Por Frida Modak
La proclama al pueblo de Cuba dada a conocer en La Habana,
en la que el presidente Fidel Castro informa detalladamente del problema
intestinal que determinó que fuera operado, provocó reacciones de todo tipo.
El Departamento de Estado estadunidense dijo que no quería hacer conjeturas, es
natural, hasta ahora han sido ellos los que han anunciado inventadas
enfermedades del mandatario cubano, han realizado 600 intentos de matarlo, todos
fracasados, y de repente es el propio Fidel quien informa del accidente de salud
que ha tenido, así lo llama, por lo que estará varias semanas en reposo,
alejado de sus funciones y cargos, los que transfiere interinamente a varios
integrantes del buró político del partido comunista y del consejo de
ministros, y en particular a su hermano Raúl Castro Ruz, primer
vicepresidente de la república. Mientras organizaciones populares de América
Latina empezaron a enviar de inmediato mensajes de apoyo al presidente Castro,
confiando en que pronto lo verán restablecido porque “Fidel es luz y acción
en este proceso que se vive en nuestro continente”, dice uno de esos textos,
en
el norte se destantearon y empezaron a especular, mientras los ex cubanos de
Miami salían a celebrar algo, pero sin saber qué. Digo ex cubanos, porque ya son
ciudadanos estadunidenses desde hace tiempo.
Mientras unos decían que talvez el presidente Castro había
muerto y la proclama no la había firmado él sino que era el preludio para
hacer el anuncio de su deceso,otros especulaban con que se estaba aprovechando
el problema de salud para hacer un ensayo de la sucesión. En lo que no
repararon es que en la proclama el presidente Fidel Castro dice que el
estrés extremo que le causó este quebranto “ me provocó una
crisis intestinal aguda con sangramiento sostenido que me obligó a
enfrentar una complicada operación quirúrgica.Todos los detalles de este
accidente de salud constan en las radiografías, endoscopías y materiales
filmados. La operación me obliga a permanecer varias semanas de reposo,
alejado de mis responsabilidades y cargos”.
Como habrán notado el mandatario usa dos tiempos verbales,
pasado y presente. La crisis intestinal lo obligó a operarse y la
operación lo obliga a permanecer en reposo, lo que sugiere que la proclama es
posterior a la intervención quirúrgica.
Por su parte, la Fundación Guayasamín, organizadora y promotora
del festejo por los 80 años que Fidel Castro cumple el próximo 13 de agosto,
le
está envíando un mensaje a los invitados diciendo que éste se pospone
para el 2 de diciembre, como les pidió el presidente y agrega en el último
párrafo: “Tenemos noticias alentadoras y no albergamos dudas sobre su
recuperación”. Se preguntarán ustedes por qué entonces el presidente
cubano dio a conocer esta proclama y delegó con carácter provisional sus
funciones. Él mismo lo dice en el texto que estamos comentando al señalar:
“Como
nuestro país se encuentra amenazado en circunstancias como esta por el
gobierno de los Estados Unidos, he tomado la siguiente decisión” y a
continuación designa a quienes asumirán las funciones que delega. En
otras palabras, está diciendo que en Cuba no hay vacío de poder.
Para muchos fuera de Cuba la incógnita es el general Raúl
Castro Ruz, hermano del presidente, que es el destinado a sucederlo por mandato
constitucional. Un analista de la televisión estadunidense dijo que el
Departamento de Estado preferiría entenderse con un eventual gobierno militar
cubano. Como si lo hubiera sabido desde antes, en un discurso pronunciado el 10
de julio recién pasado, en su calidad de ministro de Defensa, Raúl Castro dijo:
“Enfrentamos un enemigo cuya tozudez y prepotencia lo lleva
con mucha frecuencia a cometer errores, pero ello no significa que sea tonto.
Sabe
que la especial confianza que otorga el pueblo al líder fundador de una
Revolución, no se transmite, como si se tratara de una herencia, a quienes
ocupen en el futuro los principales cargos de dirección del país.
“Repito lo que he afirmado en muchas ocasiones : el Comandante
en Jefe de la Revolución cubana es uno solo, y únicamente el Partido Comunista,
como institución que agrupa a la vanguardia revolucionaria y
garantía segura de la unidad de los cubanos en todos los tiempos, puede ser el
digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en su líder. Para eso
trabajamos, y así será, lo demás es pura especulación, por no decir otra
palabra”.