“Santiago, 13 de noviembre de 1973. El Presidente de la Junta de Gobierno, certifica que el teniente coronel MANUEL CONTRERAS SEPÚLVEDA, es su Delegado para realizar diligencias ante diferentes organismos autónomos, fiscales y particulares, los cuales deberán prestarle apoyo y solucionar lo que solicite. Firmado: Augusto Pinochet Ugarte, General de Ejército, Presidente de la Junta de Gobierno”.

El documento obtenido por LND, depositado en Santiago en la notaría de Sergio Antonio Carmona Barrales, y hasta ahora desconocido, da cuenta de que, además de nombrar Pinochet como su “Delegado” al general Sergio Arellano Stark en septiembre de 1973, con el fin de organizar el operativo Caravana de la Muerte que asesinó prisioneros por el sur y el norte de Chile, también designó en esa calidad al entonces teniente coronel Manuel Contreras, con el fin de organizar la DINA.

Hasta ahora, algunos oficiales ya retirados, como Juan Chiminelli Fullerton, miembro de la DINA y jefe de Estado Mayor de Arellano para la operación Caravana, habían declarado en diversos procesos y ante la Comisión Rettig que la DINA se comenzó a organizar ya en noviembre de 1973, cuando se realizó el primer curso de agentes en Rocas de Santo Domingo, donde uno de los instructores fue el actual alcalde de Providencia, coronel retirado Cristián Labbé.

Sin embargo, hasta ahora Pinochet mantiene su versión de que nunca se relacionó con Contreras para las tareas de la DINA, en cuanto a su formación y trabajo sucio.

Pinochet le dijo al juez Juan Guzmán, cuando éste lo interrogó el pasado 25 de septiembre acerca de su relación con Manuel Contreras, “mire, yo me reunía con él para que me informara de la situación limítrofe que se vivía en Argentina. Por eso me reunía con él, para saber lo que había pasado”.

Cuando el juez le interrogó acerca de las órdenes que Pinochet dio a Contreras para organizar la DINA y sus operativos, como la Operación Cóndor y los informes que el ‘Mamo’ le entregaba casi a diario acerca de las tareas de la DINA, el dictador contestó: “mire, yo era Presidente, a mí no me iban a informar de cosas chicas. Me informaban de cosas grandes, como lo de Argentina”. Y luego le agregó “el servicio de inteligencia era un servicio de mandos medios. Yo era Presidente de la República y, como Presidente de la República, se me informaba de la seguridad nacional, no de la seguridad chica”. Con ello, Pinochet quiso desvincularse de su relación con Contreras y sus instrucciones para que éste comenzara a estructurar la DINA desde fines de 1973, organismo que recién tuvo existencia legal a través del decreto ley 521, del 18 de junio de 1974.

LA VOZ DEL JEFE

Algunos militares retirados y expertos en inteligencia que analizaron el contenido de este documento, coinciden en que fue a través de este certificado que Pinochet dio a Contreras amplios poderes para comenzar a sacar gente de los regimientos, divisiones, ministerios, servicios públicos y oficinas particulares para formar los equipos de agentes.

El término “Delegado” fue profusamente analizado por los tribunales en el proceso por la Caravana de la Muerte (a pesar de que tal documento en el que Pinochet nombró a Arellano como su “Delegado” nunca había sido conocido hasta ahora), llegándose a concluir en las cortes, entre otras cosas por textos de formación interna del Ejército, que un “Delegado” es la “voz oficial” del comandante en jefe del Ejército y, en este caso, también del Presidente de la Junta de Gobierno. Cuando Pinochet extendió a Contreras esta suerte de salvoconducto para hacer y deshacer en cualquier parte, Contreras estaba actuando en nombre de Pinochet.

El documento que hace público LND apareció desde las profundidades de cajones bien resguardados por quienes todavía mantienen en su poder este tipo de material histórico, historia-presente dada la gran cantidad de procesos que se instruyen en contra de Pinochet y sus oficiales.

No es posible determinar si Contreras pidió el certificado a Pinochet, o éste lo redactó por propia iniciativa, pero el término “deberán prestarle apoyo” deja claro a qué se refería el dictador con su advertencia. El documento viene a probar, ahora por escrito, cómo y por qué fue posible que Contreras deviniera en el temido poderoso que fue, dentro y fuera del Ejército, siendo recién un teniente coronel con dos grados menos que un general.