Febrero
2005
IRAK
LAS ELECCIONES QUE NO EXISTIERON
Frida Modak
Apenas terminadas las elecciones realizadas en Irak el
domingo pasado,el presidente estadunidense George Bush se apresuró a declarar que habían
sido un éxito rotundo.Lo cierto es que ni siquiera fueron elecciones, porque los
iraquíes no eligieron a ningún gobernante.Tampoco fue ese un proceso legítimo,porque
las convenciones de Viena y Ginebra establecen que los invasores de un país, y eso es
Estados Unidos, no pueden modificar su legislación interna,eso sólo lo puede hacer un
gobierno soberano, que no existe hoy en esa nación.En consecuencia,siguen vigentes las
leyes iraquíes que datan desde la creación de Irak en 1925 y las dictadas por los
gobiernos de distinto signo que tuvo el país desde entonces.Otra cosa es lo que se impone
por la fuerza.
La convocatoria,como queda dicho, no era para elegir un gobierno sino que
constituia un acto publicitario que la administración Bush necesitaba para iniciar la
segunda parte de su ofensiva sobre el petróleo de los países árabes.Los operadores
internos de los estadunidenses en Irak serán los encargados de decidir cuántos votaron y
quiénes formarán la asamblea nacional transitoria que escogerá un presidente,el que
junto a dos diputados dirá quien va a ser el Primer Ministro,que podría ser el mismo
de ahora,Iyad Alawi,de quien una nota de la BBC señaló que tiene la ventaja
de contar con la desconfianza de todos,desde los estadunidenses hasta los iraquíes,
porque estos últimos lo consideran títere de la CIA.
Esa asamblea elaborará una constitución que entrará en vigor si se
aprueba en un refrendo el 15 de octubre y entonces,el 15 de diciembre se elegirá al
gobierno que asumiría sus funciones el 31 de ese mes.Si el proyecto de constitución es
rechazado se elegirá otra asamblea y todo empezará de nuevo.
RESONANTE TRIUNFO O FRACASO?
Si se analiza lo que en verdad sucedió el domingo pasado en Irak, se
llega a la conclusión de que no pasó nada inesperado.Votaron los que estaban
presupuestados para votar, los chiítas y los kurdos,pero ni siquiera ellos votaron todos
los que son.Después de lanzar cifras sin fundamento, 80 por ciento y más de votantes,
los gobernantes impuestos por Estados Unidos se han bajado hasta el 60 por ciento,para
concluir con que los encargados electorales dirán el resultado de la jornada del domingo.
Si hubiera participado el 60 por ciento, no se trataría del
"resonante triunfo" que Bush proclamó ese día, sino de un resonante fracaso
del imperio, porque sólo los chiítas,que eran los mayores opositores a Saddam Hussein,
constituyen el 60 por ciento de la población del país.Si a eso se agrega que los
kurdos,aunque sunitas en su mayoría, son el 17 por ciento de la población y que por su
aspiración a la autonomía se consideraba que participarían en la votación,el supuesto
triunfo no se ve por ninguna parte.
Al contrario, mientras se manipulan los resultados,los analistas en forma
unánime señalan que los que fueron a votar lo hicieron pensando que así contribuían a
una salida más rápida de las tropas de ocupación estadunidenses.Por otro lado, la
posibilidad de que la asamblea tenga mayoría chiíta y que los kurdos reanuden con más
bríos sus luchas independentistas,son motivo de preocupación en los gobiernos del Medio
Oriente.Turquía ya advirtió que no reconocerá ni se quedará cruzada de brazos ante un
triunfo kurdo que afecte a los turcomanos en Kirkuk,el corazón petrolero de Irak y
la flamante secretaria de Estado Condoleeza Rice le aseguró al gobierno
turco que Irak se mantendrá unido,cuestión que los estadunidenses sólo
podrían decidir, como siempre, con el uso de la fuerza
LA SEGUNDA ETAPA
Mientras se define si lo que se hará público será el resultado real de
la votación del domingo pasado,Estados Unidos prepara su nueva ofensiva para modificar el
cuadro político de esa región,propósito anunciado junto con la invasión a Irak.El
asunto es bastante más complejo de lo que algunos puedan haber pensado en
Washington,porque implica eventuales conflictos con las monarquías sunitas de los países
petroleros más importantes y que hasta ahora han sido aliadas de Estados Unidos.
La desaparición de la Unión Soviética es lo que le ha abierto a los
estadunidenses la posibilidad de intentar esta aventura,pero el margen de error permitido
es mínimo porque se está emprendiendo una acción que afecta también intereses
estratégicos de la Federación Rusa y de China.
Condoleza Rice,la princesa guerrera como le dicen en Washington a
la nueva secretaria de Estado,le dijo a su par alemán Joshka Fisher que su país no tiene
planes para dar un golpe militar en Irán y que ella personalmente se ocupará de lo
relacionado al proyecto nuclear iraní y a la situación en Medio Oriente.En otras
palabras,el futuro de esa región está en manos de la petrolera Chevron-Texaco de la que
proviene y fue directora la funcionaria, quien también le advirtió a Fischer que la Casa
Blanca desea que el gobierno alemán reaccione positivamente ante la elección
iraquí porque cualquier crítica afectaría lo que ella llama proceso de
democratización en Irak.
Fischer,a su vez,le anunció que por compromisos previos no estaría en
Alemania durante los días que la Rice visitaría su país para "componer" las
relaciones, deterioradas cuando los alemanes se opusieron a la invasión de Irak.
Si bien el contexto,no los resultados reales de la
votación,podría favorecer la continuidad de Alawi como Primer Ministro, chiíta
laico partidario de Estados Unidos,no calma la preocupación de las monarquías sunitas
que no quieren intervención extranjera en la zona, como claramente lo dijo el rey
Abdullah de Jordania a la corresponsal de CNN, en una desperdiciada entrevista,en la que
tras reiterar su inquietud política respecto a los chiítas afirmó:"Usted
sabe,queremos Irak para los iraquíes, para nadie más."
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