PANAMA
EL
DEBATE POR EL CANAL CONTINÚA
Frida
Modak
El
domingo pasado se realizó en Panamá un referéndum acerca de la ampliación
del canal transoceánico, en torno al cual ha girado prácticamente toda
la historia independiente del país. Desde que se planteó el proyecto
de hacer una tercera exclusa la opinión pública se dividió, porque el asunto
tiene implicancias políticas económicas y sociales e incluso podría llevar
a un retroceso de lo que el país ha alcanzado respecto a la recuperación de
su soberanía.
El
gobierno se ha declarado vencedor del referéndum, pero las cifras no lo
indican así. Panamá tiene 3 millones de habitantes,de ellos 2 millones 132
mil están inscritos en los
registros electorales. El pasado domingo 22 de octubre votaron 924 mil 29
personas. De ellas 705 mil 144 votaron por el sí al proyecto gubernamental, en
tanto 201 mil 247 lo hicieron por el no. Se registraron 17 mil 638 votos
blancos y nulos.
En
suma, de los 2 millones 132 mil electores,701 mil 144 dijeron que sí y un
millón 426 mil 856, dijeron que no, se abstuvieron, votaron en blanco o anularon
sus votos. Se trata de los dos tercios de los panameños con derecho a
voto.Sobre estas bases tan débiles el gobierno del presidente Martín
Torrijos se apresta a darle el vamos a la ampliación del Canal.
LAS
OBJECIONES
Los
que cuestionan el proyecto han efectuado estudios muy acabados acerca de si
las nuevas exclusas realmente beneficiarán al país, si lo harán crecer, si
disminuirán la pobreza y si Panamá puede crecer sin la ampliación del Canal
y en qué medida la existencia de un plan nacional de desarrollo lleva a la
meta por todos deseada, sin o con la ampliación. En definitiva, el debate es a
profundidad, no se trata de una simple confrontación entre el gobierno y los
opositores a su iniciativa.
El
Doctor Marco A.Gandásegui, hijo, es periodista y sociólogo, profesor de la
Facultad de Sociología de la Universidad de Panamá e Investigador Asociado
del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena, CELA, ambas
instituciones se cuentan entre las más prestigiadas del país y el Cela es
reconocido en el ámbito regional.
Para
Gandásegui los resultados del referéndum, donde el 60 por ciento se
abstuvo, son un mensaje del pueblo al gobierno con el objeto de impedir que
interprete la votación como un
triunfo y un mandato para ejecutar su propuesta. Estima que el gobierno debe
revisar todos los aspectos técnicos y económicos criticados
durante la campaña previa a la votación. Por un lado el gobierno, señala,
subestima los costos de construcción de la nueva obra y, por el otro, sobre
estima los ingresos que obtendrá del aumento de los peajes a los barcos que
utilicen esa vía acuática.
Y
se está hablando de muchos miles de millones de dólares. La ampliación del
Canal, a realizarse en 7 años, costará US$5.25 mil millones y al hacer las
correcciones que los planos requieren, el costo aumentará y el gasto no se
cubrirá con el aumento de los peajes. Si el gobierno tiene que
endeudarse, indica Gandásegui, la deuda externa actual, que supera los 10 mil
millones de dólares llegaría a 15 mil millones de dólares en un país de 3
millones de habitantes y la amortización anual alcanzaría los mil 500
millones de dólares. El presupuesto en dólares del país apenas supera los 7
mil millones de dólares anuales.
A
eso Gandásegui agrega que tampoco se generarán los 240 mil empleos que se
anunciaron en un comienzo, serán 3 mil empleos anuales en promedio. Además hay riesgos ambientales que no se han
tomado en cuenta. Pero talvez lo más importante sea el destino de los 30 mil
millones de dólares que la administración del Canal estima que podría
trasferir al tesoro nacional de aquí al 2025. La pregunta es si con esa
inversión y los ingresos de que se habla, el 40 por ciento de los panameños
dejarán de vivir bajo la línea
de pobreza y si disminuirá el empleo informal,que supera el 46 por ciento de
la población económicamente activa.
CÁLCULOS
Panamá
es uno de los países más desiguales, por cada balboa (equivalente al dólar), que
consume el quintil más rico, el quintil más pobre consume 7 centavos. Con el ingreso sucede lo mismo, el quintil más
rico se lleva el 62.7 por ciento de los ingresos y el quintil más pobre el
1.5 por ciento. El 40 por ciento de la población vive bajo la línea de
pobreza y de ellos el 19 por ciento, más de medio millón de personas, vive en
la extrema pobreza.
El
asunto de fondo, plantea Gandásegui, consiste en determinar en qué medida la
ampliación del Canal contribuye a solucionar los principales problemas del país
que son la pobreza, el desempleo, el empleo informal y el acceso de los jóvenes
a la eduación. De acuerdo a lo que señala en su reciente ponencia presentada
hace dos semanas en el décimo
primer Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología, la situación actual del país
no se modifica al 2025, aunque el país crezca, a menos que se elabore un Plan
Nacional de Desarrollo.
Loa
panameños, que desde que accedieron a la independencia han vivido luchando
por su soberanía y que hace casi 30 años, en 1977, lograron recuperarla en
forma plena, ya que el territorio que se encuentra el Canal, y sus
alrededores, era propiedad estadunidense, entienden también que junto a los
aspectos económicos se encuentran en juego, nuevamente, aspectos de soberanía.
La
ampliación del Canal serviría, fundamentalmente a Estados Unidos para su
comercio con Asia y en particular con China. Pero Gandásegui cita Orville
Schell, profesor de la Universidad de California en Berkeley, el que señala que
lo relativo a “las incursiones chinas” en la economía estadunidense son
un asunto volátil, porque se han efectuado discusiones internas en el gobierno
de Estados Unidos que podrían conducir a catalogar a China como “potencial
potencia adversaria”.
Tampoco
está claro quienes son los inversionistas de este proyecto y, por lo tanto, no
es posible saber si los beneficios serán para todos los panameños o para un
grupo de panameños o estadunidenses. Y finalmente, en vísperas de cumplirse
los 30 años de la firma de los Tratados Torrijos–Carter, que determinaron
que al comenzar el año 2000 Estados Unidos y sus bases militares salieran de
Panamá después de casi un siglo de ocupación de parte de su territorio ¿será
el presidente Martín Torrijos, hijo del carismático general Omar Torrijos, el
hombre que concretó la más sentida aspiración nacional, el que lleve de
regreso a los estadunidenses?