El pleno de la Corte de Apelaciones de Santiago, por 11 votos a 10, desaforó al ex
dictador Augusto Pinochet para ser investigado por las víctimas de la Operación Colombo.
No obstante, de resultar condenado en los juicios en su contra, éste igual podría
salvarse invocado su incapacidad mental para enfrentar un proceso penal.
La Corte de Apelaciones de Santiago, por 11 votos a 10, ayer
volvió a desaforar al ex dictador Augusto Pinochet. Esta vez, para ser investigado por 47
de las 119 víctimas de la Operación Colombo. Sin embargo, nada asegura que realmente
llegue a ser condenado -con una sentencia que pase el filtro de ambas cortes- en alguna de
las causa por los crímenes cometidos bajo su dictadura o por su secreta fortuna.
Esta inseguridad se fundamenta en que su camino de salvación seguiría siendo su
pretendida demencia e incapacidad para ser objeto de un proceso penal. Esto, a pesar de
que los hechos delictivos que se le imputan en sus distintos juicios podrían resultar
irrefutables como para que el ex dictador obtenga, cada vez, una mayoría en las salas de
Apelaciones donde estos procesos se radican.
Por la vía de la demencia, y sin tener que confrontarse con los antecedentes
criminales de los expedientes que lo inculpan, Pinochet seguiría reuniendo mayorías
exculpatorias. Así ocurrió recientemente con la Cuarta Sala que revocó su procesamiento
por la Operación Cóndor, precisamente con el argumento de su estado de salud mental.
Y la misma posibilidad podría tenerla en la Sala Penal de la Corte Suprema. Esta sala,
última instancia por la vía de la casación al resultar sobreseído por su salud mental
en la Corte de Apelaciones, tiene hoy una conformación incierta respecto de esta materia.
De los cuatro titulares momentáneos, tres han votado favorablemente a Pinochet acogiendo
la demencia invocada por su defensa. Y el quinto y último ministro titular -cuyo proceso
de nominación debe repetirse tras el rechazo en el Senado del nombramiento de la ministra
Margarita Herrero- podría sumarse a estos tres si ahora fuese nominada la jueza Gabriela
Pérez, la que con frecuencia vota a favor del ex gobernante de facto.
En la quina que presentó el pleno de la Corte Suprema, Pérez obtuvo la primera
mayoría con 12 votos, mientras la ministra Herrero recibió la segunda preferencia con
ocho votos.
ESTRATEGIA
De esta manera -sin importar el peso de las evidencias- el ex jefe militar podría ir
siendo sobreseído definitivamente en el proceso por la Operación Colombo, en el crimen
del general Prats y su esposa, y por su oscura fortuna en cuentas extranjeras, que son las
causas en las que permanece imputado.
Esa es la estrategia elegida por la defensa de Pinochet, que confía en poder seguir
acumulando éxitos por esa ruta. Tanto a nivel nacional como internacionalmente, se
sentaría la imagen de que Pinochet fue sobreseído de las causas no por ser inocente
-cuestión que para el ex dictador y su defensa es un tema secundario- sino porque no se
encuentra en condiciones físicas y mentales de enfrentar un justo proceso. Otra cosa es
que resulte creíble.
Fue de esta manera que se sobreseyó definitivamente a Pinochet en la Corte de
Apelaciones y Suprema por los crímenes de la Caravana de la Muerte, causa donde más
responsabilidad directa se le estableció. Incluso, esto podría ocurrir en la
investigación de su fortuna que instruye el juez Sergio Muñoz, a pesar de las rotundas
evidencias acreditadas.
Con la Operación Colombo, ideada en 1975, la dictadura quiso hacer creer que 119
detenidos en verdad habían huido a Argentina. Y en el país trasandino se mataron entre
ellos por ajustes de cuentas políticas o murieron en enfrentamientos con la policía
argentina.