablar con Arellano. "Pretendió hablar con él, pero no lo encontró y le dejó el
siguiente recado: "dígale al general Arellano que no haga nada más, que vuelva
inmediatamente a Santiago y mañana a primera hora vaya a conversar conmigo".
LA ENTREVISTA EN TELEVISION
El diario Primera Línea ofrece esta extensa versión de la entrevista en Televisión
Nacional:
Me daba una vergüenza verlos. Si estaban hechos pedazos. No eran cuerpos humanos. De
manera que yo quería armarlos, por lo menos dejarlos en una forma decente, más o menos
(...) Si les sacaban los ojos con los corvos, les quebraban las mandíbulas, todo, les
quebraban las piernas... al final les daban el golpe de gracia. Se ensañaron". Así
describió anoche en las pantallas de TVN la demora en la entrega de los cuerpos de los
fusilados en Antofagasta el ex jefe de la zona militar de Antofagasta en el ano 1973,
general (r) Joaquin Lagos.
El oficial también aseguró haberle advertido ese año al senador desaforado Augusto
Pinochet que en algún momento tendría que responder por esos crímenes.
"Acuérdese, tarde o temprano nos van a juzgar, y especialmente a usted, que es el
comandante en jefe del Ejercito", le dijo.
Agregó que Pinochet le prometió que todo se iba arreglar. "¿Qué va a arreglar?,
si están todos muertos", le respondió Lagos.
"En la forma en que procedieron me sentí con dolor, con impotencia, con rabia...
Ante un hecho de esta naturaleza que hicieron en mi zona jurisdiccional y a mis
espaldas", expresó.
Al dia siguiente de transcurridos los hechos, Lagos puntualizó que Arellano Stark lo
llamó para darle "las gracias por las atenciones recibidas". Ante esto, Lagos
dijo que le exigió una explicación por los asesinatos cometidos, ocasión en que
Arellano le mostró un oficio
mediante el cual el general Pinochet, en su calidad de comandante en jefe del Ejército de
la época, lo nombraba oficial delegado. "Ahí me di cuenta que yo nada tenía que
hacer", refirió.
TENGO UNA PREGUNTA PARA EL PUEBLO CHILENO
La pregunta viene envuelta en varias otras:
¿Quién ordenó sacarle los ojos a los prisioneros? ¿Quién ordenó quebrarles las
mandíbulas a los prisioneros? ¿Quién ordenó quebrarles las piernas a los prisioneros?
¿Quién ordenó torturar a los prisioneros antes de asesinarlos?
¿Augusto Pinochet, jefe de los generales criminales?
¿Arellano Stark, sicario de Pinochet?
Ese no es el problema principal. El problema principal es que Chile vivió durante 17
años bajo el control politico, económico, social, cultural, ideológico y policial de
esta basura human en uniforme. La basura humana en uniforme que ordenaba sacarle los ojos
a los prisioneros, quebrarle las piernas a los prisioneros, romperle la mandíbula a los
prisioneros, antes de asesinarlos.
El problema principal es que el pueblo de Chile conoce exactamente quiénes dieron las
órdenes y quiénes ejecutaron las órdenes.
Entonces, mi pregunta al pueblo de Chile es: ¿va a permitir la impunidad de los
criminales? ¿ va a dejar sin castigo la basura humana que humilló, torturó, masacró y
violó al pueblo de Chile durante 17 años?
Róbinson Rojas, 27 de enero 2001. |