Escuché decir hace algunos meses, que la reparación a los que fuimos las víctimas de violaciones a nuestros Derechos Humanos, sería algo "austero y simbólico".  En verdad que le he dado vueltas con frecuencia a estas dos palabrejas.  La austeridad, es una calidad, es una mortificación de de los sentidos y del espíritu, de manera que lo austero es aquello que es riguroso, rígido, severo con uno mismo y con los demás; mientras que lo simbólico, es aquello que tiene una significación convencional, es una imagen, es una figura que representa algo.

Ahora si miro un poco la realidad que sucede a nuestro alrededor, si veo lo que en realidad está sucediendo es que mientras las víctimas y sus familiares, mueren y caen lentamente como lamentables hojas de otoño, porque treinta años no transcurren en vano, los victimarios -de cualquier pelaje, condición y grado- pugnan para no ser llevados a los tribunales porque están aplastados de procesos y querellas y lo que más hacen es que con mucha frecuencia "desfilan ante los tribunales", cosa que me parece muy adecuada a quienes fueron eficientemente entrenados para que aprendan a desfilar. 

Entonces la austeridad y el simbolismo en realidad no la veo por ningún lado, porque a decir verdad, ni las torturas fueron austeras, sino por el contrario bastante intensas y con despliegue de recursos, ni fueron simbólicos los días, meses y hasta años, que nuestra gente estuvo detenida, fue secuestrada, torturada, castigada, calumniada y en muchos casos, muerta a mansalva y desaparecida.

Y a continuación de 1973, mucha gente estuvo detenida y torturada en Chile y en Magallanes, y los apremios ilegítimos y violentos que recibieron no fueron simbólicos ni eran austeros.

¡Qué terrible constatar que este tema de las torturas, comenzó premonitoriamente antes de septiembre de 1973! En la dramática carta que escribieron en agosto de 1973 los 33 marineros procesados por la Armada, y enviada al Presidente Salvador Allende, dicen: "Nosotros los marinos antigolpistas de tropa, buscamos por todos los medios comunicarle al pueblo y al Gobierno de este Golpe de Estado que planificaba la oficialidad golpista de la Armada..." y agregan: "se nos ha flagelado y torturado criminalmente...como nos negamos, nos seguían golpeando en la cruz, nos colgaban en ataúd, nos hacían tomar las meadas de los verdugos, nos colgaban de los pies y nos sumergían en el agua, nos sumían en pozos de barro, nos aplicaron corriente, nos tiraban agua caliente en el cuerpo, después fría..."

¿Alguien me podría decir dónde está lo austero y simbólico en estas conductas aberrantes?.

Manuel Luis Rodríguez U.