De Puro Chile - 5 febrero 2007
ECUADOR
¿ACCIDENTE
O ASESINATO
DE
LA MINISTRA DE DEFENSA?
Frida
Modak
En
los círculos políticos ecuatoriamos predomina la creencia de que el
“accidente aéreo” en que murió la ministra de Defensa Guadalupe Larriva
fue un asesinato. Y las razones son contundentes, ella , socialista, no sólo
sería la encargada de llevar a la práctica la decisión del presidente
Correa de no renovar el convenio que permitió el establecimiento en suelo
ecuatoriano de la base militar estadunidense de Manta, sino que además había
esbozado un plan dirigido a provocar un cambio en las fuerzas armadas, desde
soldados rasos a generales, porque como dicen en Quito, hay generales y
militares nacionalistas, pero hay un sector importante penetrado por los
estadunidenses y los narcotraficantes.
La
base de Manta, operada por la fuerza aérea del país del norte no es una base
del montón, es una base muy particular. Se la considera la sustituta de la
base Howard, que estaba en Panamá y que Estados Unidos tuvo que cerrar junto
a las otras que tenía en esa nación, en cumplimiento de los tratados
canaleros firmados con el presidente Omar Torrijos quien ¿casualmente? murió
en un nunca aclarado “accidente aéreo”.
La
base Howard era conocida como “ojos y oídos”, porque desde allí se
espiaba a toda América Latina y contaba con
las instalaciones más sofisticadas. Cuando ya Estados Unidos tuvo que
admitir que se tenía que ir de Panamá, el primer día del año 2000
según los tratados, encontró meses antes quien le solucionara el
problema: Jamil Mahuad, presidente de Ecuador. Sin
aprobación del parlamento ni de la ciudadanía, Mahuad firmó un
convenio con Estados Unidos para que se instalara la nueva base militar. A
nadie se le escapará que ningún presidente puede ceder una porción del
territorio nacional a una nación extranjera porque así lo decide él.
A
mayor abundamiento, Mahuad es el responsable de la catástrofe financiera en
que se vio envuelto Ecuador, de la que no ha podido salir, y el que impuso la
dolarización. Fue depuesto por la movilización
popular y todavía es prófugo de la justicia. Mientras, la base de
Manta se ha convertido en un punto neurálgico para el Comando Sur de las
fuerzas armadas estadunidenses, entidad que tiene representaciones en todos
los países de América Latina, según declaraciones de uno de sus oficiales
que contó que se dedican a “la ayuda humanitaria” para agregar luego que
también a “la ayuda en seguridad”
Hay
estadunidenses que se van de vacaciones a Manta, llegan a acampar ahí porque
consideran que la presencia de los soldados de su país convierte al
lugar en algo seguro. Hasta ese grado llega la ocupación de ese territorio
ecuatoriano.
PLAN
COLOMBIA
A
mediados del año pasado las declaraciones del nuevo comandante de operaciones
de la base de Manta dieron origen a un reclamo diplomático de parte del
canciller del gobierno ecuatoriano del entonces presidente Palacios. El
militar estadunidense sostuvo que “Manta es muy importante dentro del plan
Colombia, estamos muy bien ubicados para operar en esa área”.
Supuestamente
el convenio firmado por Mahuad estaba referido a una base destinada a combatir
el narcotráfico, al menos eso se sostuvo, porque recién ahora los ciudadanos
ecuatorianos se están enterando
de otros aspectos del documento suscrito por el prófugo presidente. En esa
oportunidad el canciller Francisco Carrión fue tajante “El Plan Colombia
concierne a Colombia, entiendo que con Estados Unidos” y agregó “Ecuador
no forma parte y, como canciller, no acepto, es más, rechazo las
declaraciones hechas por este oficial de la Base de Manta y estoy dando las
disposiciones correspondientes
para formular un reclamo diplomático”.
Las
presiones estadunidenses para involucrar a Ecuador en el Plan Colombia han
sido abiertas y aunque el convenio que permitió la instalación de la base
pudiera decir otra cosa, Estados Unidos no va a renunciar a ese punto estratégico.
Poco después de las declaraciones del oficial estadunidense, la Confederación
de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador entregó un comunicado
exigiendo al gobierno y al congreso anteriores una investigación sobre las
condiciones efectivas en que opera esa base, investigación que nunca se
efectuó.
ADVERTENCIAS
A CORREA
En
este contexto, el “accidente” en que murió la ministra Larriva es
considerado como advertencia o mensaje al presidente Correa. El primer mensaje
está referido al futuro de la base, ya que el convenio actual expira el 2009
y el mandatario reiteró después de su triunfo electoral que “El convenio
de la base de Manta no se renegociará, finalizará en 2009 porque la soberanía
no está en venta y creo que el pronunciamiento popular del domingo ha dejado
muy en claro ese aspecto” .
El
segundo mensaje es político. El presidente dijo en la ceremonia indígena
previa a su toma de posesión, en la que lo acompañaron los presidentes Chávez
y Morales, que “Ha empezado a surgir la América Latina altiva, libre y
soberana, justa y socialista del siglo XXI”. Lo ocurrido al helicóptero en
que viajaba la ministra se interpreta también como una expresión del rechazo
estadunidense a los planteamientos del presidente. En coincidencia con lo que
para muchos es el asesinato de la ministra, el congreso, en el cual el
presidente no tiene representación porque le apostó a la convocatoria de una
Asamblea Constituyente, empezó a dar señales de que no aprobaría esa
convocatoria debido a las manifestaciones populares realizadas en su sede,
pero al cerrar estas líneas había indicios de que por esa misma presión
popular la aprobaría, aunque talvez sin las modificaciones presidenciales al
estatuto vigente sobre la materia.
El
presidente ya nombró a su nueva ministra de defensa, que integró su equipo
de campaña y participó en la elaboración del reglamento de consulta popular
para la Asamblea Constituyente, pero en la investigación de la muerte de la
ministra Larriva no se avanza y surgen contradicciones entre los militares
ecuatorianos. No coinciden las versiones acerca de por qué la ministra abordó
el helicóptero siniestrado y hay más de una explicación de por qué el edecán
de la ministra no se subió a ese helicóptero.
Además,
por haber ocurrido en el territorio en que está ubicada la base de Manta,
casualmente los primeros en
llegar al lugar en que cayó el helicóptero fueron los estadunidenses y antes
de que el presidente determinara quiénes harían la investigación, el jefe
del ejército declaró que haría un peritaje con un país amigo: Estados
Unidos. El presidente Correa pidió a la presidenta de Chile el envío de
militares de ese país y a Francia que mandara sus expertos, porque el helicóptero
era de fabricación francesa. Pero ya todo estaba muy manoseado, no se
encontrarán indicios de nada, tal como ocurrió en el caso Torrijos y en el
del presidente ecuatoriano Jaime Roldós.
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