El siguiente artículo por
James D. Cockcroft es de International Viewpoint (IV), No. 347 (febrero 2003,
<http://www.3bh.org.uk/IV/index.htm>), pág. 15 - 22, donde aparece junto a 15 fotos
del autor. También aparecerá en dos entregas de la próxima edición de Against the
Current (en los Estados Unidos, <http://solidarity.igc.org/indexATC.html>), la
primera parte saldrá en la edición de Marzo/Abril. Esta traducción fue hecha por
Candela Chila, Buenos Aires, marzo del 2003, para la publicación en Socialismo Libertario
<socialismolibertario@hotmail.com> en Argentina.
"Argentina: a un año del
Argentinazo," por James Cockcroft*
"La fábrica, sin trabajadores, no funciona. Pero sin patrones ¡sí que
funciona, y qué bien! Nosotros, con los compañeros le vamos a demostrar que el país
funciona con las manos de los trabajadores y no con las manos ladronas de los
políticos". -Raúl Godoy, trabajador de la fábrica Cerámicas Zanón bajo
control de los trabajadores y secretario general del sindicato de trabajadores ceramistas
SOECN (1).
El 21 de noviembre de 2002, concluí mi extensa
entrevista con tres trabajadoras de Brukman Confecciones, histórica fábrica textil
controlada por sus trabajadores, en el barrio Once de Buenos Aires.
Dándome cuenta de la amenaza que significaba su
ejemplo para el sistema capitalista, pregunté: "¿Están asustadas?".
"No", respondieron sonrientes. "Estaba asustada al principio", agregó
una, refiriéndose a la terrorífica noche del 18 de diciembre de 2001, cuando ella y 19
más de las 115 personas que componen las fuerzas trabajadoras, que mayoritariamente son
mujeres, permanecieron toda la noche en la fábrica abandonada por sus dueños con el fin
de preservar sus trabajos. "Pero después consolidamos una organización propia, por
lo que no estaba más atemorizada". Antes de esa noche, los hermanos Brukman huyeron
con los últimos tres meses de salarios y contribuciones de pensión, desempleo y fondos
de salud de los trabajadores, para guardarlos en bancos extranjeros o invertirlos en
bienes raíces. Esta es una práctica común en la Argentina de opulentos capitalistas
durante la presente depresión.
Los trabajadores, cuyo número creció rápidamente
a 54 (de los cuales 10 eran hombres) no confiaban en el sindicato de trabajadores
textiles: SOIVA, el cual daba sostén a los requerimientos de los Brukman por una
declaración de liquidación por bancarrota. A través de asambleas democráticas
internas, organizaron la fábrica bajo el control de los trabajadores -desde la
adquisición de materiales hasta la producción, salarios, y ventas- y la pusieron en
funcionamiento en el período de un mes. Incluso crearon clases para convertir a los
trabajadores desempleados en operarios especializados y contratarlos con los mismos
sueldos que ellos.
200 kilómetros al sudoeste, una experiencia
similar se convirtió en una práctica estándar entre los 300 trabajadores de la fábrica
de Cerámicas Zanón bajo control obrero, situada en el parque industrial de Neuquén, una
gran fábrica moderna que solía producir artículos de porcelana para el mercado nacional
e internacional.
Apoyada por partidos de izquierda y muchas otras
organizaciones, trabajadores de Zanón, Brukman, y otras fábricas tomadas, ahora son
punta de lanza del movimiento nacional anticapitalista, en unión con los trabajadores de
tierras tomadas, urbanas y rurales.
Estos trabajadores sentaron la producción para uso
social por sobre los mercados "normales" y por sobre las metas de producción de
sus antiguos dueños. Como una mujer me ha dicho, "el sistema capitalista es el que
nos ha arruinado. Preferimos vender aquí, en nuestro propio negocio. La gente del barrio
y otras personas vienen a comprar la ropa que hacemos. También queremos producir sábanas
para los hospitales, para la gente, ¿me entiendes?". 150 de las 1.200 fábricas
argentinas en liquidación por bancarrota han sido "recuperadas" por 13.000 de
sus trabajadores y puestas a producir otra vez, tanto como cooperativas, como con el 100
por ciento de control obrero, establecido en el caso de Zanón y Brukman.
De acuerdo con el Wall Street Journal, algunos
gobiernos provinciales, apretados financieramente, han decidido estimular la tendencia
para reactivar los negocios cerrados por la crisis económica. En el caso de algunas de
las fábricas ocupadas, el gobierno federal paga una renta y promete no desalojar a los
trabajadores por uno o dos años.
El Journal no menciona que los gobiernos están
tratando de cooptar el creciente movimiento de trabajadores, mientras simultáneamente
atacan el ala anticapitalista dirigida por los trabajadores de Zanón, Brukman y otros
lugares de trabajo. Esto incluye: Pepsico Snacks (US); la panadería industrial
cooperativa Aguante (ex panadería Cinco); la imprenta Chilavert; alimentos Ghelco; las
minas de carbón de Río Turbio; clínica Junín de Córdoba; supermercado Tigre en
Rosario; y el frigorífico Fricader (planta de embalaje de carne en Río Negro).
Visité la panadería Grissinopoli, ocupada por 16
trabajadores desde principios de junio de 2002, y entrevisté a una mujer dirigenta, así
como también a un trabajador de Zanón que estaba presente en solidaridad. Un poster
típico y regular: "Jaque al patrón, todo el poder al peón". También visité
la fábrica metalúrgica y de plásticos IMPA, donde 300 trabajadores implementaron el
control obrero, expresando la misma actitud.
El Wall Street Journal nota que la
"contracción económica" argentina es "doblemente severa a la
experimentada durante la gran depresión", y que "ni el gobierno ni la
administración de Bush han ofrecido ideas significantes sobre como reanimar la tercera
gran economía de Latinoamérica. Mientras tanto la Argentina ha sido salvada, por ahora,
gracias a la ocurrencia de los cientos de líderes de base en escuelas, fábricas y
asociaciones barriales" (2).
Les pregunté a las mujeres de Brukman: "¿Que
pasaría si fueras atacada por las fuerzas represivas?" Ellas rompieron en carcajadas
con risas confidentes. "No te preocupes", respondió una de ellas, "estamos
autoorganizados". Tres días después, en un raid previo a la madrugada del domingo,
cientos de policías federales, algunos de civil, otros encapuchados, sin una orden
judicial, usaron hachas para romper las puertas e ingresar a la fábrica Brukman. Armados
con pistolas y teléfonos celulares, respaldados por carros de asalto, máquinas de fuego,
móviles, y autos civiles, golpearon a la reducida guardia obrera nocturna y arrastraron
seis a la cárcel, incluyendo a la hija de una de las trabajadoras de tan solo nueve
años.
Desde la calle, Jacobo y Mario Brukman miraban con
aprobación, próximo a ellos los numerosos antiguos y sonrientes empleados. Los hijos de
las trabajadoras, incluyendo a uno de tres años, apurados por establecer un
"campamento" frente a la fábrica. Uno de ellos preguntó a su madre, en un
taxi, corriendo hacia la escena: "¿por qué gritas [hacia los vecinos]?" Ella
respondió: "porque es nuestro trabajo. De lo que ustedes comen, de lo que yo les
puedo comprar el domingo cuando los saco a pasear. Y ahora nos quieren quitar este
trabajo". El niño comenzó a gritar por la ventana del auto: "¡Vecinos,
vecinos, vengan a ayudarnos!" En verdad, la ayuda venía en camino. Cientos de
trabajadores, estudiantes, desocupados y vecinos residentes se levantaron como uno para
defender la fábrica y sacar a la policía, tal como lo habían hecho antes -el 16 de
marzo de 2002, cuando le derrotaron a la policía en su primer intento de expulsión de
los trabajadores. Para las 11:30 horas, los trabajadores estaban de vuelta en la fábrica,
limpiando las máquinas y los armarios destruidos. La policía sabía exactamente dónde
buscar, remover y destruir. Los trabajadores no pudieron encontrar la computadora que
contenía los diseños para hacer moldes, también un disco duro, y documentos guardados
bajo seguridad en la secretaría de la fábrica.
Por la tarde, temprano, la acción de los abogados
logró la liberación de todos los detenidos. La niña de nueve años dijo: "No
estaba asustada, sólo enojada". Una de las oradoras, Celia, contó en la conferencia
de prensa: "Pedimos la expropiación de la compañía, con maquinaria y todo. No con
maquinaria simplemente en comandato. Que se nos garantice un sueldo mínimo porque esta
ropa es cara y la venta puede bajar (antiguamente los trabajadores de Brukman producían
docenas de marcas líderes en el mundo, incluyendo Cristian Dior y Ralph Lauren). Por eso
que pedimos también un subsidio de 150 mil pesos para producir cosas más accesibles al
público..." "¿No significa eso que son Uds. zurdos [izquierdistas]?",
preguntó alguien. "Si zurdos es mantener la fuente de trabajo, querer un salario
digno con un trabajo genuino y mantener esa fuente para muchos más que vengan detrás de
nosotros, la mitad más uno de la Argentina es zurda". Cuando se preguntó si esa era
la forma en que ella hablaba siempre, Celia respondió que no; previamente a la toma de
Brukman su manera usual de hablar estaba relacionada con cosas como "¿Qué voy a
cocinar?" (3).
Mujeres como las de Brukman jugaron un rol central
en la lucha por crear "una nueva Argentina", antes y después del Argentinazo
(el levantamiento popular del 19 y 20 de diciembre de 2001, que en poco tiempo bajó
sucesivamente a cuatro presidentes). Desde 1995, las mujeres han estado en primera línea
del todavía en expansión movimiento piquetero -organizaciones que representan los nuevos
trabajadores despedidos y millones de desocupados de las "villas miserias" en
zonas urbanas- conocidas por su marginales calles. Sin los piqueteros, no hubiera habido
ningún Argentinazo.
Mujeres de barrios de clase media y trabajadora de
Argentina han sido muy activas en las "asambleas populares" que continúan
implementado medidas de ayuda material para los desocupados y empresas controladas por sus
trabajadores, incluyendo hospitales y clínicas que están sufriendo recorte de personal o
enfrentando la cesación. Con el 25 por ciento de las fuerzas trabajadoras desocupadas y
más amenazas de despidos, las asambleas populares juegan un rol importante en la vida
cotidiana de todos los barrios, fundando comedores comunitarios, ofreciendo facilidades
diarias, clínicas, centros culturales, huertas orgánicas y mercados de trueque.
Representan una continuación notable de la solidaridad humana atravesando la línea de
clase, que en principio apareció durante el Argentinazo, cuando encolerizados elementos
de las clases medias que se vieron con las cuentas bancarias congeladas y devaluadas
juntaron a la serie de seis años de marcha de los piqueteros, ahora gritando
"piquete y cacerola, la lucha es una sola".
Las ampliamente respetadas Madres de Plaza de Mayo
(y las Abuelas), que bloquearon a la policía montada durante el Argentinazo, también
jugaron un rol importante. Su valentía es contagiosa. Desde la tortura y desaparición de
unos 30.000 hombres, mujeres y niños durante la "guerra sucia" estimulada por
Estados Unidos en la dictadura militar de 1976-1983, han sostenido en primera línea la
cuestión de los derechos humanos en todas las luchas sociales.
Como complemento, mujeres en similares búsquedas,
al igual que el surgimiento de comisiones de las mismas, han brotado en diversos sectores
sociales. El tercer día del Encuentro Nacional de Mujeres número 17, que tuvo lugar en
Salta en Agosto de 2002, encontró mujeres unidas en lucha, de distintas experiencias de
vida, incluyendo a las trabajadoras de Brukman, que declararon:
"Las mujeres somos las que tenemos doble
jornada laboral... Somos las que cobramos menos que los varones aunque hagamos el mismo
trabajo. Somos las que soportamos el acoso sexual, las violaciones, el abuso y la
violencia... tenemos menos acceso a la educación. Somos las que morimos por los abortos
clandestinos, o en los embarazos o en los partos por no contar con la atención básica en
salud, las más afectadas por la desnutrición y por el SIDA. Desde diciembre, sin
embargo, algo ha cambiado en nuestro país y, a pesar de nuestra situación, demostramos
tener la fuerza y el coraje para salir a luchar decisivamente. Con la misma decisión
queremos tomar en nuestras manos la tarea de coordinar a los distintos sectores en
lucha." (4).
Otros diversos desarrollos me han impactado durante
mi visita de dos semanas a la Argentina, incluyendo:
*A continuación del gradual genocidio económico
generado por 27 años de privatizaciones neoliberales, de los "programas de
austeridad" esponsoreados por el FMI, la dolarización y corrupción.
Elaboración: El salario promedio de la Nación ha
caído del primero al último lugar en Latinoamérica. De los 38 millones de argentinos,
el 60 por ciento vive por debajo de la línea de pobreza; 10 millones son desposeídos.
Más de la tercera parte del mantenimiento de los hogares son llevados a cabo por mujeres.
En un país donde el gigantesco negocio agrícola exporta toneladas de productos
alimenticios, uno de cada cinco niños sufre de desnutrición, de los cuales mueren cien
cada mes. Al la feminización de la pobreza debemos agregar la infantilización de la
pobreza. Mientras tanto, durante los primeros once meses de 2002 Argentina utilizó 4.500
millones de dólares de las insuficientes reservas extranjeras de la Nación para pagar la
deuda externa ilegítima. Recientemente tuvo que hacer omisión al plazo del préstamo
adeudado en 805 millones de dólares al Banco Mundial, alegando que puede reasumir el pago
solamente cuando el FMI restaure la línea de créditos suspendida en 2001.
*Un debilitamiento extremo del sistema político
con sus clientelísticas estructuras sindicales, debido en parte a que el FMI impuso la
privatización de empresas estatales, sumando a esto la corrupción gubernamental, el no
pago de impuestos, y el pago de la deuda externa que dejó al gobierno con poco dinero
para programas sociales.
Elaboración: Es un mercado cayéndose a pedazos en
manos de ladrones, esto es, la burguesía, los políticos y los burócratas sindicales.
Aún adentro de los sectores burgueses - financiero, industrial, comercial, agrario - se
suceden luchas internas feroces. No existe una "burguesía nacionalista". La
mayoría de los capitalistas argentinos y sus tecnócratas en el gobierno hace tiempo que
se lanzaron sobre el capital extranjero, convirtiendo a la Nación en un "estudiante
modelo" del FMI - hasta el colapso económico del 2001 - 2002. La resultante de la
crisis económica y la fraccionalización del PJ, UCR, Frepaso y otras organizaciones
políticas han contribuido a la aceleración del descontento público con todos los
partidos políticos excepto con algunos de izquierda (5). Mientras tanto, la principal
confederación sindical se dividió otra vez.
Sus líderes regularmente vociferan una retórica
pro trabajador e incluso organizan huelgas de protesta y alianzas para recobrar fuerzas.
Sin embargo, al mismo tiempo, muchos de ellos colaboran con la burguesía y el FMI, en
rechazo a las demandas de los trabajadores y por extensión de privatizaciones y medidas
de austeridad, añadiendo al resentimiento de los trabajadores de base. Los programas
sociales de incentivo para los desocupados del presidente Eduardo Duhalde consisten en 150
pesos miserables por mes (40 euros o dólares). Estos llegan a menos de la mitad de los
desocupados y después de todo han sido malversados en el patronato corrupto del PJ
involucrado con el reparto de los mismos.
*Una expansión de los movimientos piqueteros y su
unión con las asambleas barriales y otras luchas laborales (especialmente la de los
maestros, mineros, de la salud, de productos alimenticios, y trabajadores del transporte,
y aquellos trabajadores que llevan adelante fábricas tomadas).
Elaboración: Con el apoyo de algunos partidos y
grupos de izquierda han emergido alianzas regionales uniendo a los piqueteros con
segmentos de las clases medias y trabajadoras en coordinadoras, como es el caso del
Comité Coordinador de Alto Valle (Neuquén y Río Negro, impulsado por los trabajadores
de Zanón). Estas coordinadoras ayudan a reemplazar las estructuras sindicales
burocratizadas, limitadas por un gran descrédito. La coordinadora del Alto Valle es
anti-FMI, anticapitalista, en oposición a las elecciones burguesas, y por el no pago de
la deuda externa. Parece ir hacia una huelga general o una asamblea de trabajadores
"para imponer una salida favorable para los trabajadores y la gente" (6).
* Un acuerdo general basado en la necesidad de
mantener el carácter democrático y pluralista de los movimientos y alianzas sociales;
parece necesario para construir una lucha poderosamente unificada.
Elaboración: Claro que normalmente emergen dos (o
más) aproximaciones distintas dentro de cualquier sector u organización, pero ninguno
parece dispuesto a romper completamente con el otro. Por ejemplo, el movimiento de
fábricas tomadas tiene un ala reformista sobre la base de la cooperativa que no llama al
inmediato rechazo de la posesión capitalista. Esta ala cooperativa posee fuerza dentro
del MNER (Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas) que es apoyada por la pastoral
social de la iglesia católica, varios miembros del PJ y uno de los tres principales
grupos sindicales, la CTA (Confederación de Trabajadores Argentinos).
Por otro lado, un creciente número de lugares
ocupados se abocan directamente al control obrero, habiendo propuesto expropiación
estatal o municipal para garantizarlo. Este campo incluye no sólo trabajadores tal como
los de Brukman, Zanón, o como los de las renacionalizadas minas de carbón en Río
Turbio, también muchas de las fábricas autoorganizadas en formas de cooperativas. El ala
de control obrero tiene el apoyo activo de partidos y organizaciones de izquierda,
incluyendo el EDI (Economistas de la izquierda activa en ayuda a los planes de producción
obrera para el consumo social), las Madres de Plaza de Mayo, y un reciente y sustancial
grupo en ruptura con la CTA llamado Corriente Sindicalista (CS).
El ala cooperativa, definida de una manera general,
todavía tiene una influencia inmensa entre los cientos de trabajadores organizados en
empresas, pero parece ser que para el ala de control obrero es una trampa de
auto-explotación, destinada a ahogarse en un mar capitalista. Hasta el momento ambas alas
mantienen un dialogo dinámico.
*Una cierta fragmentación política e ideológica,
casi inevitable en la fase temprana de diversos movimientos populares.
Elaboración: Esto ha inducido a la gente a
preguntarse cómo la unidad masiva detrás del negativo slogan: "¡Que se vayan
todos, que no quede ni uno solo!" puede ser transformado en un programa positivo para
reemplazar el poder estatal burgués con una genuina administración de gente trabajadora.
A través de todo el territorio, la gente debate
alternativas al capitalismo, así como también qué tácticas usar, innovar o descartar.
Por ejemplo, concurrí, en Buenos Aires, a una asamblea subregional de delegados de las
distintas asambleas y organizaciones, planeando acciones directas por el primer
aniversario del Argentinazo. Se efectuó un intenso debate de en torno a una resolución
que declarara públicamente que no habría violencia de los participantes. La abrumadora
mayoría de delegados optaron en contra de la propuesta sobre la base de que no sólo era
una concesión a las mentirosas "olas de violencia" de los medios de
comunicación, sino también un insulto a todos aquellos que murieron en manos de la
violencia digitada por el Estado en las luchas de los últimos cuarenta años.
* El carácter multi-generacional de los
movimientos sociales de base y el importante rol de los jóvenes, incluso niños, en su
mantenimiento, defensa, y expansión.
Elaboración: Inicialmente, la única presencia
consistente de la juventud en los movimientos de resistencia popular fue a través de los
desocupados. En meses recientes, estudiantes y jóvenes maestros de todos los niveles
escolares se volvieron más activos.
En diversos barrios, los jóvenes están
participando en campañas de alfabetización, huertas colectivas (principalmente
orgánicas) y comedores. Durante mi visita en noviembre, un grupo de estudiantes de
sociología estaban ocupando el rectorado de la Universidad de Buenos Aires. Sus demandas
eran: autonomía del programa de la carrera de sociología, aumento del presupuesto, más
aulas, terminar con la persecución política, y becas para los necesitados.
Los encuentros políticos y culturales normalmente
involucran a tres generaciones de argentinos, donde unos están escuchando y aprendiendo
de los otros, reflejando una solidaridad genuina.
El 8 de noviembre, 300 chicos de la provincia de
Misiones, limítrofe con Paraguay y Brasil, organizados por la afiliación al
"Movimiento de los Chicos del Pueblo" de la CTA, arribaron a Buenos Aires
después de una larguísima "Marcha por la vida y contra el hambre". Habiendo
sido acompañados por miembros de H.I.J.O.S (hijos de desaparecidos) y otros grupos.
* El crecimiento de un sentimiento anticapitalista
detrás del slogan unificador del "¡Que se vayan todos y que no quede ni uno
solo!"
Elaboración: El emergente slogan significa no
sólo un rechazo a los políticos sino también a la corrupta labor burocrática y
capitalista.
La mayoría de los Argentinos se piensa a sí misma
como "peronista" (un hábito de nacimiento por los 60 años de historia
política glorificando a Juan y Evita Perón), pero aún pueden ver fácilmente la
cleptocracia del sistema de clientelismo corporativista del PJ/UCR/Frepaso. Ellos descreen
de las interminables falsas promesas de "trabajo" y "mejoras en la
economía". Como un argentino sarcásticamente me dijo: "Guardá tu billetera en
caso de que conozcas a un político o a un sindicalista burocrático".
* El número de núcleos fuertes de activistas
comprometidos, como siempre una minoría, parece conservarse estable, o aún creciendo,
mientras que las demandas son cada vez más inclusivas y revolucionarias.
Elaboración: Un día después del asesinato de dos
piqueteros, el 26 de Junio de 2002, había un diluvio de demostraciones en las calles. En
agosto, una movilización de las fuerzas trabajadoras y populares convocó 80.000 sólo en
Buenos Aires.
Ese mismo mes, en el cuarto día del poco
publicitado Foro Social de Argentina, 10.000 personas levantaron un llamamiento por la
derrota del imperialismo norteamericano en su intento de anexar o recolonizar
Latinoamérica a través de la propuesta del ALCA (Área de Libre Comercio de las
Américas) y el control militar de Estados Unidos. Estados Unidos ha estado construyendo
diversas bases militares a lo largo de toda Latinoamérica. Se ha derramado una gran suma
de dinero, armamentos, y personal en el Plan Colombia, el Plan Puebla - Panamá, el Plan
Dignidad en Bolivia, la Operación Cabañas del 2001 en Argentina, la iniciativa Andino
Regional, y operaciones similares que constituye la armada militar del ALCA.
A principios de Septiembre, en la fábrica Brukman
controlada por los trabajadores, el Segundo Encuentro de Fábricas Ocupadas y Compañías
en Lucha convocó 2.000 delegados de lugares de trabajo, asambleas barriales,
organizaciones piqueteras, estudiantes, maestros, y grupos de profesionales. Ellos
sentaron las bases de un Fondo de Huelga Nacional, para ayudar a todos los trabajadores en
lucha. Bajo la consigna "Si tocan a una, tocan a todas", se aprobaron
resoluciones de unidad con las asambleas barriales y los movimientos piqueteros de todo el
país.
Como el Primer Encuentro Nacional que se realizó
en Brukman, en abril, con menos de la mitad de delegados, llamaron a romper los acuerdos
de las uniones sindicales con el gobierno y remplazar la dirección de las uniones con
gente que lucharía por programas de trabajo y por la indexación de sueldos y planes de
jubilación en línea con el costo de las necesidades mínimas de todos los días.
Reclaman igual sueldo por igual trabajo, despenalización del aborto, el cumplimiento de
los derechos sexuales y de reproducción, y la provisión gratuita de anticonceptivos en
hospitales y clínicas. También defienden los derechos de la gente discapacitada, así
como los derechos de los trabajadores inmigrantes. La militancia anticapitalista de la
REDI (Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad) ha sido activa en muchas
reuniones públicas. Por décadas los empresarios argentinos han contratado y despedido
cientos de miles de paraguayos y bolivianos sin ningún respeto por los derechos humanos.
Finalmente, el 20 de Diciembre, en el primer
aniversario del Argentinazo, más de 100.000 personas confluyeron en Plaza de Mayo de
Buenos Aires para honorar a los compañeros caídos y llamando a la remoción del
presidente Duhalde. Muchos habían caminado numerosos kilómetros como parte de la Marcha
Nacional Piquetera que convergieron junto a grupos como el Movimiento Barrios de Pie, el
Bloque Piquetero Nacional, el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados, el Polo
Obrero (brazo piquetero del Partido Obrero, trotskista), y la Coordinadora Aníbal Verón
(trabajadores desocupados). Otras organizaciones esparcieron sus acciones alrededor de
diversos barrios de Buenos Aires y de ciudades y pueblos nacionales con el fin de
obstaculizar la represión policial. Consecuentemente, un sinnúmero de personas marcharon
y protestaron en toda la Nación.
* La eliminación de la cultura del miedo, creada
durante los años de la dictadura militar, propia de la guerra sucia (1976 - 1983) y
persistiendo hasta el año anterior al Argentinazo.
Elaboración: Es obvio que el Argentinazo, a pesar
de la salvaje represión que se llevó la vida de 33 personas, ha cambiado radicalmente
todo.
La gente en las calles, barrios, y lugares de
trabajo ha generado movimientos con una amplia dinámica para la creación de una
"nueva Argentina", una liberada de la cultura del miedo, sea de las fuerzas
represivas o, en el caso de las clases medias, de los propios desocupados (a pesar de la
tasa creciente de crimen). Por ejemplo, cuando las autoridades ordenaron que los trenes
que trasladaban a los cartoneros (empobrecidos colectores y recicladores de cartón
autoorganizados, clamando por el derecho al libre paso por la ciudad) no se detuviera en
ningún barrio "elegante", los residentes del lugar bloquearon los carriles
hasta que la orden fue revocada. Actualmente, las élites parecen más atemorizadas que
las masas. Los políticos corren el riesgo de un ataque cuando aparecen en restaurantes.
Conocidos torturadores y políticos poco populares o sus funcionarios continúan
enfrentando escraches (fuertes protestas masivas) frente a sus casas. Ruidosos escraches
también persiguen bancos, supermercados, y compañías de servicios después de cada
nueva corriente de devaluación o subas en los precios de servicios, por imposición del
FMI.
Algunos policías y soldados son lo suficientemente
denodados para manifestar que intentan negarse a cualquier orden de reprimir protestas
populares. Más de 500 policías en Buenos Aires, siguiendo el ejemplo sentado por la
unión policial de Curaçao (Brasil), están tratando de formar un sindicato basado en la
premisa de que la policía no debe obedecer órdenes de reprimir actividades sociales,
políticas, religiosas, o de derechos humanos.
Recientemente, la policía dejó a un lado sus
armas antes de obedecer la orden de remover 200 toneladas de lana de la fábrica Lavalán
de Avellaneda, la misma ocupada por sus trabajadores con los cuales ellos declararon
verbalmente su solidaridad. No obstante, estos múltiples movimientos han enfrentado
intensos ataques y represiones por parte del Estado, a la vez que la burguesía argentina
brega por establecer y ganar las elecciones nacionales en abril de 2003, esperando poder
restaurar el abatido edificio de un capitalismo dominado por los monopolios nacionales
aliados con los grandes bancos y corporaciones del imperialismo norteamericano y europeo.
Este plantea cuestiones de la precariedad de las
elecciones y de lo que hará el imperialismo y las fuerzas militares, especialmente el
dominante imperialismo norteamericano. El voto es obligatorio en Argentina, y la mayoría
de los votos arrojados en la última elección, dos meses antes del Argentinazo, fueron
tanto de izquierda (25%) o en blanco, como notas de insulto, o anulados. Desde ese
momento, nuevas elecciones han sido anunciadas, canceladas, y pospuestas.
Según las encuestas, de los que encabezan la
nómina de candidatos presidenciales "ninguno es de arriba". Tres candidatos
compiten por el segundo lugar: dos peronistas del PJ y la muy católica Elisa Carrió del
ARI (Argentina por una República de Iguales), un partido centrista y
"socialista" virtualmente dividida. Las tres plataformas populistas en curso se
oponen a la corrupción, pero se hallan a favor de la propiedad privada, el mercado, y la
"libre competencia", en otras palabras, "capitalismo", una palabra a
merced de los tiempos que corren. El antiguo trotskista y ex defensor de detenidos
políticos Luis Zamora de la organización anticapitalista y antiimperialista AyL
(Autodeterminación y Libertad), que alguna vez lideró la nómina, ahora ha declarado que
no continuará, utilizando un argumento al estilo zapatista, en el cual la "toma del
poder" no es lo que él o su organización buscan.
Muchos activistas están invocando a un boicot de
las elecciones. Varios a favor de votar algunos de los tantos trotskistas, comunistas, y
anarquistas orientados a la izquierda y grupos o partidos socialistas, e incluso el ARI de
Carrió. Si la primera vuelta de las elecciones está actualmente sostenida, la segunda
ronda entre los dos candidatos que están obteniendo la mayoría de votos, continuará
(ninguno de los de arriba o votos anulados tal vez ganen ambas rondas).
Las impopulares Fuerzas Armadas permanecen
adecuadamente pertrechadas para intervenir, como lo han hecho tan a menudo en el pasado.
Pero la mayoría de los miembros de la fuerza militar y policial argentina entienden cuán
difícil sería controlar los cientos de miles de protestantes en las calles, entre los
cuales se encuentran algunos de sus parientes, que han caído también en la lista de
pobres y desocupados.
Mientras tanto, la policía y los escuadrones de
matones paramilitares -mercenarios contratados por los jefes y uniones burocráticas-
llevan a la Argentina a un escalón más alto de represión.
También reaparecieron los escuadrones de la muerte
semejantes a la notoria "Triple A". En noviembre, Carlos Menem, que como
presidente en los noventa indultó a los líderes de la guerra sucia, pidió por el estado
de sitio y asignación de tareas de seguridad pública a los militares (7). El presidente
Duhalde criticó a Menem a toda voz por esto -luego elevó la posibilidad de reformar las
leyes de Seguridad Interna que prohíbe a los militares intervenir en asuntos internos.
Las fuerzas militares norteamericanas hoy se muestran más desafiantes que nunca, no sólo
en Argentina sino en toda Latinoamérica. La visión para el 2020 del Comando Espacial de
Estados Unidos, dado a conocer a la prensa en junio de 2002, incluye una discusión de
planes para intervenir en Colombia, Venezuela, Ecuador, Panamá y Perú, esto es,
"Estados que han fracasado" cuya "viabilidad" sólo depende de la
"ayuda" norteamericana. Esta es una doctrina aplicable prontamente en Argentina,
Paraguay, Bolivia y otros países.
En el 2002, Instructores Boina Verde y una élite
de las unidades armadas norteamericanas, especializándose en liberación de rehenes
arribó a Buenos Aires con el fin de entrenar grupos especiales de la Policía Federal
Argentina. Al noroeste, en Salta, los Boina Verde operan sin ninguna autorización del
Congreso Argentino. En la isla de Tolhuin, Tierra del Fuego, está siendo instalada una
base militar para conducir "estudios nucleares con fines pacíficos". La remota
"triple frontera" entre Argentina, Brasil y Paraguay, donde reside una pequeña
comunidad árabe, está siendo atestada con personal de la CIA y militares norteamericanos
en la hipócrita "guerra contra el terrorismo", un eco de la "guerra contra
las drogas" usado en el Plan Colombia para militarizar la situación, utilizando a
las Fuerzas Armadas, en vez de la policía, para reprimir los movimientos populares. En
verdad, estas son confirmaciones de presión imperialista sobre los progresivos
movimientos en los tres países mencionados, sumando a Uruguay, Bolivia, y Perú, donde
los movimientos de izquierda y/o candidatos presidenciales han ido ganando fuerza y
bloqueando los planes de privatización que quedaban, impulsados por los departamentos del
Tesoro norteamericano y del FMI. En Washington los congresistas hablan del "eje del
mal" en Latinoamérica: el presidente Castro (Cuba), Chávez (Venezuela), Lula da
Silva (Brasil) y Gutiérrez (Ecuador). A pesar del hecho que los últimos tres aseguraron
al FMI y Washington que mantendrían los compromisos económicos hechos por los anteriores
presidentes (todos neoliberales) (8).
Argentina es un ejemplo perfecto de cómo los
programas económicos neoliberales del imperialismo han desmantelado o debilitado el
Estado nacional, reduciendo los espacios para el tan nombrado "progresismo" o
"nacionalismo". El fracaso de la alianza de centroizquierda de De la Rúa, 1999
- 2001, reflejó lo anteriormente dicho. En Argentina, como en el resto de Latinoamérica,
no se encuentran las estructuras tradicionales de clase. Las clases trabajadoras se
encuentran fracturadas por los diferentes niveles de sindicalización y salarios (cada vez
más bajos), la creciente desocupación, la flexibilización y precariedad del trabajo. La
mayoría de las clases medias están llegando a la línea de pobreza, si no han caído ya
por debajo de ella.
Los campesinos son normalmente proletarios, la
labor de inmigrantes es extendida, el esclavismo comienza a reintroducirse, el comercio
sexual de mujeres y niños crece incesantemente, y la mayoría de la gente enfrenta la
pobreza, la desocupación, o la escasez de trabajos, trabajando extensos días y noches en
la "economía informal". Esto ayuda a explicar el porqué de las alianzas entre
los desocupados y las clases medias y trabajadoras, que se han desparramado en la
Argentina. Caótica y confusamente, se están abriendo las puertas a cambios
potencialmente revolucionarios, inimaginables en los noventa. Ellos todavía carecen de
detalles, programas de cohesión, aunque una minoría articulada antiimperialista,
activistas anticapitalistas, cuando no discuten unos contra otros, tratan acercarse a
ello. De todas maneras, la mayoría de empleados y trabajadores sindicalizados no están
todavía completamente involucrados en los movimientos populares, y los limitados
programas de bienestar social del gobierno de Duhalde contienen a algunos de los
desocupados.
Uno podría decir que la antigua Argentina se está
desmoronando mientras la nueva recién está empezando a caminar - pero de alguna manera
eso demuestra claramente los fracasos del capitalismo y propone el gran desafío por
delante. Los activistas argentinos están ocupados plantando las semillas de lo que puede
crecer en un original socialismo participativo - o ser destruido bajo el talón de hierro
del fascismo militarista o por la intervención militar y económica de Estados Unidos. Lo
que se encuentra en primer plano no es menos que la pelea por una segunda revolución por
la independencia de la cual tantos argentinos y latinoamericanos están hablando, "la
segunda revolución por la independencia económica" (la primera revolución ha sido
por la independencia política en el siglo XIX ) (9). La polarización de clase se está
intensificando y la autoorganización se extiende, pero no hay suficientes coaliciones
aglutinantes con una visión compartida capaz de organizar todas las fuerzas populares
recientemente comprometidas en la lucha por una economía y una sociedad diferente.
Además de un alzamiento militar o una anexión u
ocupación directa de los Estados Unidos, sólo hay dos posibilidades probables en el
futuro de Argentina. Por un lado, el genocidio económico tal vez continúe, manejado por
un capitalismo cleptocrático corrupto y un Estado obligado a un imperialismo de
crecientes prácticas represivas. Por otro lado, más fábricas ocupadas, huelgas
nacionales, protestas y asambleas nacionales pueden tomar lugar, dirigiéndose a un
socialismo democrático participativo basado en la expropiación de empresas capitalistas
para ser manejadas y controladas por sus mismos trabajadores.
En ambos casos, el imperialismo parece estar
considerando la posibilidad de convertir a la Argentina en un protectorado económico, a
través de la directa o indirecta intervención militar. Por eso, la necesidad de
solidaridad internacionalista se manifiesta. Habrá que ver si tal solidaridad se pueda
desarrollar más allá de los distintos tipos de Foros sociales regionales sostenidos en
conjunción con el Foro Social Mundial en Buenos Aires, Montevideo, Florencia y otras
ciudades.
Notas:
1."Nuestra Lucha", Nov. 8, 2002, pág. 3.
Para más información sobre Zanón y otras fábricas argentinas bajo control obrero, ver
IV Octubre 2002, pág. 28 - 32; "Against the Current", Noviembre/Diciembre 2002,
pág. 27 - 29; y Eduardo Lucita, "Fábricas ocupadas y gestión obrera en Argentina:
ocupar, resistir, producir." "Revista Cuadernos del Sur"
[http://www.geocities.com/
economistas_de_izquierda/producir1].
2."Self - reliance helps Argentines endure
nations economic pain" de Matt Moffett, "Wall Street Journal", 20 de
Diciembre, 2002.
3.CORREO DE PRENSA DE LA IV INTERNACIONAL
"Boletín Electrónico No. 485 - América Latina y el Caribe", 10 de Diciembre,
2002, [germain@chasque.net], reimpresión del artículo por María Moreno en el suplemento
de Página 12.
4."Nuestra Lucha", 27 de Agosto, 2002,
pág. 12.
5.PJ - Partido Justicialista (o Peronistas); UCR -
Unión Cívica Radical (o Radicales); Frepaso -coalición de centroizquierda que puso a
Fernando de la Rúa en función en 1999. Grupos y partidos de izquierda que incluye: PC
(Partido Comunista); MST (Movimiento Socialista de los Trabajadores); IU (Izquierda Unida,
básicamente PC y MST); CCC (Corriente Clasista y Combativa, de orígenes maoístas,
quiénes rompieron con el PC y actualmente buscan aliarse con selectos sectores
capitalistas); PO (Partido Obrero, trotskista); MAS (Movimiento al Socialismo,
trotskista); POR Masas (trotskista); UMS (Unión de Militantes Socialistas, trotskista);
PTS (Partido de los Trabajadores por el Socialismo, trotskista); LSR (Liga Socialista
Revolucionaria); MTD (Movimiento de Trabajadores Desocupados); Socialismo Libertario (un
no-partido de la Corriente Internacional Utopía Socialista, feminista, anarquista, y
neo-trotskista); varios locales de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) y otras
uniones sindicales, p. ej., de ferrocarriles, del transporte, de astilleros, de
telefónicas, eléctricas, de la construcción, de la educación, y otros trabajadores.
6."Nuestra Lucha", 8 de Noviembre, 2002,
suplemento del Primer Plenario Regional de la Coordinadora del Alto Valle.
7.Menem, aparentemente, a través de esto trata de
mejorar su mala posición en las encuestas para las elecciones presidenciales, ganando
esos elementos de las clases medias que participaron poco en las asambleas populares, o
tal vez a través de la nostalgia de los días de prosperidad de su administración en los
noventa. De todas maneras, su idea fue claramente rechazada, y no ganó en las encuestas.
8.Ernesto Herrera, "Entre el
Argentinazo y el efecto Lula," "América del Sur",
26 de Diciembre, 2002; "La Jornada", 1º de Septiembre, 2002; James D.
Cockcroft, "El imperialismo estadounidense en América Latina y los movimientos de
resistencia y su internacionalización," en imprenta para la revista del Centro de
Investigaciones Interdisciplinarias de la Universidad Nacional de México (UNAM, Ciencias
y Humanidades, 2003).
9.James D. Cockcroft, Latin America: History,
Politics, and US Policy (Belmont, CA: Wadsworth/International Thomson Publishing,
Segunda edición, 1998), pág. 673 - 674.
*James D. Cockcroft permaneció en Argentina
durante dos semanas, a mitad de noviembre, invitado a dar una conferencia sobre el
desafío del imperialismo para Latinoamérica en el Primer Congreso Internacional de Salud
Mental y Derechos Humanos en la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo. Profesor
vía internet de la Universidad Estatal de Nueva York y fellow del Instituto Internacional
de Investigación y Formación en Amsterdam, Holanda. Es autor de 35 libros, incluyendo
Mexicos hope: An Encounter with Politics and History (NY: Monthly Review
Press, 1999) y Latin America: History, Politics, and US Policy (Belmont, CA:
Wadsworth/International Thomson Publishing, Segunda edición, 1998), ambas traducidas al
español y publicadas en el 2001 por siglo veintiuno editores de la Ciudad de México y
Buenos Aires. <jcockcro@hotmail.com>
(Traducido por Candela Chila, Buenos Aires, marzo
del 2003)
|